Pastor: "Es de los peores momentos en los 10 años que llevo"

A.I.P
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Los representantes de la organización profesional agraria advierten de la situación crítica que atraviesa el campo y de la escasez de alimentos que tendrá que afrontar la población mundial si se mantienen las condiciones de producción actuales

Pastor: "Es de los peores momentos en los 10 años que llevo" - Foto: E.G.M

Después de 16 años al frente de Asaja Soria, Carmelo Gómez ha dado el relevo a la joven agricultora Ana Pastor. Ambos hablan en esta entrevista de la situación del sector, exponen sus coincidencias y también distintos enfoques sobre el presente y el futuro del campo. Representan a generaciones diferentes, aunque en los puntos esenciales que conciernen a la agricultura y a la ganadería ganadería muestran acuerdo. Gómez continúa en la Junta Directiva de la organización profesional agraria y reitera que ofrecerá todo su apoyo a la nueva presidenta.

Carmelo Gómez ha estado cuatro legislaturas al frente de Asaja Soria, ¿cómo ha cambiado el sector en este tiempo?

Una cosa es la modernización que ha habido, ya que tecnológicamente, en 16 años, se ha avanzado bastante. Pero lo que está teniendo que aguantar el agricultor y el ganadero ha ido a peor. Sabemos producir alimentos de calidad y bien hechos, pero topamos con unas administraciones que nos están exigiendo que hagamos verdaderas barbaridades. Sabemos trabajar y en esta última PAC nos piden que trabajemos para dejar nuestro fruto en el campo, porque algunos iluminados se piensan que los animales no tienen comida en el campo, cuando siempre han comido allí y lo seguirán haciendo. Se creen que con poner a los animales a la altura de las personas, cumplen.

Ana Pastor lleva una década dedicada a la agricultura. ¿En qué cree que se ha avanzado y en qué se ha retrocedido?

Nos intentan avanzar con planteamientos como los de la nueva PAC, pero para nosotros no es avanzar, no es nuestro camino, para nada, ni para la agricultura ni la ganadería. 

Toma el relevo de Asaja Soria en un momento crítico para el campo, ¿es el peor que ha habido el campo en los últimos tiempos o ha habido situaciones peores?

Ana Pastor. Desde mi experiencia, creo que es de los peores momentos en los diez años que llevo. 

Carmelo Gómez. Desde el punto de vista agronómico, creo que es el peor año que conozco. Aquí en Soria, si no cae algo de lluvia, en el 90% de la provincia ya hemos cosechado, así de claro. No vamos a poder recuperar todas las inversiones y lo que conlleva. Vamos a tener problemas, al año siguiente, para hacer las tareas de simienza, y el ganadero también los tendrá porque para poder alimentar a los animales tendrá que deshacerse de un número de cabezas. Es la pescadilla que se muerde la cola, si el agricultor no tiene cereal, el ganadero no tiene pienso. Si no se cosecha, no hay paja y los animales rumiantes necesitan paja o forraje. Es un año muy, muy difícil. Estamos trabajando con productos muy caros, con la guerra de Ucrania los insumos han subido muchísimo. Si un agricultor o ganadero quiere hacer unas instalaciones se han triplicado los costes. No es que sea malo el año, que lo es, es que hemos sembrado con unos abonos, unos nitratos y un gasoil caros, y el cereal ha dado un bajón exagerado por la especulación pura y dura. Los gastos se nos van a disparar y se va a repercutir a toda la sociedad, porque tendremos que comernos lo que nos traigan, lo que nos quieran vender y al precio que quieran.

Ana lleva diez años en este sector que vive un momento muy crítico. ¿Se ha arrepiente de haber elegido este camino profesional?

No, arrepentirme, no. Todos tenemos que luchar por el sector.  

Carmelo, ¿le da consejos a Ana para afrontar el cargo?

