Garamendi rechaza el "populismo" de reducir la jornada laboral

EFE
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El presidente de la CEOE considera que la propuesta del acuerdo de Gobierno de PSOE y Sumar va en contra de las empresas y puede llegar a entorpecer el crecimiento

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. - Foto: Alejandro Martínez Vélez Eur

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha considerado que reducir por ley la jornada laboral sin reducción salarial es "puro populismo e intervencionismo", y ha asegurado que si algo funciona en este país son los acuerdos sociales, por lo que ha apelado al diálogo social, el que algunos "parece que se quieren cargar".

Durante su intervención en el XXII Congreso de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), que se celebra este jueves en Granada, Garamendi ha precisado que "no estamos oyendo al Gobierno, sino a dos partidos que quieren gobernar".

Para Garamendi, aplicar "fórmulas populistas" como la reducción gradual de la jornada laboral "solo va en contra de las empresas" y lo único que puede conllevar es "entorpecer" el crecimiento: "Si empiezas a no crecer estás condenado a ir hacia abajo", ha afirmado.

Sobre si la reducción de la jornada laboral aumenta la productividad, el presidente de la CEOE ha advertido de que, ante anuncios de este tipo, hay que mirar el coste por hora y el de la seguridad social, y ha apelado al diálogo social porque se ha demostrado a su juicio que la paz social es "la mejor infraestructura del país".

"Con la paz social España funciona y es un eje en Europa. Algunos parece que se lo quieren cargar", ha criticado tras recordar que ya hay convenios que establecen menos de 37,5 horas.

Garamendi ha recordado que hace tres meses firmaron un acuerdo con los sindicatos por tres años, por lo que se ha preguntado si "ya no vale" o si estos acuerdos solo tienen validez "hasta que al regulador se le ocurre cambiarlo".

En su opinión, implantar por ley estas cuestiones es "puro populismo e intervencionismo" y va a afectar a numerosos ámbitos laborales, especialmente al campo y a la hostelería: "Y lo hace gente que no ha visto una empresa en su vida", ha lamentado.

Al margen de la reducción de la jornada laboral, ha considerado que hay cuestiones "casi más peligrosas", como la de la cogestión, por lo que se ha mostrado "rotundamente en contra de este populismo que lo único que puede conseguir es que vayamos hacia abajo", ha incidido.

Aunque ha resaltado la disposición empresarial al diálogo, ha considerado que "hay veces que en la vida hay que decir: ya vale", y ha puesto un símil futbolístico: "Vas a salir al campo pero vas a perder cuatro a cero, pero no te preocupes: lo vas a hacer por ley pero dentro del diálogo social".

Garamendi ha hecho estas reflexiones en una mesa redonda junto al vicepresidente del Centro Internacional de Toledo para la Paz y exministro de Asuntos Exteriores de Israel, Shlomo Ben Ami, y el presidente de la Cámara de Comercio de España, Shlomo Ben Ami.

Cuerva, Sánchez Llibre y González de Lara, contra la reducción de la jornada

En el marco del congreso también se han pronunciado en contra de la reducción de la jornada laboral otros representantes empresariales, como el presidente de la Cepyme, Gerardo Cuerva, quien ha criticado el "populismo y cortoplacismo" de la clase política, ha defendido el diálogo social y ha abogado por pactos de Estado a medio y largo plazo.

En la misma línea, el presidente de Fomento de Trabajo Nacional, Josep Sánchez Llibre, ha dicho que estos "fuegos de artificio o anuncios electorales" son una "falta de respeto" a los trabajadores españoles, aunque ha dudado de que finalmente se lleve a la práctica porque para ello hay que contar con el resto de grupos parlamentarios.

Ha considerado además que este tipo de medidas hacen "un gran daño" a la economía productiva y denotan "una falta de seguridad jurídica que perjudica a las futuras inversiones, a la credibilidad del país y al crecimiento económico"

Por su parte, el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Javier González de Lara, la ha considerado una medida "desafortunada e inoportuna" y ha lamentado la falta de respeto al diálogo social, que es -ha dicho- un elemento de transformación de la sociedad que "no se reproduce por esporas, sino que hay que trabajarla".