Alberto Palacios Lázaro

Alberto Palacios Lázaro


Caerse del caballo

17/06/2023

Por las temáticas escogidas en éstas, mis primeras columnas, es probable que los lectores más avispados haya deducido que servidor escribe desde la diáspora. Seguro que uno no es tan sutil y todos han llegado a esta conclusión. Puede que, de primeras, el lector piense que no soy representativo al redactar más allá del Caballo Blanco o la estación de tren. Pero, si lo piensa dos segundos, concluirá que, tristemente, soy especialmente representativo. Uno de los retos a los que todo soriano de pro se enfrenta alguna vez es al de explicar las Fiestas de San Juan a un forastero. Los que llevamos años viviendo fuera, afrontamos este Everest dialéctico con más asiduidad. Todo el mundo tiene un primo que estuvo una vez en las fiestas de Soria «y se cayó del caballo». Uno no sabe si es que se dio cuenta de que son las mejores de España o que, literalmente, se dio un costalazo en Cañada Honda. La grandeza de nuestros Sanjuanes. Cuesta sintetizar todos los ritos que replicamos, en una eterna lucha contra el tiempo, año tras año. No es fácil explicar el concepto de Cuadrilla. A uno le toman por loco si cuenta cómo es La Saca o que el sábado hay un tío pegando voces, casquería varia en mano. 
Creía que describir a un foráneo lo que es San Juan era una de las cosas más difíciles. Creía. El otro día, un amigo trajo consigo a su nuevo y fugaz compañero de piso. Un Erasmus italiano, estudiante de Ciencias Políticas. Todo iba bien hasta que hizo la pregunta más difícil. «¿Qué pasa en España?». Sin anestesia. Los patrios empezamos a mirarnos. «¿Qué le decimos a este hombre?», nos preguntamos entre nosotros con los ojos. Nadie tomó la palabra, pero porque no sabíamos por dónde empezar. Podríamos haber arrancado explicando la odisea que supone encontrar un alquiler y que, como solución, PSOE, ERC y Bildu han aprobado una Ley de Vivienda que topa los precios, lo que contraerá más el sistema. Por no hablar de independizarse. «Por eso mi amigo comparte piso y gastos con un Erasmus italiano», pensé. Pero el curioso politólogo no tenía la culpa. Podíamos haberle explicado que el entorno de ETA es socio preferente del Gobierno. Que las más y mejores feministas obviaron el COVID y ahora han rebajado más de 1.000 penas a abusadores y han sacado de la cárcel a más de 100 violadores. Que el Presidente manoseó el Código Penal para rebajar las penas por malversación y eliminó la sedición para contar con el apoyo de indepes corruptos. Que no dejan de colocar a los suyos y de señalar y descalificar a los 'otros'. Que la igualdad radica en que se humilla a jueces y a empresarios por igual. Que el límite de caracteres no me deja seguir, pero no será por falta de tropelías. Tomé la palabra. Como buen soriano, miré al romano -quién nos lo hubiera dicho- y dije: «Antes que responder a eso prefiero explicarte desde el Desencajonamiento hasta el Martes a Escuela».