El uso medicinal del vino

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El catedrático de la Facultad de Traducción e Interpretación, Miguel Ibáñez Rodríguez, pronunció una conferencia titulada El uso medicinal del vino en sus tratados

El uso medicinal del vino

El catedrático de la Facultad de Traducción e Interpretación, Miguel Ibáñez Rodríguez, pronunció una conferencia titulada El uso medicinal del vino en sus tratados, tras la inauguración del 3º Encuentro de Viñas Viejas de Soria por parte de la Alcaldesa de San Esteban,María Luisa Aguilera Sastre, y el presidente de la Asociación de Viñas Viejas de Soria, Bertrand Sourdais.  

En la conferencia, que fue a las 11 de la mañana del pasado sábado día 20, el profesor Miguel Ibáñez hizo un repaso del uso medicinal del vino por diferentes tratados procedentes de la Biblioteca Nacional, de la Biblioteca del Monasterio de San Millán, del Centro de Documentación Vivanco y de otros fondos de bibliotecas históricas que ha consultado y estudiado. El vino, expuso el profesor Ibáñezen su amena y entretenida conferenica, se usaba en las boticas de los monasterios medievales para hacer medicinas y jarabes y se dispensaba a los enfermos de loshospitales. En cirugía se usaba el vino blanco para las llagas y el tinto para emplastos. 

Se aconsejaba el vino blanco por su valor diurético y para quitar las piedras del riñón y el tinto para las personas enjutas (delgadas), para los coléricos y los gotosos. El vino clarete, por su parte, se consideraba saludable para el estómago y para las mujeres que habían parido. Los vinos dulces aflojaban el vientre, los ácidos eran buenos para los tísicos y los fuertes (de alta graduación alcohólica) para reparar el espíritu de los apurados. 

Apuntó varias recetas, como el vino de rosas para los pleuríticos, el vino de ajenjo para el hígado, el vino de hisopo para las afecciones de pulmones, tos vieja y suspiros y el vino de borrajas para los flacos de entendimiento.  

También los tratados señalan que el abuso del vino es malo y se recomienda el consumo moderado y saludable, "porque el vino tomado con exceso calienta mucho, corrompe los líquidos y produce la embriaguez y diferentes enfermedades funestas, como calenturas, hidropesía, apoplejía, parálisis, letargo y otras semejantes".