El 'Cholo' está hoy en día en los focos porque ha certificado por undécima temporada consecutiva la presencia del Atlético de Madrid entre los tres primeros del campeonato, algo que ningún otro entrenador en la historia de nuestra competición había conseguido (compartía récord con Miguel Muñoz y sus 10 'podios' con el Real Madrid). Pero hace falta contexto para certificar la verdadera magnitud del logro.
Como leeríamos en la sinopsis de cualquier película de tarde, «un hijo pródigo de un viejo y decrépito pueblo regresa para revolucionarlo por completo». Porque conviene saber lo viejo y decrépito que estaba el club rojiblanco aquel 27 de diciembre de 2011, cuando el 'hijo pródigo', Diego Pablo Simeone, llegó para perpetrar la mayor revolución de una entidad en la historia moderna de nuestro fútbol.
Esa mirada nos lleva al 27 de diciembre de 2011, cuando los colchoneros le contratan para sustituir a Gregorio Manzano. Apenas 41 años en el carné, apenas seis en los banquillos, solo 18 partidos en Europa con el Catania. Pero todo se compensaba con el recuerdo del guerrero, el futbolista que en apenas cinco temporadas vestido de corto había sido el más 'indio' de todos. Y con eso tiraron hacia adelante. ¿Qué podía salir mal… teniendo en cuenta la situación y el momento?
El cambio
Porque el Atlético había arrancado el siglo jugando dos años en Segunda División, porque había estado en Champions apenas dos en los últimos nueve años, porque habían pasado 12 entrenadores por el banquillo entre 2000 y 2011 (Aguirre, con tres temporadas, fue el único con un proyecto 'longevo'), porque en ese invierno de 2011 es el undécimo en LaLiga, porque aún no ha ganado fuera de casa, porque acaba de ser eliminado en dieciseisavos de la Copa ante el Albacete (debe que remontar un 2-1 en el Calderón y ha vuelto a perder, 0-1, ante un equipo de Segunda b), etcétera.
Simeone fue el clavo ardiendo tras el desencanto… y hoy es la leyenda más fulgurante en la historia del club. Por encima casi de cualquier jugador o cualquier ídolo pasajero. Instauró el 'cholismo' en el terreno de juego y también en las gradas, una suerte de 'secta' benévola donde no cabía la crítica, sino el aliento, donde el «partido a partido» se convirtió en un mantra casi místico que derivó primero en la Europa League de la 11/12, después en la increíble Liga 13/14…
El 'Atleti A.C.' (antes del 'Cholo') había ganado dos torneos domésticos en 37 años, era cuarto en la clasificación histórica de LaLiga detrás del Valencia y se había alejado tanto de Real Madrid y Barcelona que era impensable cualquier 'sorpasso'. Con él, con su guardia pretoriana y el 'cholismo' efervescente en defensa y contragolpe, la entidad ya es tercera en la historia de la competición y ha reducido distancias con los 'gigantes' hasta el punto de que actualmente es obligatorio incluirlo en todas las quinielas. Incluso con su 'incómodo vecino', a quien llevaba 14 años sin ganar hasta que llegó la final de Copa de 2013.
Intenso y aparentemente inagotable, Simeone ha sobrevivido a la temporada más compleja en el Atlético, en la que su aparentemente inagotable crédito parecía bajo mínimos (fuera de Europa, fuera de la lucha por la Liga, fuera de la Copa). Pero incluso ahí ha conseguido revertir la situación, enganchar de nuevo a la afición, colarse en Champions por undécima vez en 11 cursos completos… Todos los récords que se proponga batir en el club están en su mano.