Áspero debate entre Martínez e Izquierdo en La 8 Soria

A.I.P
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Los candidatos del PSOE y el PP se enfrentan en el plató de La 8 Soria en un debate cargado de reproches y salpicado, desde el principio, de las políticas del Gobierno central y el autonómico

Áspero debate entre Martínez e Izquierdo en La 8 Soria - Foto: E.G.M

En el primer minuto de presentación de la candidata del Partido Popular a la Alcaldía de Soria, Belén Izquierdo, salió el «gordo», según su contrincante, el aspirante socialista a la reelección, Carlos Martínez. Se refería así a la alusión al «independentismo», a «los etarras» y a «lo que le escriben desde Madrid» por parte de la alcaldable que mencionó la ley del 'solo sí es sí' o los indultos que, según Izquierdo, «nos avergüenzan». Mientras Martínez apeló en sus 60 segundos a un proyecto que requiere de «consolidación» y «continuidad», y reiteró la necesidad de aprovechar las «oportunidades» que ofrecen los fondos europeos, Izquierdo habló, sobre todo, en este turno de estas cuestiones nacionales y aseguró que «Soria ha despertado en esta campaña de la mayoría absoluta» de Carlos Martínez. 

Esto en el arranque del cara a cara entre ambos líderes, conducido por el director de La 8 Soria, Iván Juárez, que  pudieron ver los espectadores en la noche de este jueves. Un debate a dos, dividido en bloques temáticos que se solaparon, que se prolongó más de una hora y media y que mantuvo un tono áspero de los adversarios.

El primer bloque propuesto fue urbanismo y vivienda. Poco se abordó esto último y más tiempo se destinó a buscar 'culpas' y 'culpables' en torno al Cerro de los Moros y a otras «herencias envenenadas». Y es que el 'y tú más' marcó buena parte de las recriminaciones partidistas que se lanzaron uno y otro. No hubo en este caso baldosa física en mano como en el debate a cuatro de una semana antes, pero sí foto del estado de las aceras de Los Royales por parte de Belén Izquierdo, que mencionó el pavimento más polémico de esta ciudad mucho más adelante, ya en el bloque de política social, para entonar un «¡Viva el adoquín!» y desacreditar así la retahíla de proyectos reiterados por el candidato del PSOE y que, para él, serán determinantes en el futuro de la capital.

Uno de los puntos de la discordia a lo largo del programa fue la reclamación de Carlos Martínez de un colegio público en Los Royales, una propuesta que no contempla Izquierdo al considerar que el servicio ya lo presta el centro concertado de los Escolapios.

La sanidad se coló a cuenta de la noticia de esta semana en torno a la suspensión  o no del servicio de rehabilitación psiquiátrica del hospital Virgen del Mirón durante el verano y a los años de retraso del nuevo centro de salud Soria Norte.

Las políticas sobre los impuestos también fueron terreno hostil. Martínez ve inviable la reducción que plantea Izquierdo y cree que supondrá un recorte en los servicios municipales. La 'popular', que mostró el recibo del IBI de una vivienda de su propiedad en la capital para rebatir las cifras del socialista, aseguró que la bajada de impuestos se compensa con «gestión» y se comprometió a «no recortar». Carlos Martínez, que acusó al PP de «falsear» datos y «retorcer» la realidad, fue tajante en la defensa de su política fiscal: «Tenemos un Ayuntamiento absolutamente saneado y las cargas impositivas son las más bajas de España». Tardó en salir la fiscalidad diferenciada, pero tuvo su momento. 

Continuó hasta el final el reguero de reproches, incluso salieron a relucir nombres como los de Posada y Lucas, en boca de Izquierdo para echar en cara a Martínez que en su día criticara la dilatada carrera política de los sorianos cuando él busca su quinta legislatura -«dinosaurio», refirió en algún momento de esta disputa-.

Sobre la Diputación y los acuerdos de gobierno también hubo gresca. El líder socialista habló de «sainetes», «transfuguismo», «ruido de sables», «pactos de notaría»... para analizar la legislatura en la institución provincial y alertó de una posible «réplica» del Gobierno de la Junta (PP y Vox) en el Ayuntamiento y en la Diputación. Su línea roja es la «extrema derecha», mientras que Izquierdo se mostró disputa a dialogar «con todos».

Para finalizar, minuto de oro. La alcaldable del PP apostó por el «cambio en Soria y en España», y el del PSOE reiteró que no se puede «entender el progreso» de la ciudad desde «un regreso al pasado».