La salud mental se reivindica y su atención es uno de los grandes retos del siglo XXI y tras los estragos de la pandemia que reflejan las cifras alarmantes de los sistemas de salud. En Soria el número de consultas por problemas como ansiedad, depresión, insomnio y problemas adaptativos se ha disparado por la pandemia. «El aumento ha sido exponencial, en torno a un 40% más de petición de asistencia», concreta el jefe del Servicio de Psiquiatría del complejo asistencial de Soria, Ricardo Martínez. Pero alerta de que un dato significativo es el relativo a la población menor de 18 años, con un aumento de alrededor del 80%. «Son edades en las que el aislamiento y la falta de relaciones sociales, entre otras causas, han hecho que lo acusara más que la población en general y ha habido unos aumentos insospechados tanto de consultas como de ingresos y todo tipo de patologías de la infancia y la adolescencia», añade el especialista.
Ir a consulta de salud mental hace unos años tanto de psicología como de psiquiatría, suponía un «estigma», pero todo eso se ha diluido y la gente lo pide, lo necesita y lo exige porque necesita ayuda a nivel emocional y psíquico cuanto antes. Y, anteriormente, incluso en las bajas los trabajadores no querían que figuraran los diagnósticos psiquiátricos por evitar el juicio de la gente. «Todo eso se ha diluido porque mucha de la demanda corresponde a población muy joven que no tiene ese tipo de prejuicios y que, de alguna manera, solicitan lo que necesitan que es apoyo y ayuda y una dirección», por lo que todo ello ha hecho que ya no se tenga esa precaución, ese miedo y esa prudencia por solicitar ayuda. «Se solicita y, además, con fundamento», insiste el especialista en Psiquiatría.
Sobre el refuerzo del sistema de salud de las áreas de Psiquiatría y Psicología, Ricardo Martínez reconoce que «ahora mismo es imposible» porque a nivel de todo el país «hay un déficit muy importante de psiquiatras y psicólogos porque no se realizaron bien las previsiones hace 10 ó 15 años, que era cuando se podía ya saber el número de jubilaciones y esta sobreutilización de los servicios». Evidentemente, lejos de reforzar, los centros sanitarios están al mínimo de plantilla y hay pocas posibilidades de conseguir más efectivos porque hay un déficit a nivel de todo el país generalizado. «Hay situaciones muy preocupantes en cuanto a que no hay profesionales de ningún tipo», advierte el psiquiatra como reivindicación de este área que cobra importancia y requiere un apoyo especial en la actualidad.
El director de la Fundación Científica Caja Rural (FCCR), Juan Manuel Ruiz Liso, incide en la necesidad de la prevención de enfermedades mentales por parte de los sistemas de salud «desde etapas más precoces» para frenar el impacto de los problemas de salud mental. Es decir, que el modelo de asistencia no sea pasivo y espere a la atención cuando surge el problema de salud, sino que pueda anticiparse y ser proactivo.«El modelo de hospitales de agudo es más caro y menos efectivo en casos de salud mental», insiste. Para Ruiz Liso, «la educación para la salud y la prevención ayudarán a conseguir una mayor calidad de vida en los últimos diez años y una mayor longevidad. No puede ser que las enfermedades mentales dependan únicamente de las pastillas».
Prevención. Cada día hay más personas con padecimientos mentales graves y de manera generalizada en la población, de ahí la importancia de la prevención en etapas más precoces. Por ello, hace referencia también a la necesidad de frenar en todas las etapas de la vida problemas como el acoso escolar y el ciberacoso, la violencia de género, la agresividad en personas mayores con enfermedad mental (alzhemier o insuficiencia de riego cerebral). Con la prevención en el sistema de salud, se frenaría el impacto de las demencias y, sobre todo, estos problemas psicosociosanitarios. «La población tiene que poder contar con un modelo que le ayude a asumir más control sobre su salud, con políticas activas y que faciliten una mejor alimentación, práctica de ejercicio, salud laboral...», subraya apuntando que muchas patologías inciden también en la salud mental.
bajas laborales. Además del gran impacto de la salud mental en cuanto a bajas laborales y horas de trabajo perdidas, como advierte el jefe del Servicio de Psiquiatría y en lo que coincide el presidente del Colegio de Médicos de Soria, José Ramón Huerta, también se está convirtiendo en la primera causa de discapacidad a nivel mundial. «Por eso es tan importante a la hora de invertir y de tomarse la salud mental en serio, porque además tiene repercusiones económicas, laborales, sociales y familiares que no se han valorado en conjunto pero que son de las más graves que pueden existir».
En Castilla yLeón, las bajas laborales relacionadas por 'Trastorno de ansiedad, disociativo, relacionado con el estrés y otros trastornos', según los datos de la Consejería de Sanidad, suponen ya la segunda causa dentro de las mismas teniendo en cuenta los días de baja por incapacidad temporal. Corresponden a 14.506 procesos, 1.952.788 días de baja y 134.6 días por proceso. Esta causa va detrás de 'Otras dorsopatías y las no especificadas, no clasificadas bajo otro concepto', con 27.694 procesos, 2.801.492 días de baja y 101,2 procesos por día. Entre las cinco principales causas les siguen 'Otras deformidades del aparato musculoesquelético y del tejido conectivo', 'Sinovitis y tenossinovitis' y 'Cervicalgia'.
Efectos de la pandemia. En cuanto a los datos de bajas laborales de Sacyl en Soria, facilitados por la Delegación Territorial de la Junta de Castilla yLeón en Soria, es muy significativo que las bajas relacionadas con procesos de incapacidad temporal por diagnóstico tratadas en Psicología y Psiquiatría hayan pasado de las 507 en 2019 a las 633 en 2022, lo que supone un aumento de 123 bajas y de un 24,8%, de ahí la incidencia de la pandemia en los trastornos mentales. En cuanto al número de días, han pasado de los 39.860 en 2019 a los 50.127 de 2022, por lo que el aumento es de 10.267 días en total y de un 25,7%. Otro dato relevante son los días por proceso, que mientras eran 77,61 en 2019, tras la pandemia se alcanzan los 79,18; mientras que las bajas por incapacidad temporal totales, se pasa de 41,34 días por proceso en 2019 a 27,29 días por proceso en 2022.
Así que las bajas por incapacidad temporal debido a estos trastornos son un 3,6% del total (17.414) pero los días por baja son un 10,5% de los totales (475.228), es decir, una de cada diez. Hay que dejar claro que más que pacientes tratados, son pacientes subsidiarios de acudir a consulta del psiquiatra y psicólogo, aunque muchos son tratados por su médico de Atención Primaria.
Para terminar, un dato importante: en España tan solo hay cinco psicólogos por cada 100.000 habitantes, frente a los 18 de media de la UE o los 26 en los países de la OCDE. De ello ha alertado el Colegio de Psicólogos de Castilla y León (Copcyl) dado el aumento de pacientes con trastornos, especialmente en la población infantojuvenil, y también de suicidios e intentos de suicidios.