El termómetro del consumo

C.C. (SPC)
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La expansión del comercio en todo el mundo ha propiciado 'la edad de oro' de la paquetería y ha convertido al cartón en una medida excelente para predecir el crecimiento económico

El termómetro del consumo

Hasta la llegada de la pandemia y el boom que alcanzó el comercio electrónico con los pedidos masivos por internet, jamás se utilizó el cartón como uno de los indicadores para analizar la previsión del crecimiento económico.

La expansión de las ventas ha propiciado lo que los economistas definen como una edad de oro de la paquetería. Todo cabe en una caja de cartón, desde un libro, un teléfono móvil, un electrodoméstico, alimentos, pizzas, brick, huevos, zapatos, ropa, una bicicleta, juguetes, una cámara de fotos, un recambio... prácticamente todo se suministra en un envoltorio de papel duro tratado.

Los pedidos digitales han convertido este material con un coste relativamente pequeño, ligero y resistente en el rey del embalaje de este siglo, destronando al plástico que, debido a sus enormes efectos contaminantes, está siendo exterminado en la medida de lo posible frente a esta materia más sostenible.

Los expertos que siempre están pendientes de la cotización de las materias primas como el aluminio, el cobre, el hierro o, por ejemplo, el petróleo para el funcionamiento esencial de la mayoría de las industrias, ya hablan del cartón y tienen muy presente su cotización como uno de los termómetros del crecimiento de los mercados conscientes de que cada mercancía que se mueve viene etiquetada, será transportada, entregada y desenvuelta en un tiempo récord, independientemente de su procedencia.

La prueba definitiva de que el cartón se ha convertido en un material de primera necesidad es que las oscilaciones de precio alertan del comportamiento que va a tener el consumo en los próximos meses. 

 Así, por ejemplo, en España, cada día se mueven unos 2,2 millones de paquetes de cartón en un escenario sin precedentes que se ha visto reforzado por los servicios de distribución del comercio de proximidad que ha mejorado su competitividad con el reparto a domicilio para mejorar la satisfacción de sus clientes y de sus tasas de facturación y beneficios.

La industria del cartón considera que este producto es el más idóneo para envolver cualquier cosa que tenga que transportarse y asegura que como dato incomparable el 75% que se utiliza es reciclable frente al 5% del plástico o el 30% del vidrio. De hecho, el cartón ondulado acapara ya el 95% del total de las ventas servidas a domicilio.

Empresas como la irlandesa Smurfit Kappa o las americanas Internacional Paper y Westrock controlan no solo la mayor parte del mercado de producción de cartón, sino también una buena parte de bosques, aserraderos, fábricas de papel y celulosa y plantas de reciclaje en los países emergentes como Brasil, India, Canadá o Polonia.

En 2020, último año que se conoce sus datos, fabricaron 400.000 millones de toneladas y la previsión es que se dispare hasta 1,6 billones de toneladas en 2032.

Los analistas defienden que nunca antes se ha dependido tanto de un solo tipo de material en embalaje y hasta la industria del plástico ha entendido que si quiere sobrevivir y competir con el cartón tiene que apostar por un producto reciclado que no deje residuos.

Nueva legislación

En este sentido, existe ya una nueva normativa comunitaria para las empresas de logística que las permitirá ejecutar repartos aéreos con cargas de hasta 25 kilos. 

El cartón va a ser el gran beneficiario del nuevo reglamento de envases y residuos que obliga a que para 2030 todos los paquetes que circulen por la UE deberán ser reciclables, aunque no hay que olvidar que habría que avanzar en su proceso de producción para que fuera más sostenible y emplee menos productos contaminantes.