Charo Zarzalejos

CRÓNICA POLÍTICA

Charo Zarzalejos

Periodista


Desgaste de materiales

21/07/2023

Todas las campañas electorales acaban generando un poco de cansancio pero ninguna como la vivida. La inopinada e irresponsable, pero legítima, convocatoria de elecciones el 29 de Mayo, justo al día siguiente de la enorme pérdida de poder institucional del PSOE, ha sido una convocatoria que ha sometido al país en su conjunto, a los partidos políticos y a una empresa esencial como Correos, a un estrés que ha generado un auténtico desgaste de materiales.
Los candidatos la iniciaron ya cansados de las elecciones de Mayo viéndose obligados a improvisar estrategias, muchas de ellas fallidas e incluso a tirar por la vía de en medio para elaborar las listas. Los ciudadanos, en un principio atónitos por la urgencia de Sánchez, no están menos cansados y me temo que una buena parte de ellos han desconectado desde hace días. A estas alturas, todo el material, por agotamiento, ya está todo vendido desde a hace algún tiempo.
Ahora ha llegado el momento de las urnas, cuyo veredicto es lo más importante. Las urnas hablarán y nos dirán si Sánchez ha acertado tanto con la precipitada convocatoria electoral como con eso de la remontada. Nos dirán si le ha resultado rentable augurar el túnel negro si gana su adversario. Este adversario no es Abascal, es Núñez Feijóo que se estrena en Madrid y afronta lo que bien puede calificarse como la apuesta de su vida. Nos dirán las urnas si los ciudadanos valoran positivamente su llamamiento casi universal para lograr una mayoríasuficiente y si su claro y tajante distanciamiento de Vox es del gusto de sus votantes.
Entre las muchas diferencias de los dos únicos que pueden llegar a Moncloa, es que Sánchez cuenta de antemano con la predisposición absoluta de Yolanda de ser su escudera fiel, mientras que Vox es una piedra en el zapato del PP por mucho que haya pactado en autonomías y ayuntamientos. Yolanda, si los números dan, facilitará desde el día uno la reválida de Sánchez en Moncloa. Está por ver si llegado el caso, el partido de Abascal hace lo mismo o vuelve a hacer alarde de su afán de controlar al PP; es decir de ocupar sillones por aquello delrespeto a sus votantes, como si la única fórmula de respeto fuera, por ejemplo, ser vicepresidente sin competencias como es el caso del ínclito Gallardo en Castilla-León.
Sean cuales sean los resultados, nada será igual. Sánchez se ha encargado de desgastarse a sí mismo y Feijóo ha apostado tan fuerte en su vocación de no necesitar a Vox que para ello necesita de un importantísimo apoyo popular.
La memoria reciente no invita a reeditar coaliciones, sean de derecha o de izquierda, pero España ha cambiado. Desde 2015 no ha habido mayorías absolutas y nada hace pensar que esa tendencia ha cambiado aunque sí es cierto que el bipartidismo va recuperando terreno. Si las encuestas no fallan, los partidos de la llamada nueva política están en descenso y para muchos es una buena noticia.
Las urnas nos sacarán de dudas. Lo que ya no admite duda alguna es que esta campaña, además de agotadora, ha estado llena de vulgaridades, incluso de fierezas llegándose a afirmar por parte de Mónica García que Feijóo tenía una patología que le llevaba a mentir siempre y en todo. Es decir que es un enfermo mental y fiereza por parte de Vox al mantener de manera machacona e irritante su distanciamiento de la mayoría a la hora de condenar la violencia machista.
En medio del calor asfixiante, del cansancio generalizado solo cabe esperar, aunque sea mucho esperar, que aquel que gane y se vea obligado a pactar explique de antemano sus líneas rojas, que las aplique con rigor incluso cuando ello suponga renunciar al poder. Es mucho pedir, pero en algún momento la dignidad política debería colocarse por encima del afán de poder. Eso es lo que deseamos aquellos que no queremos un presidente cautivo de sus socios y sus exigencias.