La empresa soriana no ve viable la semana laboral de 4 días

A.I.P
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Por su parte, las organizaciones sindicales consideran que es una fórmula que redunda en la productividad, en la conciliación y en la calidad de vida de los trabajadores. Asimismo, creen que es factible su implantación en el tejido industrial soriano

La patronal soriana no contempla la semana laboral de 4 días

La jornada anual media pactada en los seis acuerdos (de empresa y de ámbito superior) de la provincia de Soria publicados hasta el mes de marzo en el Registro y Depósito de Convenios Colectivos del Ministerio de Trabajo y Economía social asciende a 1.762,81 horas. Ello implica que, dividido ente las 48 semanas laborables del año, un total de 4.659 trabajadores de 926 empresas sorianas acuden a su puesto una media de 36,72 horas semanales, un escenario que está lejos de la propuesta que recoge la resolución publicada el 13 de abril por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo sobre la convocatoria de ayudas dirigidas al impulso de la productividad en pequeñas y medianas empresas industriales a través de proyectos piloto de reducción de la jornada laboral. En concreto, el planteamiento es recortar al menos un 10% el número de horas de trabajo y mantener el salario de las plantillas durante dos años, un proyecto piloto que ha alentado el debate sobre la semana laboral de cuatro días (32 horas).

Así las cosas, los empresarios sorianos ven más contras que pros en esta fórmula. Desde la Cámara de Comercio de Soria admiten que es una «tendencia global», a juzgar por la cantidad de programas piloto que se desarrolla en varios países y grandes corporaciones. «Ahora llega también a España con el programa de subvenciones del Gobierno para ayudar a las empresas a probar el nuevo sistema de cuatro días, pero no es fácil de implementar», aducen.

Las mismas fuentes advierten de que la medida del Gobierno cuenta con un presupuesto cerrado (9,6 millones) por lo que no alcanza a todas las empresas y, además, solo atañe al sector industrial y no a toda la plantilla, sino a determinados departamentos, lo que podría derivar en un agravio comparativo fuente de conflictos. 

Asimismo, desde la Cámara avisan de que algunas empresas tendrían que cerrar de viernes a domingo o contratar más empleados y hacer horarios rotativos, y recelan de que este sistema de cuatro días a la semana beneficie al empleo, teniendo en cuenta la alta temporalidad laboral en el país.

«Será muy interesante ver cuántas pymes industriales solicitan esta subvención y cuáles serán los resultados, pero desde luego, viendo los requisitos y el trabajo interno que hay que hacer para acogerse a la subvención, creo que no va a haber peticiones masivas, tampoco en Soria», sostiene el presidente, Alberto Santamaría.

Alude al teletrabajo que se generalizó con motivo del confinamiento por la pandemia y, una vez pasada la crisis sanitaria, la mayoría de las empresas han vuelto a la presencialidad.

«Hay que cambiar de mentalidad y es un tema cultural en las organizaciones españolas. Se trata de trabajar mejor y de centrarse en aumentar el rendimiento y la productividad los cuatro días que se trabaje. Y esto requiere un análisis y también plantearse medidas como formación en gestión del tiempo o competencias digitales de las personas trabajadoras, en los puestos donde sea factible, analizar los ladrones de tiempo, gestión eficiente de las reuniones, ir midiendo resultados, etcétera», finaliza.

FOES. Desde la Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas (FOES) consideran que la semana laboral de cuatro días es «factible» en determinados puestos que se enfocan en el cumplimiento de objetivos y metas específicas, más que en el número de horas trabajadas. «Estaríamos hablando de puestos de trabajo como consultores, investigadores, comerciales, desarrolladores de proyectos, arquitectos, profesionales autónomos…», enumeran.

