Suben a más de 50.000 los karabajíes refugiados en Armenia

EFE
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La mayoría de los exiliados tienen vivienda en el país o familiares que les acogen mientras que el resto se instala en albergues, hoteles y centros de acogida cercanos a la frontera con Azerbaiyán

La ciudad armenia de Goris, a 250 kilómetros de Ereván, recibe miles de refugiados procedentes de Nagorno Karabaj - Foto: EFE/ Beatriz Arslanián

El Gobierno armenio cifró hoy en 50.243 los refugiados que han llegado al país desde el domingo procedentes de Nagorno Karabaj, territorio poblado por armenios pero perteneciente a Azerbaiyán.

"A las 15.00 hora local (11.00 GMT) 50.243 desplazados forzosos de Nagorno Karabaj cruzaron el puente de Jakari", afirmó la portavoz del primer ministro de Armenia, Nazeli Bagdasarián, citada por el portal News.am.

Horas antes, Ereván cifró en 42.000 el número de refugiados, la mayoría de los cuales tienen vivienda en Armenia o familiares que les acogen en ese país.

El resto son instalados en albergues, hoteles, centros de acogida y otros edificios en la ciudad de Goris, que se encuentra cerca de la frontera con Azerbaiyán.

Las imágenes de la televisión muestran largas colas de automóviles en la carretera que lleva al centro humanitario en la pequeña localidad fronteriza de Kornidzor, aunque se desconocen cuántos de los 120.000 karabajíes optarán por permanecer en el territorio.

Este domingo las autoridades de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj, que capituló tras la operación militar lanzada hace una semana por Azerbaiyán, anunciaron que aquellos ciudadanos que se quedaron sin hogar y fueron acogidos por los pacificadores rusos podían desplazarse a la vecina Armenia si así lo deseaban.

El resto de los ciudadanos que deseen abandonar la región que se integrará en Azerbaiyán podrán hacerlo tras completarse el traslado de los desplazados, señaló el Centro de Información de la autoproclamada república.

El presidente azerbaiyano, Ilham Alíev, ha prometido que respetará los derechos de los karabajíes, aunque el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, denunció que tiene lugar la "limpieza étnica" del montañoso territorio.