Los precios obligan a ampliar la cobertura social en Soria

S.L.O.
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Cáritas Diocesana Osma-Soria sopesa incrementar la asigación mensual de su tarjeta monedero para alimentación por «la inflación y el encarecimiento de la cesta de la compra»; los gastos básicos de vivienda, los más demandados

La escalada de precios y de impuestos obliga a ampliar la cobertura social de las organizaciones para 2024. - Foto: Eugenio Gutiérrez

El Gobierno anunció el pasado 27 de diciembre, tras la última reunión del año del Consejo de Ministros, que las rebajas de impuestos acordadas en el paquete anticrisis se retirarán gradualmente. El IVA aplicado a la electricidad y el gas ha subido cinco puntos, hasta el 10%, desde el 1 de enero. La electricidad se mantendrá a lo largo de este recién estrenado 2024 en tipo reducido,  mientras que el gas pasará al 21% del tipo general el 1 de abril. La energía es, junto a la vivienda, una de las necesidades que más cuesta cubrir a los sorianos en vulnerabilidad extrema. Lo saben en las organizaciones benéficas y en la administraciones, desde donde temen que se «cronifique todavía más la pobreza» existente en la provincia. Por eso se plantean una ampliación de la cobertura social ante la escalada de los precios de los alimentos y de los impuestos para servicios básicos. Es el caso de Cáritas Diocesana Osma-Soria, que para este 2024 está «sopesando hacer un mayor esfuerzo con las Cáritas Parroquiales para aumentar un poco más la asignación  mensual de las tarjetas monedero», que sirven para la adquisición de alimentos.  


El director de Cáritas Diocesana Osma-Soria, Alberto Martín Marín, explica a este periódico que la iniciativa, «que se está valorando» en base a las posibilidades de la organización, se plantea «por la inflación y el encarecimiento de la cesta de la compra», algo que no es de ahora, sino que llevan observando «desde hace cerca de dos años». «Queremos intentarlo porque vemos que cada vez hay más dificultades para adquirir alimentos básicos; cada vez todo está más caro», indica el responsable de la entidad benéfica, quien asegura que no se tratará de «dar por dar y después no poder hacerlo dentro de un tiempo» sino de abordar las necesidades reales con las que se enfrentan a diario y ver las posibilidades con las que cuenta la organización. Porque, como indica, «tan importante es incrementar la asignación de la tarjeta monedero como dar una línea de continuidad».
Ésta no es la primera vez que se actúa sobre esta prestación, pues en el mes de diciembre «se incrementó en un 50%» la asignación para que sus destinatarios «pudieran comprar alimentos en unas fechas en las que todo está más caro». Ahora, en enero, se han retomado las aportaciones anteriores, siempre bajo la lupa de que en este año se pueda incrementar la cantidad para cubrir gastos básicos para alimentación. La cuantía que se destina a cada usuario varía «dependiendo del número de personas que integren el núcleo familiar porque no es lo mismo cinco que dos», y esto lo hacen las trabajadoras sociales de la entidad, encargadas de «baremar» la situación de cada familia de forma independiente y, por supuesto, «confidencial».  


Si bien la comida es fundamental y es una de las principales líneas de ayuda, los gastos de vivienda copan la mayor demanda de todas, algo que viene siendo habitual en los últimos años, sobre todo para gastos básicos y para alquiler. Ahora, «con la subida de impuestos» sobre la energía Cáritas calcula que «habrá más personas con necesidades» porque «a todo no se puede llegar». Y si la luz y el gas eran de las más demandas, se entiende que continuarán siéndolo.


Martín recuerda que el trabajo que se hace desde Cáritas Diocesana Osma-Soria es «subsidiario» y siempre «de manera coordinada» con los Servicios Sociales de la zona en la que resida el usuario. Cada ayuda que se otorga va destinada a personas en vulnerabilidad extrema, aunque todavía hay algunas que no se atreven a solicitarlas por vergüenza. En cualquier caso, tanto Cáritas como otras organizaciones mantienen «la puerta abierta para quienes lo necesiten».


Más dotación, más demanda

Las administraciones también disponen de diferentes líneas de ayuda para mitigar el impacto de la pobreza entre los sorianos en diferentes áreas, con la vivienda como una de las principales. Así, el Ayuntamiento de Soria tiene ayudas para gastos de vivienda básica, a cuya última convocatoria se han presentado 562 solicitudes, que se encuentran en período de evaluación. El Consistorio ha destinado 140.000 euros para cubrirlas, cuya cuantía oscila entre  los 300 euros por núcleo familiar y los 400 en caso de que se trate de familias numerosas. De acuerdo a la información municipal, fue en el año 2008 cuando se puso en marcha esta línea de prestaciones, con 65.000 euros, una cuantía que se ha ido incrementando a lo largo de los últimos años.


Además, el Consistorio capitalino dispone de las ayudas de urgencia social, dentro del Acuerdo Marco con la Junta de Castilla y León, a las que no se opta a través de convocatoria, sino por evaluación mensual de los Servicios Sociales municipales. Al cierre del Acuerdo Marco (a 30 de noviembre del año pasado) se habían otorgado 661 prestaciones a 336 usuarios por valor de 440.477 euros. De todas ellas, 279 tuvieron que ver con gastos de alquiler de vivienda o de habitaciones, o para sufragar hipotecas, según las mismas fuentes.


En relación con el perfil de cronicidad, la Diputación provincial de Soria tiene un 45% más de nuevos usuarios en la actualidad que en los últimos cinco años para ayudas de urgencia social, en la que también entran los menores. La institución provincial concedió a lo largo del año pasado 397 ayudas para gastos básicos de vivienda por un importe de 128.637,38 euros. Con estas ayudas la Diputación de Soria «quiere tender la mano a las familias que por sus circunstancias no están pudiendo cubrir estos gastos derivados del aumento del precio de los servicios esenciales como la electricidad, la calefacción o la comunidad».