Paz mental, paisajes e inspiración

S.L.O.
-

Taroda es desde hace cuatro décadas su refugio de calma para la creación

Paz mental, paisajes e inspiración - Foto: Eugenio Gutiérrez Martínez

Inspiración. Es, quizá, la palabra que mejor definiría las estancias en Taroda del escritor catalán Pere Martí i Bertran. De hecho, la mayor parte de su fértil producción literaria (más de 30 obras para público infantil y juvenil) la ha concebido en la localidad soriana, al amparo de la apacible «calma» que otorgan los pueblos de la provincia durante «los veranos de colores amarillentos, de campos quemados por el sol». Pero eso era cuando aún no se había jubilado y solamente podía pasar el estío en una localidad con la que tiene muchos vínculos desde hace cuatro décadas, comenzando por los familiares y acabando por los creativos. Su mujer y traductora, María Jesús Casado Jiménez, le ha transmitido su amor por la provincia, pues ella es natural de Taroda, y esto ha hecho que incluso le haya dedicado libros, como Taroda. Haikus de las cuatro estaciones. No es una obra al uso:es la primera para público adulto, una compilación de 20 poemas de estilo japonés para cada estación, salvo para el verano (30), con ilustraciones de una descendiente de tarodanos. De algún modo, indica, la localidad soriana se encuentra impresa en las páginas de su producción literaria: «Hay algún rincón y muchos libros están dedicados a los sobrinos».

Taroda es también un «lugar de reencuentro con la familia», aunque ahora la distancia es menos habitual y las visitas son más frecuentes. Así, la jubilación le permite disfrutar de la provincia en otras estaciones y ver más colores: «La explosión en primavera, con algunas flores espectaculares, la continuidad del blanco en los campos por el manto de nieve, ver diferentes tipos de animales, como avutardas... Soria es una gran reserva natural. Claro que estaría mejor que hubiera más habitantes, pero quienes la descubrimos estamos encantados con sus naturaleza». Y él, que ya la conoce, también se la muestra a sus amigos. «Vienen muchas visitas y hacemos excursiones no tan típicas. Vuelven encantados porque no se imaginan la cantidad de naturaleza y patrimonio que hay. El paisaje impacta mucho», admite con admiración. De hecho, cuando ha estado en Expoesía esta misma semana también le ha descubierto Soria a la ilustradora de su poema 'Tengo un tanque de juguete', Núria Tomàs Mayolas. «Se va a otro ritmo», se asombra.