La falta de suministros pone en jaque a la empresa soriana

A.I.P.
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Desboca los precios y plazos de entrega de las empresas. Sortean el desabastecimiento, pero ya acusan la ausencia de algunos productos tecnológicos, juguetes y bebidas alcohólicas

La falta de suministros pone en jaque a la empresa soriana - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Las noticias que saltan cada día sobre la crisis en la cadena de suministros son peores que las de la jornada anterior. El colapso mundial se agrava a cada minuto. Las empresas se vuelcan en hacer acopio de género en sus almacenes, proveerse de 'stockaje' suficiente para hacer frente al previsible crecimiento de la demanda de todo tipo de productos, en primer lugar, de cara al Black Friday, pero, ante todo, para afrontar la campaña de Navidad. Este escenario incierto es una consecuencia directa de la pandemia: la economía se paralizó en 2020 y la 'normalidad' consumista volvió con ímpetu. Y las empresas sorianas no son ajenas a ello. Por el momento, no puede concluirse que haya una desabastecimiento generalizado ni estanterías vacías, pero sí escasean determinados productos, y todos los sectores acusan un incremento sustancial en los precios y en los plazos de entrega.  

Según el XIII Observatorio de la Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas (FOES), la mitad de los negocios locales sufre esta escasez de materias primas y los problemas de logística internacional y ven comprometida su productividad. Las mismas fuentes señalan que cuatro de cada diez empresas de la provincia han tenido que extremar la búsqueda de nuevos canales de transporte y el 14,7% se encuentra en la tesitura de no poder producir.

En cualquier caso, por el momento, tal y como podido concluir El Día de Soria a partir de la información recabada entre empresas y sectores económicos, las firmas sorianas están sorteando esta angostura ofreciendo productos similares a los que ya no hay. En todos los casos coinciden en que los precios se han desbocado y los tiempos, tanto para recibir productos y material como para entregar al cliente, ha aumentado exponencialmente.

¿Y qué pasará en Navidad? A poco más de mes y medio de la etapa de consumo más potente del año, (casi) nadie se atreve a asegurar si podrán a hacer frente a la demanda, a lo que hay que añadir que sectores como el de la automoción o la informática, por ejemplo, arrastran meses de ralentización por la escasez de semiconductores en todo el mundo.

Este escenario de vaivenes también está teniendo su reflejo directo en el empleo. Las firmas que se ven obligadas a parar su producción, como el caso de las fábricas de componentes de automoción que arrastran meses en esta situación por la ausencia de 'microchips' en el mercado internacional, recurren a Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para ajustarse a los pedidos y en otros casos, como en los concesionarios de venta de vehículos ya advierten de que si se persiste el problema [las matriculaciones se desplomaron un 41% en octubre en Soria y casi un 2% en lo que va de año], las plantillas se verán afectadas.

bodegas. Mientras que hay bodegas del país que no pueden embotellar o etiquetar sus vinos por la carencia de vidrio, corcho o papel, de momento, las sorianas parece que se escapan de esta coyuntura. Quizás el tamaño de las mismas permite capear con más soltura este temporal. «Tienen más problemas las bodegas de un millón de botellas, pero las de Soria somos pequeñas. De momento, tenemos de todo, cierto stock, pero no sabemos muy bien por cuánto tiempo [...] La campaña está asegurada hasta final de año», afirma Bertrand Sourdais, de Bodegas Antídoto.

De lo que no se libran los vinos sorianos es de la escalada de precios. El combustible está caro; el coste de la electricidad, disparado; los abonos se también cuestan más: y el transporte.. por lo tanto, se pagará más por una botella de vino estas navidades y habrá que ver si lo puede asumir el consumidor.

En el caso de esta bodega, el incremento de los costes de las materias primas está condicionando sus planes de expansión en Dominio de Es, en concreto en las instalaciones que está construyendo en San Esteban de Gormaz. «Van en plazo, tenemos los materiales, pero el presupuesto se ha duplicado», sostiene Sourdais.

