"Estaba deseando volver"

Nuria Zaragoza
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María Petreñas es una de las primeras enfermeras que se contagió en Soria. Tras unos días de ingreso y la pertinente cuarentena, regresa a la primera línea de 'batalla'. Su mensaje: «Se puede»

"Estaba deseando volver" - Foto: eugeniogutierrez.com

Gracias. Es la palabra que debe encabezar este reportaje. Quizá podría ser incluso la única. Porque María Petreñas representa, en buena medida, a toda esa marea blanca que está luchando por dar la vuelta a la dichosa curva del COVID-19, a todos esos profesionales sanitarios que día a día se enfrentan cuerpo a cuerpo contra el virus  que tiene atemorizado a todo el mundo. 

Esta enfermera del hospital Santa Bárbara de Soria lo conoce de cerca, porque lo tuvo dentro. Pero lo ha superado y ahora regresa a la primera línea de ‘batalla’ para ayudar a combatirlo. «Estaba deseando volver», reconoce sin dudarlo. Porque la vocación, en ocasiones, supera incluso al miedo... 

A esta joven enfermera le tocó ‘estrenar’ las estadísticas cuando apenas existían casos en Soria. Fue el día 13 de marzo cuando empezó a sentirse mal y se disparó su temperatura. Estaba trabajando en el turno de tarde en la sexta planta del Santa Bárbara y bajó a Urgencias, donde le hicieron las pruebas correspondientes y decidieron dejarla ingresada como un caso ya sospechoso de COVID-19. El resultado llegó mientras ya respondía bien al tratamiento y... dio positivo, así que permaneció hasta el domingo ingresada. A partir de ahí, tocaba cuarentena y aislamiento domiciliario, algo complicado con un pequeño en casa que necesita el calor de mamá tras días sin poder abrazarla... Su hijo se ha librado del ‘bicho’, pero no su pareja, que el lunes, 16, comenzó a sentirse mal...  «por lo que deducimos que se lo había contagiado días antes de estar enferma». Tras días de fiebre y malestar, también él precisó un ingreso, pero se recupera ya en casa. 

La cuarentena no ha resultado sencilla para una enfermera y entregada como ella: «Sentía mucho agobio porque no dejaba de escuchar que todo estaba fatal y yo estaba en casa y no podía ayudar, así que dejé de ver la tele y los telediarios», reconoce contrariada. Ley de supervivencia, quizás. 

El aislamiento domiciliario, el «no poder salir ni a tirar la basura», «agobia»; pero ha aprendido que «te puedes adaptar a cualquier situación». Es una de las cosas que le deja esta experiencia. Otra, ratificar que lo suyo es «vocacional» porque «estaba deseando volver». A mayores, ese cariño que ha recibido de la gente y, especialmente, de sus compañeros, que este jueves la recibían, «sin abrazos ni besos», apunta entre risas, pero con «mucha alegría». 

El lunes de esta semana, cumplidos los 15 días, le llamó la Inspección Médica y le dijo que, si daba negativo en las pruebas, podía regresar. El lunes le tomaron la muestra y el miércoles llegó la comunicación oficial:negativo en COVID-19 y carta blanca para volver al ‘frente’. ¿Qué sensación supone regresar para enfrentarte al virus que te ha alejado de esto? «Tenía muchísimas ganas de volver, de aportar mi granito de arena como sanitaria. Cuando caí enferma esto estaba empezando y, al regresar, es todo nuevo para mí y me he tenido que adaptar y aprender», indica. Lo peor del regreso, el «agobio» que provoca trabajar con el equipo de protección, asume. El COVID da respeto, pero ya no le tiene miedo. «Al principio, cuando me dijeron que era posible que lo tuviera, sí me dio un poco de miedo, porque era todo desconocido. Ahora no tengo miedo. Me sigo protegiendo igual porque, aunque dicen que eres ya inmune, es mejor prevenir, pero no siento miedo. Quiero estar aquí», concluye rotunda. Sobre la situación que ha encontrado, admite, no es fácil porque el hospital es, al completo, un centro de combate contra el coronavirus. «En mi planta hoy la situación estaba controlada, pero esto es impredecible», asume. 

Ella vuelve a la carga después de superarlo y lo hace positiva, optimista, confiada en que esto lo superamos entre todos. Pero, antes de despedirse, lanza un mensaje a quienes hoy luchan contra ello:«De esto, se cura, y queda mucha vida por delante para vivir... y disfrutar». Así que, terminamos como empezamos.... GRACIAS.