Un radar meteorológico de última tecnología para Almazán

EDS
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Con una inversión de tres millones de euros a través de los Fondos Europeos, se instalará en Fuentelcarro y entrará en funcionamiento en 2025. Tendrá la capacidad de predecir las precipitaciones y otros fenómenos de manera precisa

Un radar meteorológico de última tecnología para Almazán

La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, acompañada por el subdelegado en Soria, Miguel Latorre, ha asistido esta mañana en el Ayuntamiento de Almazán a la presentación del estudio de soluciones que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha realizado para buscar la ubicación más adecuada a un radar meteorológico en la Banda C de polarización dual que supone una inversión superior a los tres millones de euros.

De todos los lugares analizados, el lugar más adecuado para esta zona de Castilla y León próxima a Aragón y también a Castilla-La Mancha ha sido el término municipal de Almazán, concretamente el pueblo de Fuentelcarro que está adscrito al Ayuntamiento de Almazán. Según han explicado los responsables de AEMET, de los 22 de emplazamientos estudiados y de todos los que han visitado este es el que reúne las mejores condiciones.

Atendiendo a la altitud media de la zona de interés, se puede comprobar que un radar situado en la zona de depresiones de Jiloca, Calatayud, Molina de Aragón y los valles del Alto Duero o del río Jalón evitaría los principales bloqueos orográficos de las sierras más elevadas.

Para cubrir esta área que forman la zona limítrofe de las tres comunidades autónomas señaladas, un grupo de expertos de AEMET identificó en gabinete una veintena de ubicaciones para este nuevo radar, que concluyó con la preselección de varios lugares que se visitaron en una campaña de campo el pasado mes de febrero.

En estas visitas a lugares como el CEDER de Lubia, Arcos de Jalón, Deza, Molina de Aragón (Guadalajara) o Jaraba (Zaragoza) se comprobó la información utilizada en gabinete y se recogió aquélla asociada fundamentalmente a requisitos de infraestructura y operatividad.

Con toda la información recogida se realizó un análisis multicriterio de los diferentes sitios que, de forma ponderada y jerarquizada, valoraba cada ubicación en función de un conjunto de criterios relacionados con la mejora en cobertura de la red, con requisitos meteorológicos y de vigilancia de fenómenos adversos, con aspectos de infraestructura y con viabilidad presupuestaria.

Se prefieren ubicaciones de titularidad pública y se evitan todas las áreas e inmediaciones pertenecientes a la Red de Áreas Naturales Protegidas para buscar el menor impacto medioambiental posible. También se tiene en cuenta la facilidad de acceso, buenos puntos de red de comunicaciones, la proximidad de suministro eléctrico de baja tensión y que sea un lugar relativamente vigilado.

Este análisis se ha presentado hoy en forma de estudio de soluciones ante los concejales adnamantinos, con su alcalde Jesús Cedazo a la cabeza. Han asistido por la AEMET el jefe del Departamento de Infraestructuras, el director del Proyecto de Renovación de Radares y el delegado territorial de AEMET en Castilla y León.

Después de la presentación han realizado una visita a la zona elegida que se sitúa muy cerca del casco urbano de Fuentelcarro.

PLAZOS

Toda vez que esta infraestructura se financia con fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), los plazos para la ejecución de la obra están muy ajustados. El Ayuntamiento de Almazán deberá ceder con celeridad la parcela para que pueda iniciarse cuanto antes la redacción del proyecto. El cálculo que se baraja es que las obras se inicien como muy tarde en mayo de 2024.

Dentro del PRTR, la AEMET está realizando un proyecto de modernización de la red de teledetección terrestre que supone la renovación y ampliación de la red de radares de banda C y que cuenta con un presupuesto de 64 millones de euros. Dentro de esta red se encuentra el nuevo radar de polarización dual que se quiere ubicar en Fuentelcarro. También se desplegará una red complementaria de radares de banda X y una red de estaciones automáticas para el ajuste de la medida de las precipitaciones.

Un radar meteorológico está diseñado para detectar precipitaciones y discriminar sus tipos (lluvia, nieve o granizo). Realiza barridos cuasi-tridimensionales que permiten extraer información de la estructura y evolución de la precipitación. En particular, permiten observar las tormentas para analizar sus daños y evolución a corto plazo. También permite estimar la dirección y evolución del viento.

El sistema de observación radar (SOR) de la AEMET dispone de 15 radares en la Banda C de los cuales 13 se sitúan en la península Ibérica. La cobertura del radar es buena hasta los 150 km pero es óptima hasta los 100 km. Este sistema proporciona cobertura prácticamente en todo el territorio, pero adolece de vacíos con zonas de baja cobertura que deben reforzarse. La cobertura se ve afectada por la orografía.

EQUIPO RADAR METEOROLÓGICO

El elemento más importante de una estación radar es el propio equipo radar meteorológico (ERM), de hecho, toda su infraestructura y sistemas auxiliares se diseñan para albergarlo. El ERM que se instalará en Soria, será un radar meteorológico en la Banda C, de polarización dual.

En el ERM se distingue un segmento interno y un segmento externo. El segmento externo es en sí una unidad de antena, montada sobre una torre y protegida por una cúpula denominada radomo. Entre otras, esta antena va montada sobre un pedestal. Las características, dimensiones y pesos de todos los elementos que integran el segmento externo dependen del proveedor.

El segmento interno lo constituyen la cabina radar o armario donde se ubican los paneles de control, y el sistema transmisor, el receptor y el procesador. Los segmentos interno y externo están conectados por guías de onda para microondas y cableado para suministro eléctrico y transmisión de señales.

Al margen de lo que entendemos por ERM, la estación radar dispone de suministro eléctrico de red con respaldo, sistema de comunicaciones, sistema contra incendios, sistema antiintrusismo y sistema de climatización; así como un sistema de control remoto y monitorización de toda la instalación.

En general, la estación radar ocupa una parcela de entre 100 y 200 metros cuadrados, normalmente vallada, cuyo edificio principal está constituido por módulos prefabricados con una superficie no superior a los 80 metros cuadrados y una torre para el radomo, cuya altura oscila entre los 10 y 20 metros, y que puede albergarse en el patio distribuidor interior del edificio o en el exterior, pero siempre aneja al módulo que hace de sala para ubicar el segmento interno del ERM. Al radomo se accede mediante escalera ubicada en el seno de la torre hasta su trampilla.

En los módulos que hacen de salas se albergan los sistemas auxiliares del ERM. Destacan generalmente la sala radar, que alberga el segmento interno del ERM; los sistemas de comunicaciones y control remoto, y un Sistema de Alimentación Ininterrumpida. Esta sala debe estar climatizada, manteniendo una temperatura en torno a los 20/22 ºC, para el funcionamiento del ERM

También encontramos la sala de energía, que alberga el cuadro general eléctrico de la instalación y un grupo electrógeno, así como un aseo y almacén y un patio interior. Todos los módulos disponen de centralitas antiincendio y sistemas antiintrusismo, cuadros eléctricos, luminarias y elementos habituales de un edificio técnico.

Los sistemas auxiliares dan soporte al ERM. El sistema eléctrico y el sistema de comunicaciones son los elementos fundamentales para garantizar su operatividad.

El ERM precisa de baja tensión a 220V, aunque la instalación se planificará en trifásica, debido a especificaciones técnicas de los proveedores de esta tecnología. Para garantizar el suministro eléctrico ante fallos del servicio anterior, las estaciones radar disponen a su vez de un Grupo Electrógeno y un Sistema de Alimentación Ininterrumpida, cuya conmutación es automática.