C.G. Llevamos ya seis años en la Junta Directiva, ha estado dos años en la Vicepresidencia, y yo se lo tengo dicho: siempre que te pueda ayudar, te voy a ayudar. Los consejos se pueden dar, pero son para tomarlos o no. Ella debe adoptar sus decisiones y en mí siempre tendrá un aliado. La voy a defender, porque es muy bonito decir que hay una presidenta y al día siguiente estar criticando porque no hace esto o lo otro, como me ocurrió a mí. El que está al frente es el que se equivoca y tiene que tener el apoyo de todo el mundo, para lo bueno y lo malo.

A.P. A mí me da mucha tranquilidad que Carmelo se quede conmigo en la Junta Directiva.

Los medios hemos destacado que es la primera mujer que accede a una Presidencia de Asaja en la Comunidad de Castilla y León, ¿cómo valoran que, a estas alturas, siga siendo noticia que una mujer dirija una organización agraria?

A.P. Lo dije el otro día, soy la primera presidenta en Soria y en Castilla y León, pero pronto dejará de ser noticia y habrá más. Toledo tiene presidenta, también Almería, Asturias, Zaragoza... Espero que pronto sea noticia por quién eres, no por ser mujer.

C.G. Lo he dicho, Ana es sobre todo una persona válida. No me gusta hablar de si es mujer o es hombre, es una agricultora válida. Para Asaja siempre he querido lo mejor y lo tenemos en la Presidencia y en la Junta Directiva. 

El sector es machista, no nos vamos a engañar. Hay que ir dando paso a todo el mundo, sea joven, mujer... da igual, hay que apoyar a quien vale y a quien tiene ilusión.

Fui el primer presidente de Asaja que incorporó a una mujer en la Junta Directiva y no ha habido más porque no han querido ellas. En la Cámara Agraria hay tres.

Comenta Carmelo que el sector es machista. Ana, ¿percibes ese machismo en la Junta Directiva?

Está masculinizada, pero machismo, no, para nada. 

¿Y la tratan con paternalismo o como a una más?

A.P. Siempre me he sentido muy bien tratada, no tengo queja, todo lo contrario, bien.

C.G. Cuando la Junta Directiva se reúne cada uno expone sus problemas, no porque seas hombre o mujer. Ana igual piensa en regadío y yo, no... otro en ganadería... Son momentos de defender posturas.

¿En estos momentos se puede vivir bien de esta profesión?

C.G. No. Cuando yo me quedé la agricultura se podían hacer inversiones, pero todo se ha disparado y los recortes que tenemos en los precios y en las ayudas de la PAC, cuya filosofía era apoyar la pérdida de renta agraria, lo impiden. Ahora nos obligan a hacer muchas tonterías. Con la excusa de que nos dan ayudas, los precios de lo que producimos están por los suelos. No hay capacidad de inversión para el agricultor y ganadero. 

A.P. No se puede vivir del campo desahogadamente. Mi padre ha vivido con la explotación que yo tengo y ha criado a tres hijos, y yo, ahora mismo, con lo mismo veo que eso es imposible, no podría mantener a tres hijos ni que los tres fueran a estudiar a la vez como él hizo con nosotros. Esa es la comparación.

¿Y se puede vivir sin Europa?

A.P. Ojalá pudiéramos vivir sin Europa, por nosotros mismos.

C.G. La situación del campo sin Europa sería idílica, no mandaría nadie en nosotros a ningún nivel. Pero tal y como están los mercados globalizados sería prácticamente imposible. No son solo las ayudas de la PAC, son los convenios con otros países para importaciones y exportaciones. Tenemos un paraguas que, aunque a veces falla, nos está ayudando. Somos un pequeño peón del mercado, no podríamos funcionar sin la Unión Europea.

La nueva Política Agrícola Común (PAC) está dirigida a que la agricultura en la Unión Europea sea «más justa, ecológica y orientada a los resultados». ¿Comparten este enfoque?

C.G. ¿Justa para quién? ¿Ecológica para quién?

A.P. No es lo más adecuado para nosotros.

C.G. No es adecuado ni para nosotros ni para la sociedad.

A.P. Es que no se ajusta ni al ganadero, ni al agricultor, ni a nadie que viva del campo.

