La evolución de Carmen Carro

S.Recio
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Tras el bronce nacional de la temporada pasada, la deportista del Club Valonsadero Bádminton mira con optimismo al final de año con la esperanza de reanudar de nuevo las competiciones

La evolución de Carmen Carro - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Hace poco más de un año, Carmen Carro hacía historia en el bádminton soriano. La joven conseguía la medalla de bronce en el Campeonato de España sub-11, era la primera presea en este deporte en la provincia y reflejaba el gran trabajo del Club Valonsadero Bádminton, que en menos de cinco años, mostraba ya el potencial en su carrera, se convertía inmediatamente en una de las grandes referencias de futuro del deporte soriano. 

Ese día Carmen Carro no era del todo consciente de lo que había conseguido, «no sé explicar con palabras el éxito de este bronce», comentaba en ese momento, «en un deporte como el bádminton no se había conseguido en Soria y al final es mérito de todo el club», reconocía con humildad. Ahora, con tan solo 12 años, recuerda muy bien ese día con la añoranza de no poder competir desde hace más de 90 días, «no lo voy a olvidar en la vida, fueron días muy especiales y si miro atrás me siento muy afortunada de haber vivido todo eso». Es solo el inicio de una carrera prometedora que ahora se ha visto frenada durante unos meses, «ha sido muy raro porque ya son tres meses sin entrenar, nunca había estado tanto tiempo sin jugar, sin coger la raqueta, creo que será una sensación muy rara cuando vuelva a competir». Se suma además la incertidumbre de saber cuando volverá a la pista, más sabiendo que ya hay calendario.

En una reorganización de las fechas, la Federación busca terminar la temporada de julio a diciembre, será todo un reto para la soriana que este año pasaba a categoría infantil, donde cambian las medidas de la pista y en la que se enfrentaba a rivales de mayor edad. El reto ahora se multiplica, debe ponerse a punto rápidamente. Ella asume el objetivo con ambición, es una de sus grandes características.

ADAPTACIÓN. La medalla de bronce de Carmen Carro llegaba en una pista de medidas reducidas y con la red más baja, lo habitual en la categoría sub-11. Era su último año antes de dar el paso a las pistas oficiales, un cambio que puede ser muy complicado para muchos deportistas. La soriana tenía claro desde el primer momento  que se adaptaría con más facilidad que sus contrincantes, «físicamente suelo destacar y no va a haber tanta dificultad en ese aspecto». Ya hace un año tenía claro dónde mejorar, «tengo que adaptar algunos golpeos por ese cambio de altura», aseguraba, «lo principal es modificar algún patrón con los desplazamientos. En los diferentes límites de la pista». A nivel de golpeo son solo pequeños cambios porque a la hora de sentir el volante ya tenía movimientos para esta altura». 

Mirando ahora ese análisis todo lo dicho hace 12 meses se ha cumplido, «es cierto que al principio había que cambiar muchas cosas porque tienes que dar un paso más en pista o estirar más la pierna y cambiar la postura para llegar al golpeo». Aun así siempre se ha sentido cómoda, «físicamente he tenido que subir las horas y rutinas de entrenamiento pero en cuanto al manejo de la raqueta no he tenido que cambiar prácticamente nada».

A nivel táctico sí hay más diferencias, «siempre me ha gustado atacar y ahora debo adaptarme mucho más a mis rivales», la preparación previa entra mucho más en juego y no puede llevar la iniciativa como antes, «pero aun así los resultados estaban siendo mucho mejores de lo esperado». No gana tanto como antes y eso sí que lo nota más a nivel mental, «me ha costado mucho en ese aspecto», reconoce con una sonrisa, no estaba acostumbrada, «pero para mí ganar es ahora adaptarme a una nueva categoría, aprender lo que tenía que hacer y ver mi evolución». Llega el momento de prepararse para la vuelta a la competición, y a pesar de la dificultad del reto, no se pone límites.

EL REGRESO. La idea es clara, completar una temporada de nueve meses en menos de seis. Enero es la fecha establecida en el bádminton para el cambio de categoría y eso les deja un margen mucho más corto para realizar las competiciones más importantes. Carmen Carro había ya conseguido en los primeros meses de año unos resultados por encima de lo esperado, «no eran los puestos del año pasado porque además era de las pequeñas pero estaba contenta con lo que estaba logrando». Ahora regresará alguna prueba de la liga nacional, «quiero estar en la parte alta, me veo preparada», y sobre todo el Campeonato de España, «creo que puedo hacer un buen papel». 

Comienza ahora una cuenta atrás en la que su mayor preocupación está en el ritmo de juego, «más que a nivel físico me preocupa la faceta psicológica». Tras varios meses sin competir, «hay que volver a adaptar la cabeza al ritmo y la exigencia del máximo nivel, esa es mi mayor incertidumbre».

Conociendo a Carmen Carro, seguro que es una de las pocas que se adapta con más facilidad. Su madurez dentro de la pista y su gran nivel de competitividad en cada partido, garantizan muchas más medallas. Solo es un frenazo de tres meses a un futuro muy prometedor que apunta alto.