Por el contrario, su implementación sería «difícilmente viable» en empresas que necesitan una atención constante al cliente. En estos casos, desde el punto de vista del trabajador y desde la perspectiva de la carga de trabajo, parece «complejo» trasladar las horas del quinto día al resto de la semana laborable, puesto que existe un consenso unánime acerca de que trabajar con continuidad, «más de ocho horas diarias puede disminuir la eficiencia y productividad, y además puede tener un impacto negativo en la salud y generar estrés adicional». «Partiendo de lo anterior, habría que plantear además si los trabajadores, trabajando cuatro días en semana, estarían dispuestos a sacrificar un 20% de su sueldo». Según FOES, en caso afirmativo, las empresas tendrían que contratar trabajadores para suplir esa quinta jornada, lo que implicaría mayores costes (como el de reorganizar horarios y carga de trabajo, así como los derivados de nuevas contrataciones). «Y en este punto habría que estudiar si el mercado y los consumidores en general, estaríamos dispuestos a asumir un coste adicional por los mismos productos y servicios», puntualizan.

La patronal advierte de que, previamente, habría que trabajar para alinear las demandas de los clientes con la satisfacción de los empleados, y encajarlo en términos de productividad de cada empresa y de competitividad (no solo a nivel nacional, sino también internacional).

«Hay que insistir en que la realidad particular de cada empresa o sector es diferente, por lo que habría que evaluar estos parámetros muy concienzudamente antes de tomar una decisión. En la provincia de Soria, por nuestro tipo de tejido productivo, pueden plantearse mayores dificultades, pues no olvidemos que el 98% del tejido productivo está formado por pymes y micropymes con pocos trabajadores. Si a ello sumamos que el 76% de las empresas pertenecen al sector servicios, con un peso importantísimo de la hostelería y el comercio, esta jornada es complicada de adaptar», consideran desde FOES.

Por último, la patronal estima que no es el momento de plantear esta medida, en primer lugar, por coincidir con un año electoral y, en segundo, por el contexto económico actual de incertidumbre, por la persistencia de la inflación y por los movimientos de países como Estados Unidos, que aportan ventajas competitivas a determinadas empresas y sectores.

medida «positiva». Por su parte, el secretario general de Comisiones Obreras en Soria, Javier Moreno, pone de manifiesto que se trata de una medida «positiva» y apuesta por que el debate se abra de forma «generalizada», más allá de la línea de subvenciones que ha habilitado el Gobierno. «Se trata de tener más tiempo para la conciliación, para la formación y para el ocio. Todo ello supone un beneficio para los trabajadores, siempre que no suponga una merma del salario [...] Puede ayudar a reducir el absentismo y a mejorar la productividad. Ese concepto antiguo de cuanta más presencialidad haya más se rinde es un error», argumenta.

A su juicio, aplicar la jornada de cuatro días a la semana (32 horas) es posible «en cualquier sector» y confía en que las empresas sorianas se acojan a esta posibilidad que ofrece el Ejecutivo central a través de la convocatoria de ayudas. «El valor más importante de una empresa es su plantilla», reitera. Por ello, Moreno anima a adherirse a esta fórmula, siempre que se cumpla la ley y no derive en horas extra sin retribución.

«En las grandes empresas, por supuesto, que es aplicable. Es más complicado en pymes o en determinados sectores como el comercio o en la hostelería. Pero es cuestión de voluntad de todas las partes. La tendencia ya está en Europa y donde se ha probado, el 90% ha continuado», sentencia la secretaria provincial de UGT Soria, Azucena Pérez.

La sindicalista también alude al teletrabajo, «impensable» antes de la pandemia que demostró que era viable. Sin embargo, la mayoría de las empresas ha vuelto a la presencialidad de sus trabajadores.

«En Soria el tejido industrial es bastante tradicional. Quitando las grandes compañías que, quizás, se acojan a la línea de subvenciones para probar la semana laboral de cuatro días, el resto no creo que lo proponga. Nosotros, donde tengamos representación sindical, lo vamos a intentar», asegura la representante de UGT.

Así, Pérez resalta que esta fórmula redunda en la conciliación laboral y familiar, en la formación y mejora la productividad. «En España hay un sobrepresentismo laboral que no está aprovechado. No por hacer muchas horas se rinde al 100%», zanja.