C.G. Cuando se hacen las cosas obligando... Partimos de la base de que la naturaleza tal y como está hoy no nos lo hemos encontrado así. Si tenemos estos bosques no es porque lo hayan inventado los señores que tenemos en el Gobierno, sino porque nuestros abuelos han cuidado del medio ambiente y a nosotros nos han enseñado a cuidar. Hay que consensuar, porque aquí ni todo es blanco, ni todo es negro. El medio ambiente hay que mantenerlo y más que al agricultor y al ganadero no le interesa que esté sano, porque vivimos de ello.

¿Justa? Si pretendemos que haya alimentación para una parte de la población será justo para ellos, pero si queremos que haya para todo el mundo, no lo es. Nos están obligando a hacer cosas para dejar de producir, con lo cual nuestras producciones van a bajar. En el momento en el que eso ocurra, habrá falta de alimentos. Tenemos que pensar que para 2050 necesitamos un 30% más de alimentos y nos están obligando a unas prácticas agrarias para producir menos... Blanco y en botella. En el mal llamado primer mundo tenemos de todo, pero si nos vamos a África o a la India... El alimento se lo va a llevar quien más dinero tenga y los demás comerán lo que les dejen.

La digitalización del campo es un hecho y avanza a pasos agigantados. Son de generaciones distintas, ¿cómo afrontan esta revolución tecnológica?

A.P. Entiendo que los avances hay que asumirlos, aunque para algunas generaciones resulte más complicado. Tampoco podemos estar más pendientes de eso que de nuestros campos.

Además la nueva PAC 'premia' esta digitalización...

A.P. Por eso, no es cuestión de estar más pendiente de todo eso.

C.G. Según el tipo de explotaciones... puede resultar. En otras, la digitalización del campo da lo mismo. Nos venden cosas que no necesitamos. El GPS lo usamos todos, pero a mi hijo le digo: si un día se viene abajo el satélite, no hacéis nada. Sin embargo, cualquier agricultor de mi generación sabemos trabajar sin ello. Es útil, sí; pero no se puede comprar una máquina de sembrar para 120 hectáreas... si no le vas a sacar un rendimiento y te cuesta una millonada. Nos venden una película que no es. 

Todos los tractores vienen con programas informáticos y cada uno compra lo que mejor le parece o lo que se puede. Hay verdaderas virguerías.

Quizás Ana tiene más inquietudes por las novedades tecnológicas...

Sí, a los jóvenes nos llama más la atención. Hay una parte de todo esto que nos puede ayudar muchísimo. Entre los jóvenes despierta más interés porque creo que nos puede aportar mucho.

Los costes de producción están disparados y la cosecha no pinta bien. ¿Hasta cuándo podrá aguantar el sector esta situación?

A.P. La sementera ya ha tenido unos costes elevadísimos y el año pasado la cosecha ya no fue buena. Los costes se mantienen altos y el cereal ha bajado de precio... No sé si podemos empezar otra campaña, pienso que no.

C.G. Un sector de agricultores y ganaderos que ya está establecido, que no tenga que pagar amortizaciones, si tienen ahorros, tirarán de ellos y lo tienen más fácil. Pero los chavales que se han metido en grandes inversiones lo tienen muy crudo. Terminarán yendo a créditos, pero los bancos no tienen entrañas y les van a sacudir. A mí me quedan cuatro años para jubilarme y si tiro de los ahorros, me quito el colchón para cuando me jubile; si recurro al banco, te hipotecas unos años... Es muy difícil. Cuando hay problemas en otros sectores, como la banca o la minería, se han hecho jubilaciones anticipadas. Es un buen momento para que al agricultor o al ganadero que quiera jubilarse anticipadamente, se le ayude.

Hubo una época en la que, desde la Junta de Castilla y León, se dieron ayudas para que agricultores y ganaderos a partir de 55 años se pudieran jubilar. Y algunos accedieron. Es que van a obligar a muchos profesionales a descapitalizarse. Esto sería voluntario, porque somos autónomos, pero no sería descabellado ese tipo de incentivos.

Y somos partidarios de las ayudas directas, a fondo perdido, porque si no, el sector no va a aguantar. Como tengamos que ir a más créditos nos meteremos en un pozo, todavía más cuando cada vez nos están exigiendo que produzcamos menos. 

