Hace apenas dos meses, una soriana se presentaba al clasificatorio para el Campeonato de España de Calistenia. Ana Rubio llegaba a Tarragona con una competición previa en su haber y con poca experiencia. Eso le dio igual. Terminaba en segunda posición y muy cerca de lograr estar en ese nacional. Esa era la carta de presentación de esta joven de 25 años en una disciplina muy desconocida.
Lo más sorprendente de todo es que tan solo lleva seis meses entrenando de una forma más intensa pensando en la competición. Fue el pasado mes de noviembre cuando decidía dar el paso. «Siempre combinaba la calistenia con la gimnasia, pero en ese momento elegí competir», afirma la soriana. «Antes ya conocía bastante de esta disciplina, había una base», detalla.
Ahora buscará estar en su primer nacional en un nuevo clasificatorio en Granada, pero al margen de conseguirlo, su objetivo es encarar el próximo año siendo la única soriana en este deporte. Su progresión hace que sea más que posible.
Aprendizaje. Ana Rubio es una amante de los deportes que hacen que se supere a sí misma. Lo ha hecho siempre en modalidades menos habituales. «Competía en carreras tipo Spartan Race y también me dediqué al rugby», detalla la soriana. Todos los caminos llevaban a una disciplina que le exigiese el máximo y la encontró en la calistenia.
Esta modalidad combina movimientos tan duros como conocidos en los gimnasios: dominadas, fondos, sentadillas o flexiones. Todo llevado a realizarlo en el menor tiempo posible y con la técnica adecuada. «Hace ya más de seis años que entreno todo esto, pero a medida que me introduzco más, descubro todo lo que tengo que aprender», reconoce con sinceridad.
Ella es su propia entrenadora. «Me encanta descubrir e investigar», explica. «Echando la vista atrás, aunque ya tenía preparación, no tiene nada que ver con los últimos seis meses», detalla la soriana. «Ahora he hecho mis propias rutinas, he introducido cosas nuevas y los resultados los estoy notando mucho», añade con satisfacción.
Desde esa preparación con la que entrena hasta seis días a la semana, ha conseguido un nivel que le permite codearse con las mejores del país. Lo descubrió en su primera prueba en Toledo, donde a pesar de ser nueva, no se vio inferior a sus rivales.
Competición. Hay que mirar a marzo para recordar la experiencia competitiva de Ana Rubio en tierras manchegas. «Estaba bastante nerviosa», apunta. «Una vez que te pones a hacer el ejercicio te relajas un poco, aunque cada silbato que marcaba que no hacía bien los movimientos me hacía estar en tensión constante», relata.
La soriana no era inferior a sus rivales. «Desde fuera veía que tenía buen nivel, pero no me había comparado con nadie, ahora ya sé que estoy ahí», argumenta. La competición ha hecho que todavía esté más segura de sí misma. «Es un deporte que requiere mucha resistencia en poco tiempo, no es algo que se consiga de hoy para mañana y quiero seguir yendo a más», sentencia.
Ahora irá a Granada este mismo fin de semana para intentar estar en ese Campeonato de España. Debe ganar, pero si ya está peleando por la victoria, todo hace indicar que puede conseguirlo.