La crisis y el alto precio de la electricidad, el gas y los combustibles fósiles unido al intento de reducir la huella de carbono con fuentes renovables no contaminantes está suscitando un interés creciente por la constitución de comunidades energéticas, entidades conformadas por instituciones, empresas y particulares para la creación, consumo y distribución de energía limpia. Ante las nuevas líneas de ayudas europeas para su constitución y el nuevo marco legal y técnico que se vislumbra de cara a un futuro relativamente próximo (posibilidad de generar y aprovechar la energía también en segundas residencias; baterías virtuales que permiten el almacenamiento y uso del excedente energético producido) Soria quiere seguir llevando la delantera en este sentido con nuevos proyectos que se suman al que en 2020 llevó a Castilfrío de la Sierra a ser pionero al crear la primera comunidad energética rural de España.
Bajo el nombre de Hacendera solar, arrancó su andadura con la idea de reforzar lo común gracias a una experiencia piloto en colaboración con Red Eléctrica Española, Megara Energía y CETASA. A través de un sistema de placas solares en los edificios municipales y en las dos casas (a las que se unirán próximamente otras dos viviendas sociales actualmente en construcción) han conseguido un ahorro del 80% en la factura eléctrica. Ahora esta pequeña localidad de 37 habitantes busca continuar marcando tendencia auspiciando la primera comunidad energética comarcal rural. El proceso, apunta Tomás Cabezón, concejal en el Ayuntamiento de Castilfrío de la Sierra, es una realidad gracias a que Hacendera Solar cuenta con estatutos extrapolables al ámbito provincial, lo que ha facilitado esta extensión del proyecto auspiciada por la Mancomunidad de Tierras Altas. Además, al estar ya constituida la comunidad energética de Castilfrío, esta nueva entidad ha podido echar a andar de forma más sencilla y con más puntuación de cara a las ayudas del Gobierno de España que ya se han solicitado con cargo a la nueva línea CE Implementa. Castilfrío nació como un prototipo «replicable» a otros puntos del país y, por supuesto, insiste Cabezón, con el objetivo de «crecer y hacer comarca». Esta 'expansión' de Hacendera solar, que nació con formato jurídico de asociación siguiendo el modelo de las antiguas agrupaciones madereras, busca también incorporar nuevas fuentes de generación de energía.
Actualmente se nutre de paneles solares, pero desde hace aproximadamente un año, en colaboración con CETASA y el Centro de Desarrollo de Energías Renovables (CEDER) de Lubia, estudian la posibilidad de agregar también a la red de generación de energía mini aerogeneradores eólicos. El sistema está pensado, insiste el edil de Castilfrío de la Sierra, para núcleos poblacionales más grandes, lo que será perfecto para la comunidad energética comarcal de la Mancomunidad de Tierras.
También en el proyecto de constitución de una nueva comunidad energética que auspicia la Diputación Provincial de Soria el objetivo es complementar las placas solares con otros modos de producción energética como la instalación de turbinas en tuberías y otras infraestructuras vinculadas con la distribución y circuito continuo de las aguas, confirma el diputado provincial Matías Ágreda.
La planificación comenzó su andadura el pasado mes de enero con ocho localidades interesadas en formar parte (Almarza, Cabrejas del Pinar, Duruelo, Fuentecantos, Garray, Golmayo, Tardelcuende y Torlengua), pero con la vocación de que, paulatinamente, vayan incorporándose más municipios (administraciones públicas, particulares e incluso pymes). Aún, confiesa Ágreda, está «todo en pañales» a la espera de que se pueda contar con fondos económicos para su puesta en marcha y que surjan más líneas de ayuda para cubrir todo el espectro de iniciativas que se desean incluir con esta comunidad energética. Porque, alega, se necesita «una inversión muy grande» y en pleno año electoral todo está 'al ralentí'. Sin embargo, desde la Oficina de Innovación contra la Despoblación (OID) de Soria, que asesora a la Diputación Provincial en este tema, se sigue trabajando para conseguir que las ventajas de constituir esta comunidad energética también redunden en conseguir nuevos moradores para el medio rural.
sólo empadronados. Así, entre las cuestiones que se valoran es que sólo los empadronados puedan sumarse a esta comunidad energética para beneficiarse de las rebajas en el coste de las facturas de la luz. «Aunque se viva o se trabaje en Madrid, buscamos que a la gente la compense estar en un pueblo», concluye Matías Ágreda. En esta comunidad energética serán los municipios los que tendrán que aportar miembros productores y consumidores de energía, ya sean particulares que cuenten con placas solares en sus tejados, empresas o incluso ayuntamientos en sus respectivos edificios. Tal vez por eso muchos consistorios están comenzando a sentar las bases de esta futura infraestructura gracias a programas de ayudas europeas como el DUS 5000 para la mejora de la eficiencia y la apuesta por las energías limpias. Al mismo tiempo, también los particulares se interesan por estas iniciativas. El pasado 31 de marzo la Asociación para el Desarrollo Endógeno de Almazán (Adema) llevó a cabo una jornada informativa sobre cómo crear una comunidad energética. Participaron alrededor de 30 personas.