Con lo que estamos viviendo con estas sequías extremas y altas temperaturas, ¿entienden que haya partidos políticos y colectivos que nieguen el cambio climático?

C.G. Bueno, yo entiendo que a lo largo de la historia el cambio climático se ha producido de una u otra forma. Ahora con la contaminación es innegable que la atmósfera lo sufra. Cuando la pandemia, hasta se recuperó la capa de ozono porque no había aviones, coches... Pero que no nos quieran vender la película: es mentira que los coches eléctricos no contaminan. ¿De dónde sale la electricidad? Si tiene que salir de quitar fincas y poner placas solares... Tampoco es una energía eléctrica tan limpia. Soy de los que piensa que toda evolución conlleva un deterioro del planeta y ha ocurrido siempre. Pero la naturaleza es tan sabia que se va reciclando poco a poco.

Leía un artículo sobre el comportamiento de los árboles que se está adaptando a los cambios climáticos que hay. Confío más en la naturaleza que en los que la habitamos. Tenemos que hacer lo posible por deteriorar menos, pero vivimos en la naturaleza y cada vez queremos más comodidades. Si viviéramos como hace doscientos años, esto no pasaría. Arrastraríamos la maza y cazaríamos animales.

A.P. Opino, exactamente, lo mismo. Poco puedo añadir.

Si la agricultura atraviesa un momento complicado, el de la ganadería aún es peor. ¿Cómo se puede revertir esta situación?

A.P. Hay que ayudar a mantenerla. Si es que desde las administraciones no lo hacen... Es que están incentivando a cerrar explotaciones, está pasando en muchísimas.

C.G. En la ganadería hay que hacer una reflexión muy profunda. En primer lugar, hay que reconocer que es muy esclava y no hay rentabilidad, es un negocio que se va al garete. En Soria hace muchos años había 500.000 ovejas, no hace tanto, y actualmente poco más de 150.000 [168.378, según el último censo de 2022]. Esto se debe a la falta de rentabilidad, a que las administraciones no la están apoyando, se está poniendo la política del lobo por encima del ganadero... No hay persona, que siendo la ganadería esclava y teniendo el problema del lobo, quiera estar en el monte con las ovejas.

Es verdad que en Soria hemos pasado de tener unas explotaciones de ovino que se han sustituido por granjas de cerdos, que es más cómodo y más rentable en estos momentos. Luego, con el vacuno de leche pasa que está desaparecido en la provincia de Soria porque es más esclavo y no es rentable. Y la Administración y los que vienen a pasar un ratito al campo nos quieren imponer sus normas. El vacuno de carne se va defendiendo, porque no hay que estar a todas horas.

El ganadero necesita tener su días de asueto y vacaciones. Si es intensivo, lo puede hacer, si es extensivo, no.

Aporso (Agrupación de Productores de Porcino de Soria) pone de manifiesto que la Junta tiene 'paralizados' varios expedientes sobre nuevos proyectos de explotaciones porcinas. Desde Asaja, ¿han trasladado esta situación a la Administración autonómica?

C.G. Es cierto que la Junta es un tema que tuvo ahí retenido. Hace poco han sacado dos granjas adelante [declaraciones de impacto ambiental favorables]. No es la Junta, hay que ser justo. Si registro un expediente en un ayuntamiento, lo tiene que sacar a exposición pública y  se presentan alegaciones... no es la Junta la que lo paraliza, se necesita un tiempo para resolver esas alegaciones. El que realmente está dificultando que un proyecto siga adelante es quien alega. La Junta tiene la última palabra, pero quien realmente paraliza es quien pone la pegas. No nos equivoquemos. En muchas cosas, la Junta tiene la culpa, pero en este caso, creo que no. Luego no es lo mismo construir hoy una nave que hace un año. No es momento de meterse en construcciones porque se disparan los costes. Es para pensárselo y las integradoras también lo harán, porque el precio del producto que sacan está más o menos establecido, pero el de los piensos... Por eso, el porcino es más seguro, pero hacer ahora más granjas de cerdos, no, por las circunstancias económicas que estamos viviendo. 

