Un hielo tardío «fuerte» altera el ciclo del viñedo

S.L.O.
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Las zonas de valle, como Atauta, han acusadomás la incidencia, pero se confía en que lascepas puedan renovar los brotes dañados

Un hielo tardío «fuerte» altera el ciclo del viñedo - Foto: E.G.M

Aunque en Soria siempre ha habido heladas tardías, una acontecida en las últimas semanas «ha sido más fuerte de lo normal» por estas fechas y ha dejado afectados, principalmente, «a los viñedos que se encuentran en zonas de valle» de la DO Ribera del Duero de la provincia, como los de Atauta, cuya estampa es «como si estuviéramos en febrero o marzo». Esto supone que las cepas tengan que volver a brotar y vayan, al menos, con un mes de retraso después de haber conseguido un buen crecimiento. Eso siempre que las condiciones sean favorables y les permita comenzar de nuevo con el ciclo. Pero todavía «es pronto» para vaticinar si esto afectará sustancialmente al desarrollo de las plantas y a la posterior producción, pues aún no se ha acabado la primavera, por delante queda el verano, con visos de presentarse caluroso como el anterior y con posibles efectos sobre todos los cultivos, y no es hasta otoño cuando se vendimia. 

«Ha sido muy localizado; este año los valles han sufrido más, las partes localizadas de zonas profundas de un valle», indica el presidente de Viñas Viejas de Soria, Bertrand Sourdais. Considera que todavía hace falta esperar un tiempo para conocer los efectos concretos sobre los viñedos:«Es temprano para conclusiones». Al tiempo, el también enólogo y bodeguero confía en que la situación pueda remontarse en las próximas semanas siempre que las condiciones lo permitan. «Al principio pensábamos que era alarmante, porque lo vimos muy mal, pero ha sido en zonas muy concretas y otras permanecen intactas, así que ahora lo vemos un poco menos malo y esperamos que no sea para tanto», puntualiza. 

mirando al cielo. En el campo es ineludible tener que estar al albur de lo que venga del cielo, aunque esta helada tardía más recia de lo habitual no se achaca a la incidencia del cambio climático como tal, según Carlos Martínez Tomás, con unas 16 hectáreas de viñedo en Atauta y miembro de la Sectorial Vitivinícola de Asaja Soria. «La verdad es que siempre ha habido heladas, lo que pasa es que ésta ha sido más fuerte de lo normal», indica sobre la acontecida en la madrugada del miércoles 17 de mayo. Para ver el impacto de la helada destaca que en la estación de meteorología que tienen entre las viñas «registramos -3,3 grados, pero en algunas zonas se llegó a los cuatro bajo cero». 

Martínez Tomás recalca que en la zona del valle de Atauta, donde posiblemente se superen las 60 hectáreas de viñedo, «la mayoría está afectado», salvo «algunas parcelas que se pueden contar con los dedos» que se encuentran más en altura, con mayor resguardo, porque «se movía un poco más el aire o el hielo no ha penetrado tanto y se han podido salvar». Reitera que se trata de «un cultivo muy delicado» en el que la acción del hielo a estas alturas del año, cuando ya había brotes crecidos, «es muy perjudicial». «Es un momento en el que la planta tiene más movimiento y cuando están los brotes pequeños y, aunque ha helado muchos años porque en esta zona es normal, en otras ocasiones han sido zonas determinadas, pero esta helada ha sido tan fuerte que se ha llevado todo lo del valle; también parcelas de cereal». «Es el problema de tener un valle, que las heladas se llevan todo lo de las zonas bajas y en Atauta casi todo el viñedo está afectado», precisa. La panorámica del valle es, como indica este agricultor y como puede apreciarse en la instantánea, «como si estuviéramos en el mes de febrero o marzo». 

temperaturas suaves. Lo que necesitaban las cepas en estos momentos son «temperaturas suaves» para continuar con la normal evolución de crecimiento de los brotes que después den racimos aptos para elaborar buenos caldos. «La viña siempre coge el agua de invierno porque tiene unas raíces muy profundas y ahora, en cuanto emergen los brotes, lo que necesita es buen tiempo, porque cuanto más calor más rápido brotan», aclara este miembro de la Sectorial Vitivinícola de Asaja Soria. Pero el cultivo también se ha encontrado con otro escollo este invierno: la falta de agua. De este modo, «a las viñas más jóvenes se les ayuda con riego, aunque las más viejas no tienen regadío ni nada que les ayude» porque, en teoría, sus raíces profundas serían suficientes para encontrar el agua que necesitan.

Ahora las heladas han añadido un problema para cuyas consecuencias no sólo hay que esperar a los próximos meses para notarlas y cuantificarlas, pues todo este daño que haya podido afectarles ahora tiene su repercusión al año que viene. «Ya no sólo el retraso de un mes que conlleva que se haya llevado los brotes y tengan que volver a brotar, sino a ver los palos que brotan de cara a tener poda y poder dejar palos, porque al año que viene pagamos las consecuencias también del hielo».

previsión. Para hacer previsiones de cara a cuáles serán los daños reales «es pronto», coinciden tanto el presidente de Viñas Viejas de Soria como el miembro de la Sectorial Vitivinícola de Asaja Soria. Este último destaca lo «complicado» que es siempre vaticinar cómo evolucionará el agro, más ahora «tal y como está el tiempo de loco». 

La vendimia queda todavía muy lejos y ahora, incide Martínez Tomás, «el ciclo de la cepa tiene que volver a iniciarse» hasta completarse los racimos:«Abrir yemas, salir palos, empezar a formar racimos, si es capaz de formarlos, y en el caso de que de esas viñas puedan brotar algo, ya veremos cómo llega la maduración de la uva, que es muy importante». Pero para eso todavía hay muchos meses por delante para mirar al cielo. «Esperemos que llueva algo», indica este profesional del agro soriano, pues entiende que es «bueno para todo», aunque para algunos cultivos, como el cereal, «es un poco tarde ya» para salvar lo que está minado.