GIRA Wind arranca su actividad en Almazán

A.P.L.
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La empresa estudia las posibilidades de los productos finales y la maquinaria. El proyecto innovador de Naturgy y Ruralia, con la colaboración de Posteléctrica Fabricación y Huso, apuesta por la reutilización y el reciclaje de aerogeneradores

GIRA Wind arranca su actividad en Almazán - Foto: Ana Renta

La empresa GIRA Wind, enfocada al reciclaje integral de parques eólicos, ya ha comenzado a rodar en las instalaciones del polígono industrial La Dehesa de Almazán gracias al proyecto liderado por Naturgy y Ruralia (holding de empresas participadas de Caja Rural) y en el que colaboran Posteléctrica Fabricación y Huso 29 Renovables. Para el presidente de GIRA Wind y director de innovación de Naturgy, Jesús Chapado, «el proyecto se ha adelantado a las exigencias que marca la UE en materia de reciclaje y que prohibirán a partir de 2025 llevar las palas a los vertederos. Nuestro objetivo es convertir un problema en una solución, llevando a cabo el reciclaje integral de los aerogeneradores». Además, apunta que el enfoque de esta nueva empresa se alinea con el compromiso de Naturgy para reforzar el tejido industrial en zonas rurales y contribuir a aumentar la riqueza en los territorios en los que está presente, potenciando la formación y la creación de puestos de trabajo en diversos ámbitos: ingeniería, logística, procesamiento industrial, comercialización…».

Eduardo Lapeña, director ejecutivo, y Thomas Alcalde, director técnico, ya trabajan en las instalaciones de Almazán analizando cuestiones como el mercado y estudiando los clientes potenciales, a la vez que estudian la nueva vida para aerogeneradores que se retiran de los parques y determinan los productos finales y la maquinaria que se adquirirá, algo muy importante antes de realizar las inversiones. La empresa se apoya en estudios de universidades y centros tecnológicos de Burgos, Valladolid, Zaragoza, Alicante y Galicia.

En la planta de Almazán, ambos comentan a El Día de Soria que la vida útil de un molino es de 25 a 30 años, por lo que en la actualidad hay numerosas empresas que deciden retirar seis u ocho viejos aerogeneradores, para no gastar en su mantenimiento, e invierten en uno de mayor tamaño y potencia. De ahí que GIRA Wind plantee dos opciones para estas estructuras: venderlas «poniéndolas a punto» y «con una serie de garantías», algo que hasta ahora no se está haciendo; o reciclarlos si se encuentran en mal estado», concreta Lapeña haciendo referencia a que «la empresa eólica Cetasa ya lo venía estudiando y GIRA Wind seguirá en esan línea».

Thomas Alcalde, especialista en análisis de datos, es el encargado de estudiar la situación de cada aerogenerador (a nivel informático, visual y técnico) para reutilizarlo. Es una opción que se contempla, por ejemplo, para zonas de América, Australia o África, «donde no hay casi redes eléctricas y compensa instalar un aerogenerador pequeño para producir electricidad usándolo tan solo media hora al día». Estos molinos suplen el uso de grupos electrógenos de gran potencia y encajan con la generación distribuida, apuntan, y «las empresas interesadas como alternativa a los combustibles fósiles».

Estos aerogeneradores reacondicionados son baratos, aunque su precio depende de muchos factores, como la readaptación y la turbina. El principal problema es el transporte, que suele ser caro y que además requiere camiones, permisos especiales y vías de alta capacidad. La firma ya ha vendido molinos de segunda mano, pero por el momento a través de empresas subcontratadas.

«Hay bastante interés en el mercado», sostienen, ya que reciben numerosas llamadas solicitando información de las piezas. Países del norte de Europa, como Dinamarca, están por delante de España en este aspecto, pero GIRA Wind ha llegado para cubrir ese hueco del mercado. Las partes que más se deterioran son los rodamientos, la multiplicadora y el alternador; y en el mercado están surgiendo reutilizaciones de palas completas e incluso de turbinas, más de las que se pensaban en un primer momento. Para la empresa, «cuantas más piezas se puedan reusar en vez de recilar será mejor».  

Producto final. Sobre el reciclaje de cada pieza, Eduardo Lapeña y Thomas Alcalde detallan que «los fustes son acero y se funden, así como los nacelles», pero las palas presenta más dificultades porque «se diseñaron para ser muy ligeras y eficientes, no para reciclarse». Además, «son una amalgama de fibras de vidrio, resinas, espumas y madera».

