El tren de los domingos entre Soria y Tardelcuende se convirtió ayer en un viaje de película para más de un centenar de niños y adultos que disfrutaron en familia de una jornada repleta de actividades lúdicas y educativas. El encuentro, organizado por el Certamen Internacional de Cortos Ciudad de Soria y la Asociación Cultural Gaya Nuño, en colaboración con el Ayuntamiento de Tardelcuende y Renfe tuvo una gran acogida por los sorianos con aforo completo.

A las 16.45 horas, el silbato del tren marcaba el inicio de una tarde muy especial para los más pequeños. El trayecto se convirtió en un recorrido por la historia del tren de la mano de Giulio Zanette, miembro de la Asociación Soriana de Amigos del Ferrocarril que transportó a los viajeros hasta los orígenes de la línea férrea y fue descubriendo, a su paso, un mundo lleno de curiosidades sobre el sector ferroviario.

A su llegada al municipio, fueron recibidos por el alcalde de Tardelcuende, Ricardo Corredor, y varios miembros de la Asociación Cultural Gaya Nuño, encargados de guiar a todos hasta el Cine El Pinar, lugar elegido para la proyección de los cortometrajes. El alcalde recalcó "el gran esfuerzo" realizado por los vecinos de Tardelcuende para recuperar este edificio con gran valor patrimonial y sobre todo cultural.

Trayecto, película y merienda para los participantes. - Foto: Cedida

Durante una hora y media aproximadamente, niños y adultos disfrutaron de una variada proyección de cortometrajes, convirtiéndose también en un exigente jurado que no dudo en elegir a sus favoritos.

Tras la proyección de los cortos, y para coger fuerzas antes del final de fiesta, todos los asistentes disfrutaron de un picoteo en la entrada del cine. La delegada del Gobierno, Virginia Barcones, acudió a esta jornada junto con el alcalde del municipio, y señaló la importancia de apostar por el uso del transporte público para lograr un planeta sano y sostenible.

Uno de los objetivos de esta jornada, junto con el fomento del cine infantil, era concienciar a los más pequeños sobre el uso del transporte público de una manera didáctica y divertida a la vez: despertando la ilusión y curiosidad de los niños al montar por primera vez en tren.

La discomóvil en la plaza del municipio fue el colofón perfecto para una jornada familiar con el cine y el tren como protagonistas. A las 9.30 horas el silbato del tren volvía a sonar, esta vez para indicar la hora de volver a casa.