Jesús Quijano

UN MINUTO MIO

Jesús Quijano

Catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Valladolid


Que lo pasen bien

03/04/2023

Creo que no hay otros días a lo largo del año que tengan una dimensión tan plural como la que ha adquirido la Semana Santa. Si nos fijamos bien, se verá que cabe todo.

Así es. Para muchas personas prima el aspecto religioso, manifestado de muchas maneras, y estos días lo experimentan con especial sentimiento. Habrá en ello tradición familiar, creencia personal, o un poco de todo, pero muchos de los que, en nuestros pueblos y ciudades, participan en cofradías, procesiones y cultos lo sienten así. Esperan con ansiedad esta ocasión y la viven sinceramente, como algo propio que se ha transmitido de generación en generación y forma parte esencial de su vida.

Hay mucha otra gente que aprecia sobre todo la dimensión artística, a la que contribuye también la estética y la puesta en escena con que se desarrollan las celebraciones de estos días. Y no es de extrañar. En cada lugar donde se mantienen las manifestaciones procesionales siempre hay algo especial, también espectacular en muchos casos. De sobra sabemos que en nuestro entorno hay ciudades y pueblos donde auténticos museos andantes ocupan las calles estos días, con creciente seguimiento y expectación de quienes desean admirarlos.

Hay luego otro sector que viene considerando la Semana Santa como una ocasión para desconectar y lo hace de muchas maneras: viajando, conociendo lugares de interés, buscando espacios tranquilos, casas rurales en sitios pintorescos. Prefieren eso, si es que pueden hacerlo, a permanecer en su lugar habitual. No son pocos los que acostumbran a retornar cada año por estas fechas a su lugar de origen, por razones muy variadas que conocemos suficientemente.

Seguro que hay muchas otras variantes de esta pluralidad en la ocupación de estos días. Todas respetables, todas comprensibles, todas aceptables. Se trata de un pluralismo tan normalizado y tan natural, que ojalá sirviera de ejemplo para otros ámbitos de nuestra vida social en los que no siempre asumimos con tanta tranquilidad y tolerancia los comportamientos, o las costumbres, o las ideas de los demás. Quizá necesitemos más semanas de práctica extensiva de esa actitud. Aunque no sean santas. Y pásenlo bien, hagan lo que hagan, y sea cual sea su opción para estos días.