Regreso por la puerta grande

Diego Izco
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El Barça (nueve Ligas en los últimos 15 años) reconquista el título con autoridad, mucha distancia y una plantilla regenerada. El 'no-gol' de Escudero para el Valladolid: mala suerte, mal arbitraje y mal reglamento

Regreso por la puerta grande - Foto: Quique García

Y con 12 puntos por jugarse, el Barça ya es campeón. Habla de la superioridad propia y la desidia ajena, pero sobre todo de un ritmo que nadie pudo aguantar. El Real Madrid le duró medio torneo y el Atlético reaccionó mal y a destiempo. El conjunto de Xavi vapuleó al Espanyol y se llevó con todo merecimiento su 27º título, el de Ter Stegen y la defensa menos goleada de Europa, de la practicidad del 1-0, de Lewandowski a ratos… y de los cimientos de un proyecto que necesitaba mucha argamasa de fondo para crecer sin Leo Messi: Xavi tiene presente y tiene futuro, y para que todo funcionara necesitaba armar esa base desde la que crecer. Si la situación económica lo permite, hay campeón para varias temporadas. 

Desgracia

Donde los goles son cuestión de vida o muerte (lucha por el descenso), la jugada del fin de semana se vivió en el José Zorrilla, donde Ortiz Arias pitó el final de la primera mitad cuando el balón volaba para convertirse en el 1-0 a favor del Valladolid. Se equivocó en la jugada del córner (Badé tuvo que ser expulsado) y lo hizo alargando más de lo que debería. El silbatazo es cuestión de mala suerte y poca intuición, pero también de un reglamento (¿Hasta dónde hay que dejar que se juegue? ¿Qué se considera un ataque prolongado?) que en otros deportes está muy claro: suena una bocina y nos olvidamos. El fútbol sigue improvisando mucho.  

Niños

Hace tres semanas, Javi Guerra le daba al Valencia tres puntos que eran media vida ante el Valladolid;este fin de semana, fue otro canterano, Alberto Marí, quien anotaba el 1-2 que acerca otro poquito más la salvación a Mestalla. En las épocas de gran convulsión, donde los 'mercenarios' no se involucran, los niños tiran del carro. Baraja lo sabe:alguien que siente de verdad los colores es alguien que luchará hasta la extenuación por salvarlos. Acordarse de la cantera siempre es algo positivo, aunque sea a la desesperada y para que los 'amateurs' te saquen las castañas del fuego.