Por su parte, Jerónimo Contreras, de Bodegas Castillejo de Robledo, admite que «hay tensión» en el mercado, si bien no tendrán problemas en los próximos tres meses, según sus previsiones. Advierte de que el aumento del precio de los consumibles repercutirá, irremediablemente, en el producto final. «Por ahora, la crisis de suministros no nos está afectando, aunque lo que antes era fácil, ahora da problemas», lamenta.

tecnología. Faltan marcas y soporte de material informático, y lo que hay es más caro. «Hay clientes a los que no les puedes ofrecer un tarjeta gráfica porque no hay en stock [...] En general, no hay productos nuevos y los precios tienden a subir. Los procesadores ya son de undécima generación y estamos ofertando de novena, décima... arquitecturas más antiguas [...] Están las mismas marcas de ordenadores, por ejemplo, pero hay menos donde elegir. No sé cómo llegaremos de suministro para Navidad, no creo que haya desabastecimiento», resume Miguel Herrero, desde el establecimiento Merlin Center.

alimentos y bebidas. «Ahora en lugar de contar con el género en 48 horas, tienes que esperar diez días», asegura José Antonio Omeñaca, presidente de la Asociación Soriana de Empresas de Distribución de Alimentos y Bebidas de la provincia de Soria y propietario de la empresa Exclusivas Omeñaca. Reconoce que faltan «algunas referencias» y, hasta el momento, se consigue sustituir por otras, así que cree que la campaña de Navidad está «más o menos» resuelta teniendo en cuenta las existencias que hay en los almacenes, pero el problema estará «cuando haya que hacer reposiciones», aventura.

Este panorama acumula otra circunstancia: la falta de mano de obra. Omeñaca asegura que «existen verdaderas dificultades» para encontrar personal. Antes de la pandemia, lo habitual era contratar refuerzo ya en junio y parte del mismo se quedaba hasta Navidad. «Este año, ni estudiantes han venido a trabajar en verano [...] Me preocupa más esto, no encontrar gente para trabajar, que la falta de determinados productos», señala.

juguetería. «Todos los años hay retrasos en ciertos juguetes, incluso algunos no llegan hasta diciembre. Pero este año hay más retraso todavía y aún no sabemos si recibiremos todos los pedidos, aunque nos han asegurado que sí, no así en el caso de las reposiciones de aquellos artículos que puedan agotarse», explican desde la sección de Juguetería del hipermercado E. Leclerc. 

Por el momento, sí disponen en sus lineales de coches teledirigidos, «aunque falta alguna marca y van sirviendo poco a poco», si bien reitera que aún es pronto aventurar qué puede faltar de cara a la temporada navideña o qué artículos marcarán tendencia este año y, por tanto, serán los que antes se acaben.

construcción. Las tensiones alcistas del precio de materiales como el aluminio, el acero o el hierro, que registran costes máximos, afectan sustancialmente al sector de la construcción y a las auxiliares que dependen directamente del mismo. «Hay obras que están ralentizadas», asume el presidente de la Asociación de Empresas de Construcción y Obras Públicas de la Provincia de Soria (Aecop), Rafael Martínez.

«Por ejemplo, podemos tener pladur, pero no llegan los perfiles, los tornillos o las siliconas concretas que se necesitan para poder montarlo [...] Está habiendo problemas de suministro en los derivados del hierro, no sabemos si es por el transporte, por el gas o por qué [...] Y los precios de la madera ya han aumentado, también el aluminio, los derivados del plástico... y a primeros de año se espera una subida del cemento», enumera.

Esta situación está retrasando, asimismo, la entrega de algunas promociones de viviendas, ya que aunque el 99% de la obra esté terminada, con cualquier remate que falte no se puede dar las llaves a sus propietarios. Y tampoco se puede trasladar los mayores costes al cliente, que ya compraron la vivienda con un precio fijado. «Es muy complicado. No sabemos en qué desembocará todo esto», añade el presidente de Aecop.

También la construcción acusa la falta de mano de obra, en particular de renovación de aquellos profesionales que se jubilan. «Nos vamos arreglando, pero habrá que cambiar hacia una construcción mucho más industrializada», aventura Martínez.