La economía sumergida, a flote

Carlos Cuesta (SPC)
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La presión fiscal, el incremento de las inspecciones y la obligación de estar en regla con Hacienda para recibir ayudas del Gobierno hacen que el dinero oculto en España caiga al 15,8%, 1,5 puntos menos que la media de la UE

La economía sumergida, a flote

De España se ha comentado mucho que es un país con una gran picaresca, especialmente, a la hora de evadir impuestos al fisco. Un fenómeno que podría está cambiando, según la Oficina de Prospectiva y Estrategia, que aseguran que la economía sumergida nacional ha caído al 15,8% y ya es 1,5 puntos menor que la que registra la media de la Unión Europea.

El informe no apunta a una mayor concienciación y mentalidad social de contribuir a mejorar la salud de las arcas del Estado sino, más bien, a una realidad que viene marcada por una mayor presión fiscal, un incremento de las inspecciones y, sobre todo, las exigencias del Gobierno de estar en regla con Hacienda para beneficiarse de las ayudas que el Ejecutivo ha dado tanto a las empresas como a los autónomos para paliar los efectos indeseados de la pandemia e, incluso, de la inflación.

Los economistas también atribuyen esta situación al uso de la Agencia Tributaria de una tecnología vanguardista que es capaz de cruzar de forma automática los datos de los contribuyentes y aflorar muy eficientemente a los defraudadores y las prácticas ilegales.

Esta mejora y la mayor profesionalización de Hacienda en lo que se refiere a un mayor control tributario llevó al Gobierno a registrar un aumento de la recaudación del impuesto del IVA de unos 6.000 millones de euros anuales tanto en 2022 como el pasado ejercicio 2023.

En este contexto, el porcentaje del consumo de hogares que tributa IVA creció en España entre seis y siete puntos tras el impacto de la pandemia sin que hubiese variaciones significativas de la normativa, lo que explica el aumento del afloramiento de actividades opacas al fisco en el país.

El informe deja a España por debajo del fraude tributario que se registra en la UE. Es la mayor diferencia de los últimos 20 años desde que existen registros y, según los analistas fiscales, se debe a que la protección que el Estado lanzó a partir de 2020 sirvió para que buena parte de las empresas que desempeñaban su actividad de espaldas a la Agencia Tributaria optaran por regularizar su situación con la intención de acceder al auxilio ofrecido por las ayudas del Ejecutivo.

Asimismo, la caída del pago en metálico y la presión de los inspectores de Hacienda ayudó a rebajar las transacciones no declaradas, cuyo mayor impacto se concentra ahora en torno al sector agrícola, en determinados segmentos de la hostelería y en transacciones de alquileres no declarados. 

Recuperación

Según los expertos financieros, la principal conclusión que explica el inesperado aumento recaudatorio actual obedece a múltiples factores que van desde la recuperación empresarial, el crecimiento del PIB, el aumento del empleo, el control de la inflación y, especialmente, medidas fiscales más agresivas que dificultan en mayor medida prácticas opacas al fisco.

Un tema también importante es el que se refiere a la prohibición del Gobierno de aceptar pagos, tanto entre particulares como de empresas, superiores a los 999 euros en efectivo, lo que ha sacado del mercado prácticas que se venían realizando históricamente impidiendo que el Fisco aflorara miles de millones de euros.

Que baje el nivel de economía sumergida en España es una gran noticia para los españoles, especialmente para las personas y empresas que cumplen fielmente con el Fisco. Además, si el Estado aumenta la recaudación se puede permitir un mayor gasto público para afrontar necesidades sociales, reducir el déficit y financiar todo tipo de recursos y políticas necesarias actualmente.