Tras una semana complicada para el Numancia y con un Iñaki Bea con un discurso mucho más serio que de costumbre, los rojillos visitaban al Sabadell conscientes de que la victoria significaba algo más que trs puntos, servía para cambiar la mala imagen del equipo tras la derrota ante el Calahorra.

El partido comenzaba con dos equipos que priorizaban no fallar atrás y no cometer errores que dieran oportunidades al rival. El primer cuarto de hora culminaba con una buena estirada de Ayesa a disparo de Sala.

La primera ocasión de los de Iñaki Bea llegaba pasado el minuto 20, cuando un disparo desde la frontal de Toni Arranz se marchaba rozando el palo. Los visitantes crecían y en el minuto 40 el árbitro anulaba un gol por fuera de juego a Mancebo tras rematar en el segundo palo un balón cabeceado en el primero.

Justo antes del descanso el Numancia encontraba el premio. En un buen contraataque, Rubén Mesa cedía a Íñigo Muñoz para adelantar al conjunto soriano en el marcador. El reciente fichaje de invierno se estrenaba justo cuando el colegiado pitaba el descanso.

En la segunda mitad el Sabadell buscaba dar un paso adelante. Conseguía la iniciativa pero los rojillos se defendían bien esperando una nueva oportunidad al contraataque para matar el partido. Rubén Mesa la tenía, pero Puig le ganaba la partida en el minuto 70.

El tiempo pasaba y parecía que los rojillos podían ganar son sobresaltos, pero hubo susto final. Gaizka Ayesa salvaba el partido con un paradón a Alberto Fernández. Con el miedo en el cuerpo el árbitro pitaba el final del partido. El Numancia respira y ahora buscará refrendar este cambio el próximo domingo ante el Nástic en Los Pajaritos.