100 kilómetros a medias para compartir gastos

A.P.L.
-

Los profesores de varios pueblos de la provincia se desplazan desde la capital compartiendo coche, con el sistema de la rueda, que reduce el gasto en gasolina pero requiere una correcta organización desde octubre

100 kilómetros a medias para compartir gastos - Foto: E.G.M

Cada principio de curso a los profesores que tienen que desplazarse desde Soria hasta colegios de los pueblos de la provincia les toca cuadrar agendas y organizarse bien para turnarse con los compañeros a la hora de llevar el coche con el sistema de la rueda, que tiene muchas ventajas. El Día de Soria conoce las claves de esta dinámica gracias a un grupo que viaja a diario a Ólvega.

César Vinuesa lleva cinco años trabajando de maestro -uno en Almazán y cuatro en Ólvega- y desde que empezó lleva recurriendo a esté método. «Un año somos más y otro año somos menos, pero siempre lo hemos hecho», apunta destacando que la principal ventaja es «no viajar solo». «Vas con los compañeros y es mucho más cómodo porque vas hablando y se hace más ameno el trayecto», apunta. 

Para este docente, no tener que llevar todos los días el coche es importante, sobre todo «por el ahorro económico en cuanto a gasolina», que no está precisamente barata. No sabe la cantidad exacta que se pueden ahorrar al mes por ese recorrido diario de cien kilómetros (ida y vuelta), llevándolo solo un día o dos a la semana en vez de cinco; pero cree que se puede pasar de gastar 200 euros al mes en combustible a 50-60 euros. Las cifras en la actualidad (1,711 euros/litro en gasolina 95 y 1,678 euros/litro en diésel) quedan lejos del precio de un euro el litro de hace unos años, lo que trayecto tras trayecto va sumando gastos...

la planificación. Cuadrar la rueda de los profesores es algo complicado si son muchos y tiene que cerrarse en septiembre y octubre. «Este año somos muchos porque se han concedido muchos concursos definitivos en el colegio Virgen del Olmacedo y muchos profesores son de Soria. Vamos 17 profesores y, en proporción, somos la mitad del claustro. Sin embargo, el curso pasado íbamos solo seis», concreta el docente. Al ser tantos, para este curso 2023/2024 se han organizado en cuatro coches. Sobre las ocho de la mañana, uno sale del centro de Soria (plaza de Ramón y Cajal), «porque hay gente a la que le viene mejor esa ubicación»; y otros tres parten desde la zona del Lidl, en la avenida de Valladolid. 

En septiembre, como tenían todos el mismo horario, según iban llegando por la mañana se montaban en un coche o en otro hasta cubrir las plazas. Pero desde octubre hasta mayo, como tienen talleres por las tardes, se organizan por días, «así que los que tienen el martes o el miércoles van todos juntos». En la rueda, cada día lleva uno el coche en el orden establecido. «Ya sabemos los días que tenemos que conducir y el resto llegan al Lidl y se van montando», explica.En su caso, lleva el coche cada lunes.

César Vinuesa asegura que tienen muchas anécdotas de estos traslados al centro educativo. «En las conversaciones en estos viajes de unos 40 minutos salen todo tipo de temas, porque sí que hablamos del colegio pero como al final llevamos trabajando muchos años juntos somos amigos. Así que hay conversaciones de familia, de anécdotas del día a día, un poco de todo», asegura.

Uno de los riesgos en estos trayectos por las carreteras de Soria son los animales incontrolados que irrumpen en la calzada y también la nieve. «Alguna vez sí que nos ha salido algún bicho, pero por ejemplo en mi caso, para llevar cuatro años en Ólvega, solo me ha pasado una vez con un ciervo. Por lo demás bien, todo bien», asegura. 

En el caso de que falle alguno, como tienen un grupo de WhatsApp, «se soluciona el problema enseguida». «Si alguno no puede se pide a otro que lo haga en su lugar y se cambia el día. No hay problema y menos este año que somos tantos profesores los que vamos a Ólvega», indica poniendo como ejemplo que se han apañado enseguida cuando algún compañero ha estado de baja laboral. 

El hecho de tener que llevar sus vehículos y compartir las plazas no es algo que se tenga que comunicar ni al equipo directivo ni a la Dirección Provincial de Educación de Soria. Sí que tienen que avisar de la itinerancia, de que tienen que realizar desplazamientos, aunque no se les paga la gasolina ni reciben ningún tipo de ayuda. 