Así que, según el producto que demande el cliente, se optará por un determinado proceso industrial para tratar el material compuesto. El tratamiento mecánico consiste en el triturado, obteniendo un producto que puede destinarse para fabricar hormigón y asfalto; el tratamiento químico utiliza disolventes para separar la fibra y la resina; y el tratamiento térmico disgrega con calor la fibra, la resina y los plásticos.

«Las fibras son interesantes porque facilitan la unión y la tracción del hormigón en construcción. También se pueden utilizar en los plásticos, porque mecánicamente hacen que aguante más. Es decir, añadirla a los materiales mejora sus prestaciones», subraya Lapeña. «La resina es un plástico o polímero que tiene buenas propiedades energéticas y se puede usar en la fabricación de otros plásticos o incluso para hidrocarburos» y la madera se puede aprovechar para mobiliario. Otra de las opciones es que «la pala, tal cual, se corte para y fabricar muebles»; por lo que ya se trabaja con empresas del sector de fabricación de mobiliario.

El mercado es «prometedor» y tiene futuro, porque «se esperaba abordar una cuota de mercado moderada pero se está comprobando que se podría llegar a más.» El trabajo de análisis de datos para saber qué vida útil les queda a los componentes se completa con el acopio de materiales para su tratamiento y reutilización. La mayor dificultad está en el pretratamiento de los materiales compuestos, en lo que se trabaja ahora.

Instalaciones. Los responsables de la nueva empresa nos guían en la visita a las instalaciones en las que la empresa empieza a dar sus primeros pasos. Junto a la recepción se encuentra la zona de laboratorios, la cocina y los aseos. En esa planta hay acceso a la nave de producción, de 4.600 metros cuadrados y donde se instalará la maquinaria; y a la campa exterior, de 7.000 metros cuadrados, para ubicar aerogeneradores y piezas sueltas, como las palas. En la planta de arriba hay despachos y salas de reuniones para los encuentros de los distintos socios que ponen en marcha este prometedor proyecto empresarial en Soria.

En el laboratorio están las muestras aportadas por los equipos de investigación de las universidades, compuestas de fibras en mallas, como «último resultado del tratamiento»; además de otros restos de triturado con madera, resina, fibra y espuma. «Tras los tratamientos químico y térmico se separa la resina y la espuma de la fibra», comentan Lapeña y Alcalde destacando esa diferencia de cara a ofrecer distintos productos. Cuando se ponga en marcha la producción será necesario el uso de EPIs de los operarios (por seguridad), así como la automatización del proceso.

En la parte exterior nos enseñan una gran pala de 26 metros y cuatro toneladas de peso, como las que llegarán para su tratamiento o venta (caben unas 300). En las mismas se van reparando las gritas producidas por rayos y hielo (en el caso de Soria); pero cuando ya son muy profundas ya no merece la pena el arreglo. GIRA Wind contempla trasladar molinos hasta Almazán desde zonas de Castilla y León, pero también desde Galicia y otras regiones con parques.

Empleo especializado y desarrollo local. GIRA Wind se instala en Almazán «por su ubicación junto a la A-15» y para impulsar el tejido industrial y el empleo en la zona, indica Javier Gracia, responsable del Área de Participadas de Caja Rural de Soria. Además, se prevé que esta planta se complemente con las instalaciones del PEMA, «cerca de empresas que precisen los productos de esta nueva empresa, como la fibra». «La Junta de Castilla yLeón está haciendo allí un gran esfuerzo por atraer empresas y nosotros queremos incorporarnos», asegura destacando la apuesta de GIRA Wind por esa zona industrial de Garray. Igualmente, indica que se trata de un proyecto de «empleo superespecializado» y que las firmas que lo han impulsado apuestan por un negocio que crea riqueza en el territorio. «Los socios ven con buenos ojos ese componente local» y «han apostado decididamente por  la implantación de GIRA Wind en esta provincia». Caja Rural de Soria «juega un papel fundamental como promotor inicial» y «aporta esa visión local». Javier Gracia augura un gran futuro al sector eólico y, sobre la paralización de producción de la plataforma SG 5.X en Siemens Gamesa por problemas en el funcionamiento de nacelles de 6 MW para aerogeneradores, dice que desde el sector eólico y empresas como Cetasa están «seguros y muy tranquilos» porque «los ingenieros españoles han resuelto problemas mucho más complejos».