Ha pasado ya un año desde que 12 jugadoras dieran el paso para formar el primer equipo femenino del CD Golmayo-Camaretas. Entonces la ilusión no fue suficiente para formar un grupo más extenso que permitiera su inscripción en la Liga Provincial Femenina. Muchas de ellas vieron con envidia sana como el CD San Esteban levantaba la Copa Diputación, pero a pesar de todo siguen en su empeño.
Durante todos estos meses no han dejado de entrenar ni un solo día, y con todo el verano por delante para la captación de jugadoras, las mismas 12 integrantes siguen en el barco. «Es espectacular, nadie ha querido dejarlo», comenta Juan Carlos Aguilar, responsable del proyecto.
Tras pasar la que probablemente haya sido la etapa más dura, ahora el optimismo está por las nubes. Todo apunta a que serán el sexto equipo femenino de Soria si consiguen cuatro integrantes más, y lo mejor de todo, cuentan con una preparación suficiente para ser competitivas.
Requisitos. En septiembre de 2022, el CD Golmayo-Camaretas Femenino tenía que renunciar a inscribirse en la Liga Provincial. «No contábamos con suficientes jugadoras, pero tampoco es sencillo porque la Federación no pone facilidades», denuncia Juan Carlos Aguilar. Todos los equipos se nutren en Soria desde edades en infantil hasta juvenil, pero las fichas deben pagarse como absolutas. «Son más de 100 euros por persona por niñas que algunas tienen 12 años», detalla el técnico.
12 jugadoras tampoco es un número suficiente. «Si te fijas, cada equipo está localizado en una zona concreta de la provincia», explica. Valeránica, Castroviejo, San Esteban, Uxama y San José son los equipos que han podido con todas esas dificultades. «El matiz es que el propio San José tiene a muchas jugadoras de la capital, que es nuestra zona más cercana», reconoce.
La paciencia ha sido determinante para el proyecto y tras una reunión con los padres, se decidió seguir toda la temporada a pesar de no poder competir. «Creemos que es lo mejor y ellas han respondido, su actitud es digna de elogio», destaca. El día a día da la razón al responsable.
Entrenamientos. En una pretemporada de nueve meses, es muy difícil controlar y gestionar las emociones de unas jugadoras que no pueden competir, pero consiguieron plantear alternativas. «Están inscritas al fútbol sala y de esa forma al menos tienen la posibilidad de jugar», asegura Juan Carlos Aguilar.
Mientras tantos entrenan tres días por semana. «No fallan prácticamente nunca», comenta. «Si alguien ha empujado para que esto siga adelante, esas han sido las propias jugadoras», añade el técnico. La preparación ha estado enfocada en muchos apartados técnicos y tácticos. «Algunas están empezando, pero la calma de no estar exigidas ha hecho que podamos trabajar bien y ahora han mejorado mucho», reconoce.
Ya tuvieron una primera prueba ante el San José Alevín, una toma de contacto de la que sacaron una conclusión: quieren más. «Este verano somos optimistas y creo que el equipo podrá ser inscrito», anuncia. En dos semanas deben tomar la decisión de apuntarse, pero esta vez todo hace indicar que el fútbol femenino contará con un nuevo y digno rival. El CD Golmayo-Camaretas va a sumar su victoria más importante.