Los profesores tienen que hacer cuatro horas complementarias, dos por la tarde y otras dos el martes y el miércoles, por lo que se organizan bien para cumplir esas horas. Así que Mavi, Álvaro, Patricia, Cristina, Alicia, Alberto, Diego, Ana, Juani, Mónica, César... se apañan este curso a la perfección con el sistema de la rueda y, con ello, ahorran gastos en la gasolina de los traslados y no tienen que viajar solos. 

Las ruedas(y las de invierno que son aconsejables en Soria), las averías y la gasolina corren a cuenta de cada uno, «eso no se calcula en este sistema». «Tú llevas el coche y sabes que tienes ese día establecido, pero no echamos nunca cuentas de gastos de gasolina ni de lo que paga cada uno», añade el profesor haciendo rerefencia a que hay confianza entre estos compañeros y que no hace falta calcunar al céntimo los gastos.

viaje en compañía. Mónica del Hoyo, también con destino este curso en Ólvega y que entra en la misma rueda, coincide con su compañero en que una de las principales ventajas es «el tema económico». Se pasa de hacer cien kilómetros diarios -o 500 de lunes a viernes- a cien a la semana y de llevar el coche cada día a una o dos veces a la semana, aunque siempre dependerá de la cantidad de profesores que se trasladen cada curso. Además, hace referencia a la importancia de «viajar en compañía» porque «vas con gente, hablas y vas distraído, no te entra el sueño, comentas cosas de todo tipo, del cole y extraescolares...». 

Aunque ella lleva ya muchos años trabajando de maestra en pueblos de Soria, solo ha hecho rueda estos últimos cuatro cursos para ir a Ólvega. «Al resto de colegios iba yo sola con mi coche. Estuve un par de años en SanLeonardo pero no dio la casualidad de que nadie llevara el mismo horario, si no sí que nos habríamos turnado», apunta reconociendo que este sistema «es maravilloso». 

«Haces mucha relación, más de la que parece. Al final es como los médicos, que pasan muchas horas juntos. Ya no solo estás el horario de trabajo sino también fuera y hablas cosas del colegio y temas personales. Haces amistad aparte de lo que simplemente sería ir y trabajar», recalca la profesora. Y, sobre la planificación, explica que este ha sido el año que más complicado lo tenían por ir 17 docentes desde Soria al mismo colegio, pero merecía la pena. «Es el año que más gente ha habido y, como los profesores tenemos una tarde a la semana, hemos intentado estar la mayoría en los dos mismos días, pero no ha sido posible.Es complejo de organizar, porque unos necesitan el coche por la tarde el lunes, otros el martes, otros el miércoles... Pero lo hemos conseguido al final», añade a la llegada de uno de esos trayectos. 

Yotra ventaja es que no echan cuentas, porque intentan hacer al final de cada trimestre el mismo número de salidas de coche, que cada uno lo lleve las mismas veces, «a lo que vaya la gasolina en cada mes o en cada trimestre ya no entramos». Si no cuadran los días porque uno lo ha llevado 15 veces y otro 17, se deja para el siguiente trimestre, cuando lo llevaría dos veces más para poder igualarse. 

Está de acuerdo con ello Juani Mata, otra de las participantes en los turnos de coches de profesores del colegio olvegueño y que el año pasado compartió coche con César y Mónica. Considera que el ahorro económico y la compañía son los factores que le animan a apuntarse al sistema. «Yo que he viajado mucho creo que hacerlo con compañeros no tiene nada que ver. Se hace más ameno y, si te ocurre algo, aunque nunca pasa nada, siempre llevas a alguien que te apoya», comenta recordando que ha trabajado en Vinuesa, Arcos de Jalón y Berlanga de Duero.Es de El Burgo de Osma, pero entre semana se queda a dormir en Soria para ir a trabajar a Ólvega, «aunque antes viajaba sola continuamente porque tenía los niños más pequeños e iba y venía todos los días desde mi pueblo». También indica que cada año puede variar el número de docentes que se turnan para llevar el coche, al pasar del curso pasado a este de tres a casi una veintena, por ejemplo. «El año pasado también había mucho profesorado interino que se quedaba en Ólvega a dormir y este año vamos muchos desde Soria», pero se han podido organizar a la perfección, remarca.

«En el viaje nos contamos experiencias y cosas que nos ocurren, lo que hemos hecho el fin de semana, hablamos de las fiestas en nuestros pueblos...», pero también se informan de si hay nieve en invierno y están atentos a los animales que pueden irrumpir en la calzada. «El curso pasado tuvimos muchas obras en la carretera de Soria a Ólvega, estábamos mucho tiempo parados por ello», rememora esta profesora insistiendo en las ventajas de compartir los viajes.