Recuerdo una concentración parcelaria, muchas protestas... empiezas a mirar y uno de los que protestaba estaba presentando alegaciones y había que resolverlas. Pues es más de lo mismo... Todo lo que se haga legal, lo es; si quieren que cambie la ley, que hagan algo para ello. 

Ana, ¿se ha planteado en algún momento completar sus ingresos procedentes de la agricultura con una explotación ganadera?

C.G. Esta mujer se atreve con lo que no nos atrevemos otros [risas]. Con cebolla, remolacha, zanahoria...

A.P. Pero con ganadería, no. En mi explotación tengo una pequeña parte dedicada al regadío y es verdad que pruebo. Pero con la ganadería se lanzan los que lo han tenido en casa. Habrá algún caso que no, pero no es lo habitual. No es un buen momento para la ganadería, pero tampoco es algo que yo me haya planteado.

La provincia de Soria encara importantes proyectos de modernización del regadío. ¿Creen que la agricultura debe orientarse en este sentido, precisamente, para poder hacer frente a prolongados ciclos de sequía, optimizar el agua y garantizar la producción?

A.P. Todo lo que se consiga en regadío es un beneficio para la provincia. Y hay que explotarlo, realmente, porque algunas veces no se explota. El cambio climático también nos permite desarrollar otros productos. Es otra vía.

C.G. El regadío es un bien añadido  y Soria es la provincia de España que menos tiene. En los años que he estado de presidente he visto mucho. Han modernizado el canal de Almazán, están con el Campillo de Buitrago, con el de Ines y Eza.. pero, realmente, nuevo no han hecho nada más que Hinojosa del Campo. 

Estuve en una reunión a la que vino la consejera Milagros Marcos y nos dijo que en Soria lo que había de regadío ya estaba hecho. Algo que para mí, en aquel momento, fue un mazazo muy gordo, porque nuestra ilusión era que hubiera más. Tiene su lógica, porque el agua que tenemos en Soria, en el pantano de la Cuerda del Pozo, está comprometida para el Bajo Duero, para otros regadíos. Necesitaríamos hacer otras presas, para poder usar el agua de nuestro pantano, pero la política actual es destruir presas. 

El regadío en Soria no llega al 3% del total de la superficie agrícola. El techo del cereal de secano que producimos nosotros ya está ahí, poco más se puede. Como decía Ana, su padre crió a tres hijos con una explotación y en mi casa para poder vivir he tenido que tener la explotación de mi padre y otras tres más, sino no hubiera podido. Podemos engañarnos como queramos, pero si no podemos los medios no se puede apoyar a nadie.

Estamos en campaña electoral. ¿Qué le piden a los partidos?

A.P. Pues a los políticos les digo que si quieren comer productos de calidad a un precio justo, ellos mismos.  Que le den una vueltecita a todo...

C.G. En Asaja Soria nunca hemos entrado en estos temas. Nuestros estatutos dicen que somos una asociación independiente. Aquí hay socios de izquierdas y de derechas. Particularmente, pido no que nos den, sino que no nos quiten. Y que no nos mientan.

Carmelo es alcalde de Valderrodilla y se presenta de nuevo, por el Partido Popular, en estas elecciones municipales. ¿Es complejo compatibilizar la política con la representación de la organización agraria a la hora de llamar a puertas de las instituciones? ¿Alguna vez le ha condicionado?

C.G. No. Soy alcalde por unas siglas y tengo muy claro que a quien tenga que decirle algo, lo voy a hacer. Hace poco, me decía una persona del PSOE que me metía mucho con ellos y mi contestación fue: todavía poco y yo que me presento por el PP todavía no he llevado al PSOE a un contencioso como hemos hecho con la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Nunca me ha temblado la mano, nunca.

A.P. A mí me quedan unos días de ser alcaldesa [de Santa María del Prado, pedanía de Matamala de Almazán, por el PP]. No me presento esta vez. Llevo ocho años.

C.G. En los pueblos pequeños somos alcaldes por necesidad.