De una manera insospechada, el fichaje más caro en la historia del Atlético de Madrid se convirtió en algo parecido a un lastre. Quizás fue algo simbólico, pero desde que Joao Félix salió del Metropolitano rumbo al Chelsea, el cuadro colchonero ha sacado 30 de 36 puntos y ha pasado de estar a 11 puntos de la segunda plaza a colocarse a dos. «El cambio del equipo se debe a que los jugadores ahora entienden lo que es llevar la camiseta rojiblanca», dijo Mario Hermoso al final del partido (1-2 en Vallecas). Un 'palo' duro y directo que no explica, sin embargo, el cambio de futbolistas (precisamente) como él, que ha pasado de coleccionar fallos a convertirse en uno de los defensores más en forma del campeonato. ¿Lastre? Tal vez, pero no para justificarlo todo. 

'Abandono'

Resulta descorazonador ver cómo un equipo que ha conseguido 35 Ligas trata de una forma tan irrespetuosa las que no puede ganar. En los últimos tiempos el gran campeón ha terminado a 19 puntos de la cabeza (18/19), a 17 (17/18), a 15 (12/13)... A veces consigue 'disimular' esas 'dimisiones ligueras' por la magia que irradian en la competición europea, pero que no haya ganado dos Ligas seguidas en 15 años o que no lo haga con el mismo entrenador en 33 años son datos que llaman la atención. Quizás desea tanto esa Superliga para evitarse estos ridículos puntuales en los que incluso el chico que nunca falla (Nacho) queda retratado. Desde noviembre, cuando el Barça le arrebató el liderato, el conjunto merengue ve la torneo doméstico como un 'incordio' en el camino hacia la Copa y la Champions. 

Sin jugar

El Barcelona jugó ayer. Un lunes. Por supuesto que el fútbol debe ser justo y equitativo, y todos están expuestos a que les toque el 'gordo' del viernes o el lunes... pero en el fondo se está lanzando un mensaje peligroso: como todo esto está sentenciado, da igual cuándo jueguen. Es el equipo culé, vende mucho en el extranjero y el producto hay que cuidarlo para que siga siendo rentable.