El Gobierno canario ha declarado la situación de alerta para todo el archipiélago por un episodio de calima fuerte que durará varios días.

Así lo ha decretado la Dirección General de Seguridad y Emergencias en función de este fenómeno meteorológico adverso, del que ha avisado la Aemet.

Se prevé que una fuerte calima, que ha comenzado a percibirse a partir de este mediodía, se extienda durante varios días por todo el archipiélago.

Una densa calima cubre Canarias - Foto: NASA

Las concentraciones de polvo africano en el ambiente serán importantes y reducirán, como hacen ya, la visibilidad de forma muy significativa.

Por el momento, ha dejado inoperativos durante horas los aeropuertos de Gran Canaria, Tenerife Norte y Tenerife Sur.
Este cese de la actividad en estos aeródromos ha afectado a unos 230 vuelos de llegadas o salidas a estas dos islas.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha decidido suspender todos los actos de Carnaval previstos para mañana domingo, según ha informado en un comunicado urgente. La suspensión de los actos afecta al encuentro de murgas infantiles en el parque Santa Catalina, a la fiesta infantil también en el parque y a la cabalgata infantil programada a partir de las 17,00 horas.

Además, la Federación Canaria de Fútbol ha decidido suspender todos los partidos, tanto de categoría territorial como nacional, programados para la jornada de mañana, domingo, en las provincias de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, según ha informado este sábado en un comunicado urgente.

Una densa calima cubre Canarias - Foto: BORJA SUAREZ

Ante esta situación, el Gobierno canario ha recomendado a la población que evite salir a la calle si padece enfermedades respiratorias crónicas y, si es así, que se tenga a mano la medicación habitual.

De igual forma, se aconseja cerrar puertas y ventanas, beber líquido y evitar los ambientes secos, no realizar ejercicio físico severo mientras dure esta situación y acudir al médico en el caso de encontrarse mal.

A quienes circulen por carretera se insta a extremar las precauciones, encender las luces y reducir la velocidad, ante el peligro que entraña la reducción de la visibilidad.