Productos de caducidad próxima, nuevo proyecto del Balso

Sonia Almoguera
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El programa piloto del Banco de Alimentos de Soria comenzó en marzo permitiendo aprovechar comida en óptimas condiciones y ofrecer una gama de productos lo más completa y variada posible

El presidente del Banco de Alimentos de Soria, Óscar Arancón, en la nave de la entidad en el polígono de Las Casas. - Foto: Ana Renta.

El Banco de Alimentos de Soria (Balso) ha repartido ya alrededor de 5.000 kilos de productos alimenticios de caducidad próxima gracias a un programa piloto que ha cambiado radicalmente su operativa logística, pero que ha logrado ampliar la gama de alimentos frescos que se entregan a las cerca de 2.200 personas a las que actualmente ayudan en la provincia. Este nuevo programa comenzó el pasado mes de marzo y, actualmente se está llevando a cabo en colaboración con el hipermercado E. Leclerc de la capital soriana. La iniciativa ha imprimido un ritmo y una forma muy distinta de trabajar en la organización. En este caso, señala el presidente del Banco de Alimentos de Soria, Óscar Arancón, el principal reto es establecer una eficaz estructura de coordinación. «Nosotros somos meros intermediarios», explica. A las 10.00 horas reciben del hipermercado los alimentos tras la comprobación matinal de fechas y a las 10.30 horas los voluntarios del Balso los entregan a sus destinatarios. El servicio, en este sentido, exige una capacidad de respuesta inmediata para hacer llegar los productos con celeridad y garantizar así su consumo rápido, una 'maquinaria' que, además, debe ponerse en ejercicio diariamente. «Nos supone un esfuerzo logístico y de organización, pero estamos muy contentos», destaca Arancón. La esencia del programa es que la entrega de estos productos frescos se realice en el menor tiempo posible para su consumo inmediato y esto supone un trabajo previo importante.

La Ley de Desperdicio Alimentario quedó paralizada por el adelanto electoral del pasado 23 de junio cuando sólo quedaba un último trámite parlamentario en el Senado. Este programa piloto avanza en este sentido, destaca Arancón, lo que esta futura ley puede significar en el futuro. «Nosotros lo hacemos aquí en Soria con el E. Leclerc, pero también otros supermercados como Mercadona lo hacen con otras entidades», explica.

De hecho, esta futura nueva normativa fija las ONG como la primera opción para el aprovechamiento de estos alimentos que están a unos días de caducar «y que son los que cualquier persona puede comprar a un precio más reducido, diferenciados por una pegatina», argumenta el responsable de la entidad. En este caso, explica, el hipermercado los dona gratuitamente al Banco de Alimentos.

Los productos que se desechan en el supermercado por encontrarse próxima su fecha de caducidad nunca llegan a ser trasladados a la nave del Balso en el polígono industrial de Las Casas. Se distribuyen directamente desde el comercio hasta los domicilios de los beneficiarios.

Desde principios de este año la cifra se ha estabilizado en 2.200 en toda la provincia. En lo que sí ha habido cambios es en la disponibilidad de subvenciones y ayudas institucionales. El Banco de Alimentos de Soria ha notado una disminución de ingresos por este concepto de entre un 25 y un 30%. Sin embargo, gracias a un buen número de iniciativas y a donaciones inesperadas como la que el pasado mes de mayo hizo Caja Rural de Soria aportando 22.000 litros de leche atendiendo al llamamiento de necesidad urgente del propio Balso, están logrando atender las necesidades de los usuarios. La solidaridad de la provincia sigue siendo también una constante. Este verano, por ejemplo, se han organizado recogidas de kilos de comida en localidades como Santa María de las Hoyas y Valdegeña. Se trata, en muchos casos, de iniciativas que quizá «no reúnan grandes cantidades», pero que también van sumando junto a otros programa que, «con imaginación» pone en marcha el Balso para compensar la pérdida de recursos económicos. «Es difícil conseguir equilibrar los ingresos, exige pensar mucho, pero vas al día a día», detalla Arancón, quien también destaca el apoyo que reciben siempre que lo necesitan de la Federación de Bancos de Alimentos.

 Precisamente el próximo 20 de agosto concluye una campaña que se está realizando en colaboración con el hipermercado E. Leclerc en la que las personas que lo desean pueden donar cantidades de dinero que irán destinadas a la compra de comida. Porque en verano, la necesidad de las familias más desfavorecidas económicamente no se alivia y es necesario seguir recabando apoyos con los que ayudarlas. De momento, indica Arancón, aún no tienen datos objetivos sobre cuál está siendo la aceptación de esta nueva iniciativa puesta en marcha bajo el nombre de Donar en caja no tiene desperdicio. Pero uno de los motivos por los que propusieron a este hipermercado colaborar en ella es precisamente porque durante el mes de agosto, con la llegada de veraneantes a los pueblos de la provincia, goza de mucha afluencia de público.

Las expectativas son esperanzadoras, por tanto, a la espera del que es el principal evento de todo el año: la gran recogida del mes de noviembre. El año pasado se lograron recaudar a través de 25 establecimientos comerciales de la provincia 47.000 euros, 12.000 euros más que el año anterior.

La inflación que gravó duramente el año pasado a alimentos básicos como la leche, las pastas y harinas, el azúcar o el aceite de oliva, restó también mucho poder adquisitivo al Banco de Alimentos de Soria. En 2023 los precios «se han estabilizado, pero no han bajado» y, pese a estas limitaciones, «intentamos con lo que tenemos dar lo máximo posible». También incluir de forma constante en la lista de reparto productos perecederos como fruta y verdura e incluso huevos para propiciar una alimentación lo más equilibrada y completa posible a las familias que necesitan de esta ayuda. «Nos supone un esfuerzo importante y dentro de lo que cabe lo estamos manteniendo», comenta con orgullo Arancón.

También están intentando incrementar las cantidades asignadas de productos básicos tan esenciales como la leche, «aumentando un litro o dos más» al mes la asignación. El Banco de Alimentos de Soria cerró el año pasado distribuyendo alrededor de 176.000 kilos de alimentos a familias en situación vulnerable. En lo que va de año ya han hecho entrega de 85.000.