Los depósitos de hormigón de casi medio siglo de historia de Viñedos y Bodegas Gormaz, en San Esteban, almacenan unos 200.000 litros de vino que esperan ser embotellados porque el coronavirus detuvo por completo una actividad que, poco a poco, han empezado a recuperar, aunque las ventas siguen paralizadas esperando la reapertura de mercados.
Esta bodega histórica, pionera en la DO Ribera del Duero soriana y la de mayor volumen con hasta 700.000 botellas comercializadas al año, ha vuelto a retomar las obras para construir un espacio destinado al enoturismo en sus instalaciones de San Esteban de Gormaz. La inversión asciende a 1,5 millones de euros.
Además, han vuelto al trabajo 9 de los 17 empleados, sobre todo para realizar labores de campo en los viñedos que deben prepararse para la próxima vendimia, cada vez más cerca. En algunos casos tienen 120 años de antigüedad.
Las bodegas vuelven a la actividad con las ventas paradasEl problema de la comercialización continúa, porque el canal de hostelería Horeca está a medio gas con bares y restaurantes aún con escasa actividad, y con las exportaciones a China, Mexico y Estados Unidos paradas. Éstas representan el 40%. El pequeño aumento que han registrado en las ventas online no suple el bloqueo de los sistemas tradiciones.
Además, el precio del vino a granel ha experimentado una preocupante caída, una situación que puede agravarse porque las bodegas están llenas y la próxima vendimia se prevé histórica en cantidad.