Las obras de la muralla se retoman tras la cría de las aves

Sonia Almoguera
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Los trabajos se paralizaron desde las fiestas de San Juan hasta esta semana para facilitar el período de anidación del colirrojo

Tras una pausa por la cría del colirrojo, las obras del plan director de la muralla se han retomado en el cerro del Castillo. - Foto: Valentín Guisande

Tras casi dos meses de parón para respetar el período de reproducción y anidación del colirrojo, las obras de restauración de la muralla de Soria en el cerro del Castillo han vuelto a retomarse esta misma semana, según confirma el director del Plan Director de actuación, el arquitecto Fernando Cobos.

Para evitar molestias e interferencias en el ciclo de reproducción de esta especie avícola presente en el cerro se decidió parar los trabajos. De cara a la próxima temporada está previsto que se lleve a cabo la instalación de casetas para su cría en zonas alejadas al área de intervención. Pero en esta ocasión, explica Cobos, se pensó que resultaría «más fácil» parar los trabajos durante una temporada y facilitar así las puestas y la cría de esta especie.

De hecho, apunta el responsable del Plan Director de la Muralla de la capital, antes de comenzar las obras ya se contaba con que este tipo de interrupciones serían necesarias, dado que se encuentra en un entorno natural muy singular. De hecho, avanza Cobos, es muy probable que los trabajos de restauración no puedan concluir en la fecha prevista, a mediados del próximo año 2023 para adaptarse al propio medio natural en el que se inserta la actuación. «Es muy posible que las obras se extiendan un poco más», añade y se rebasen en plazo previsto inicialmente.

La planificación de la obra, en este sentido, ya preveía que estas eventualidades podrían producirse. Desde el principio, asegura Cobos, eran conscientes de que esta obra sería todo menos tradicional y que llevaría aparejada muchas singularidades. El reto de la intervención, en este sentido, era acomodar una cierta flexibilidad  y una capacidad de adaptación que permitiera dar respuesta a cualquier problema que fuera surgiendo, ya por las propias excavaciones arqueológicas previstas o en el propio entorno natural, que fuera surgiendo. «La finalización de las obras dependerá de las propias excavaciones, dependiendo de lo que vayamos encontrando», insiste Cobos, pero también de las necesidades que plantee la propia fauna y flora del Castillo.Este paréntesis en los trabajos motivado por la anidación del colirrojo, añade, es «algo bastante curioso», pero obedece al respeto al entorno que, mantiene Cobos, ha caracterizado este proyecto emprendido por el Ayuntamiento de Soria en colaboración con el 1,5% Cultural del Gobierno de España. De hecho, en los primeros meses de trabajos éstos se acomodaron a las zonas en las que fue preciso transplantar o talar algunas especies arbóreas.

HÁBITAT. Ardillas, lagartos ocelados, víboras, ratones, murciélagos, golondrinas, estorninos, grajillas, cernícalos y autillos e incluso, algún zorro, entre otras muchas especies, forman parte de la singular y nutrida fauna que habita el cerro del Castillo, una zona en la que concentró los orígenes urbanos de la Soria actual a partir de la Edad Media.

El objetivo no es sólo recuperar la muralla, sino también integrar en el propio ecosistema del Castillo el pasado histórico y arqueológico de la capital soriana.