José Luis Bravo

SOPA DE GUINDILLAS

José Luis Bravo

Periodista


Interrail a Soria

13/05/2023

Me reiría si no fuera porque cada vez me duele más la ignorancia y los intereses espurios de nuestra clase política que se revela, sobre todo, en los periodos pre- electorales. Habrán oído hablar estos días de algunas de las promesas políticas que quieren arrastrar el voto de los ciudadanos, tanto para las autonómicas, donde las haya, como para las municipales y generales en todo el país. Desde que acabe estas líneas hasta que usted tenga en las lea en este periódico, habrá algunas nuevas, pero me quedo sobre todo con una que me ha llamado la atención. Primero el Partido Popular y luego el Socialista han anunciado la creación de un 'Interrail', para que los jóvenes viajen por toda España, e incluso Europa, con precios económicos. No me incomoda la oferta. Al fin y al cabo viajar es de lo mejor que podemos hacer en esta vida y, dicho sea de paso, se ha puesto todo por las nubes llegando a duplicarse los costos tanto en los medios de transporte como en la hostelería. Digamos que lo que más me ha chocado ha sido el tratamiento que han dado los medios de gran difusión a la coincidente, aunque no colegiada, promesa de los dos grandes partidos españoles. Mis compañeros de profesión han tardado dos minutos en localizar, en internet supongo, las ciudades que carecen de línea ferroviaria y tras señalar a Ceuta y Melilla por motivos obvios, han recalado en ciudades como Marbella, haciendo ver que los pobres marbellíes, carecen de este medio de transporte, lo cual les ha permitido lamentar la evidente 'discriminación' de esta privilegiada villa costera y otras como Estepona o Mijas en las mismas circunstancias. Ah, y como quiera que un presidente extremeño, puso el acento en cierta ocasión sobre lo lentos que son los trenes entre su comunidad y la capital del Reino, también protagoniza los apenados análisis de los contertulios de las grandes cadenas de radio y televisión.
La peor situación ferroviaria de una provincia española es, sin el menor género de dudas la de Soria. De hecho ahora ni siquiera tenemos servicio porque hay reparaciones en marcha, pero nadie cae en la cuenta de esta circunstancia a la hora de lamentar que los intrépidos jóvenes que quieran viajar a esta parcela de la vieja Castilla no lo podrán hacer con el estupendo interrail de Feijoo o de Sánchez, ya veremos. Y si lo intentan, cuando funcione de nuevo, tendrán que volver por donde han venido. No nos engañemos, pintamos poco, porque somos pocos electores. Soria es Numancia y los torreznos y, por cierto, si sigue así la cosa de la panceta mal frita fuera de la provincia, este magnífico producto va a morir de éxito. Pero eso lo dejo para la semana  que viene.