Tras el parón vacacional de la Semana Santa, los partidos vuelven a la carga con la vista puesta en las inminentes citas con las urnas de este 2023; un acelerón electoral que ayer se vio impulsado por la publicación de varias encuestas de medios nacionales. Todas situaron al PP como triunfador en las próximas generales.
Los sondeos, difundidos por los periódicos El País, El Mundo y La Razón, colocan a los populares en el primer puesto en intención de voto, pero discrepan en el número de escaños que sacaría: de 122 a 135 o 144 asientos en el Congreso.
Dichas encuestas reservan el segundo lugar al PSOE, pero también ofrecen visiones distintas sobre su tendencia, ya que para unos sube y para otros baja; lograría 109 escaños en el mejor de los casos, o entre 89 y 91 diputados en el peor.
Por detrás en todos los sondeos se posiciona Vox, con entre 40 y 41 representantes, seguido de la plataforma de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en estos barómetros.
En algunas encuestas Sumar irrumpiría con fuerza, al obtener entre 28 y 35 escaños, mientras que Unidas Podemos bajaría a 31 diputados (El País), a ocho (El Mundo), o a entre tres y cinco (La Razón).
Ante este escenario de sondeos, las reacciones no se hicieron esperar, siendo una de las primeras en pronunciarse la portavoz de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, Pilar Alegría. La ministra de Educación y FP negó que la irrupción de Sumar pueda robar votos a los socialistas, subrayando que lo que está haciendo es movilizar a quienes se decantaban por la abstención, al tiempo que confió en que finalmente las formaciones a su izquierda puedan completar el «puzle».
«La aparición de Sumar, el intento de unificar a esos partidos que están a la izquierda del PSOE, creo que tiene un componente muy alto de motivación y de movilización y eso es positivo», valoró. Además, Alegría aclaró que en las encuestas internas del PSOE han detectado que lejos de robarle votos, lo que está logrando Sumar es «una mayor movilización y sobre todo una movilización de la abstención, con lo cual es positivo para el electorado progresista».
Para el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, las elecciones del 28-M constituyen la «primera etapa para conseguir un cambio de Gobierno en España», si bien está convencido de que en estos comicios «el partido de Sánchez aguantará mejor» que en las generales, algo que achaca la «lógica electoral». Por ello, tras asegurar que se hace «corresponsable» del resultado de las autonómicas y municipales, emplazó a los suyos a trabajar estas semanas para lograr «una nueva mayoría» que permita gobiernos «fuertes, sólidos y estables».
«Os animo a darlo todo en las siete semanas que restan. Os animo a demostrar que no hay nada hecho y que todo está por hacer», reclamó Feijóo a los cargos del PP en su intervención ante la Junta Directiva del partido.
El jefe de la oposición articuló su discurso de arranque de la campaña electoral en este órgano en torno a tres ejes: en qué lugar está el PP y cuáles son los objetivos; para qué quieren ganar los comicios; y cómo quieren vencer, pidiendo en este punto mayorías para lograr gobiernos «fuertes».
Desalojar a Sánchez
Mientras, el vicepresidente de acción política de Vox, Jorge Buxadé, desveló que en su partido «preocupa que la constante insistencia del PP en romper con Vox» pueda poner «en riesgo serio y grave la posibilidad de desalojar a (Pedro) Sánchez de la Moncloa».
Buxadé respondió así a los dirigentes del PP Cuca Gamarra y Borja Sémper, después de que este pasado fin de semana ambos afirmaran que «no quieren saber nada» de Vox, lo que a su juicio confirma la «estrategia» del PP hacia ellos desde navidades. «Nos damos por enterados, no significa conformes», apuntó Buxadé.