Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


España preside Europa

01/07/2023

España asume la presidencia rotatoria de la Unión Europea en plena precampaña electoral y con la celebración de los comicios apenas 23 días después de iniciada. El calendario suponía que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, iba a disponer de un plus de exposición pública, de publicidad y propaganda impagable a través de las imágenes con la crème de la crème de la política internacional como anfitrión de las reuniones internacionales que se van a celebrar en nuestro país. Pero el mismo calendario, con las elecciones del 28-M, ha alterado todos los planes y es posible que la presidencia española de la UE la inaugure un presidente y la clausure otro.  

A efectos europeos esta situación no tendría por qué empañar el desarrollo de la presidencia española dado que tanto las reuniones de alto nivel, sobre todo la cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC), han sido preparadas por los funcionarios y diplomáticos que han venido trabajando en las premisas del semestre español, y porque no se trata de la primera ocasión en que un país europeo celebra elecciones de distinto carácter en el transcurso de su presidencia rotatoria son que nadie se sorprenda por ello y sin que se pongan en riesgo los objetivos del país. .  

Pero ni tan siquiera un proyecto común como es la Unión Europea sirve para que los dos principales partidos, cuyos líderes la han presidido en algún momento, Felipe González y José María Aznar, mantengan una relación normalizada. El presidente del PP se queja de que apenas ha recibido información sobre las labores de la presidencia española, mientras que desde el Gobierno se quejan de la forma aviesa y en la que el PP ha tratado de torpedear algunas de las iniciativas españolas como la excepción ibérica, o las trabas a la llegada de los fondos de recuperación. Incluso en su ánimo de minusvalorar la importancia de la presidencia española, el número tres del PP, Esteban González Pons ha afirmado que desde que existe un presidente del Consejo Europeo, la Presidencia tiene "un papel menor".  

Cierto. Ocurre que quizá esa irrelevancia tenga que asumirla su jefe de filas si se convierte en el inquilino de La Moncloa, aunque  entonces Feijóo se colgará todas las medallas que se hayan conseguido en todos los rubros en los que el gobierno tiene mayor interés, la reindustrialización de Europa, la autonomía estratégica, la transición ecológica, la consolidación del pilar social y el reforzamiento de la unidad de la UE. Pero además hay que bajar de los grandes principios a dar soluciones a cuestiones pendientes de gran relevancia como el Pacto de Migración y Asilo o las nuevas reglas fiscales de la UE.  

Pedro Sánchez inaugurará la presidencia española de la UE desde Kiev con una entrevista con Volodímir Zelenski, toda una declaración de intenciones sobre las prioridades y los problemas que afectan a la Unión Europea, que ante la invasión rusa, la pandemia y, la crisis energética decidió afrontar estos asuntos que podían haber abierto una gran brecha entre sus miembros con "más Europa". Una UE en la que cada vez pesan más las amenazas de los partidos nacionalistas y antieuropeístas ligados a la extrema derecha. También puede ser responsabilidad de Feijóo evitar que los representantes españoles de esa tendencia toquen poder nacional. Permitirlo sería un mal mensaje para Europa.