Los senadores mostraron su decepción al recibir las respuestas del Gobierno central sobre dos de las infraestructuras más largamente demandadas por la comarca ribereña, como son la A-11 y el tren Directo. Sobre la Autovía del Duero, Javier Lacalle concluyó que «en los tramos que afectan a la provincia de Burgos no vamos a ver ni una máquina en dos años» y que habrá que esperar «de 7 a 10 años para ver alguna parte en servicio».

El tramo que está en «peor situación» es el que va de Castrillo de la Vega a Quintanilla de Arriba, hasta el límite con la provincia vallisoletana, en el que Lacalle denunció que «por irresponsabilidad de otro gobierno socialista, ha vuelto a caducar la declaración de impacto ambiental» que habrá que sacar a concurso por tercera vez antes de que se pueda actualizar el proyecto. La primera vez que caducó este expediente fue en 2006, se volvió a tramitar y se aprobó en mayo 2018, volviendo a caducar sin que se haya avanzado en este proyecto que, además, tendrá que sumar el plazo de información pública obligatorio en este tipo de proyectos. «Este tramo no tiene ni un solo euro en los PGE para contratar los profesionales que actualicen el proyecto y no hay fecha para hacerlo», denunció el senador burgalés del PP.

Mientras tanto, el tramo entre la variante de Aranda y Langa de Duero, ya en la zona soriana, está a la espera de que concluya la redacción de su proyecto, para lo que el Gobierno centra no ha dado una fecha límite. «El gobierno omite en qué fecha tiene previsto la redacción de ese proyecto para contratar obras, no se nos informa y es un proyecto que no sabemos cuándo va a culminar teniendo en cuenta que en los presupuestos no hay un solo euro para este tramo», denunció Lacalle, augurando que hasta 2023 no habrá obras, como pronto.

DIRECTO. Los senadores burgaleses del PPtambién se interesaron por el tren Directo, que tampoco cuenta con partida significativa en los PGE. «Los presupuestos marcan la voluntad política, pero el PSOE solo se acuerda de que el Directo existe cuando está en la oposición», criticó la senadora Cristina Ayala, que ponía como ejemplo palpable que para mantenimiento se ha reducido la partida a la mitad desde la llegada al Gobierno del bipartito y que «solo harían obras si hay garantías de algún tipo de tráfico» por esta línea.