Prácticamente la mitad de los inmigrantes que atienden asociaciones como Cáritas en Soria, están en situación irregular. Estas organizaciones piden una flexibilización para su regularización y ponen datos económicos encima de la mesa. "Mantener un caso sin regularizar son unos 2.000 euros al año, mientas que regularizado y tras encontrar un trabajo, contribuyen con unos 3.250 euros anuales", explica Alberto Martín, director de Cáritas Osma Soria.

Desde esta organización conocemos el caso de un inmigrante atendidos por la organización y que prefiere conservar su anonimato. "Yo llegué a Madrid desde mi país con el objetivo de conseguir el asilo, pero sin el conocimiento previo", relata. Tras huir de su país por problemas con bandas criminales, llegaba a España, pero desconocía cómo regular su situación. "Solo tenía la opción de pagar entre 100 y 200 euros a un tramitador, pero después no tenía para comer", añade.

Durante muchos meses se ganó la vida como pudo. "Hacía malabares en algún lado, contando historias en los parques o rebuscando de muchas formas", recuerda. Sus únicos trabajos eran sin contrato. "Muchas veces me daban poco dinero o simplemente no me pagaban", comenta. "Por miedo de tener algún problema con la policía, no decía nada", sentencia.

Casos como este suponen el 46% de todos los que atienden en Cáritas Soria. Piden suavizar las medidas para su regularización. Sus propuestas pasan por reducir el tiempo de arraigo, acceder a disposiciones judiciales de forma más sencilla y facilitar la reagrupación familiar