El Parque Natural del Río Lobos (Soria-Burgos), que el próximo mes de octubre cumplirá 35 años con este reconocimiento, espera a partir de este mes recibir un mayor número de visitantes. El espacio de más de 24 kilómetros de longitud invita a través de varios recorridos ‘COVID Free’ a estar en contacto con la naturaleza y el patrimonio románico en un lugar único por su ecosistema de origen kártisco. 

El aforo de vehículos y excursionista ha sido limitado y se recomienda un sentido de ida y otro de vuelta con el fin de que no se produzcan aglomeraciones y se pueda asegurar la distancia de seguridad recomendada. 

El director conservador del espacio, José Manuel Meneses, invita a disfrutar del Parque que cuenta con un plan de seguimiento ecológico anual y con más de 100 especies fáunicas , entre ellas, ocho parejas de alimoche (especie vulnerable) que crían en el Parque y más de 150 parejas de buitre leonado, que crian, su vez, 100 pollos al año. Un lugar que ofrece, además, la posibilidad de visitar la ermita templaria de San Bartolomé (románica del siglo XII).

“El parque es diferente y único en España por su paisaje y su extensión. El río Lobos se puede ver en un tramo del parque y en el resto del recorrido transcurre subterráneo. No hay ningún cañón en España tan bien conservado en sus 24 kilómetros, incluso hay una fuente de agua pura para beber”, expresa Meneseses. 

En el Parque del Cañón del Río Lobos, el segundo más visitado de la Comunidad autónoma solo por detrás del Parque Natural de la Laguna Negra y los Circos Glaciares de Urbión también en Soria, se pueden observar buhos reales, chovas, grajillas, buitres leonados, aguilas reales, alcones peregrinos y alimoches, entre otros. La fauna habita entre bosques de pino pudio, que escasea en España, sabinares y enebrales.

Durante los 35 años con marca de Parque Natural, ahora con el marchamo de ‘Q’ de calidad, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta ha realizado importantes mejoras para su conservación. 

Las actuaciones más inmediatas pasan por la instalación de un váter ecológico en el aparcamiento principal de Valdecea, la recolocación y nivelación de las piedras pasarelas del río y de los pasos del agua, en el intento de eliminar el número de pasos, la rectificación de los senderos para que aguanten mejor la inundación y la colocación de nuevas pasarelas. 

En lo que respecta a la rececpión de visitas, se va a atender la petición de la localidad de Ucero de limitar el número de autocaravanas y, para ello, se potenciará el aparcamiento en la parte central o norte del parque.

Además, también se ha cambiado la ubicación de la caseta de información, que ha pasado a estar cerca de la entrada, de este modo, se intenta evitar accidentes y la congestión del tráfico rodado.

Meneses subraya que anualmente se cumple un Plan de Seguimiento Ecológico con censos de especies de fauna y flauna e inventarios de anfibios que permiten ver la evolución del parque y si hay que aplicar medidas correctoras. 

A lo largo de estos 35 años se ha conseguido estabilizar la población de buitres leonados leonados (150 parejas que crían de media alrededor de 100 pollos) y del alimoche con ocho parejas criando, siendo esta última una de las más significativas del espacio a nivel de conservación. “Además habita una pareja de aguila real, y se pueden observar buitres negros, también una especie vulnerable que todavía no cría. Todas estas aves son unos buenos indicadores de que la fauna encuentra en el Parque un buen refugio para estar”, destaca.

Más de tres décadas

El Cañón del Río Lobos cumplirá en octubre 35 años bajo la marca de Parque Natural, una declaración otorgada por la Junta, que sirvió según el director conservador del espacio, José Manuel Meneses, para no solo salvaguardar este ecosistema de origen kártisco sino también para crear un producto turístico de calidad que se encumbra como uno de los más visitados de la Comunidad autónoma. 

Fue en 1985 cuando la Junta declaraba al Cañón del Río Lobos Parque Natural, el primerio en la Comunidad que consiguió la marca por parte del Gobierno autónomico. La protección que se impulsó obtuvo una fuerte oposición por parte de los pueblos propietarios (San Leonardo, Ucero, Santa María de las Hoyas, Nafría de Ucero, Casarejos y Hontoria del Pinar en Burgos).

Desde el año 2006 el Parque Natural tiene implantado el Sistema de Calidad Turística del Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), más conocida como ‘Q de Calidad’. Si bien, dicho sistema está orientado al cumplimiento de una serie de obligaciones que han de respetar los diferentes equipamientos y servicios de uso público del espacio protegido, la norma establece que el espacio natural debe disponer de una política de gestión adecuada a los objetivos de conservación del espacio natural protegido y a las expectativas y necesidades de los usuarios siempre que éstas estén supeditadas a lo primero. 

En octubre de 2019 se realizó la última auditoría por la que se certifica la condición de calidad a la que se incorporaron este año, como equipamientos nuevos del sistema de la Cueva de Galiana, con su visita guiada de turismo activo concesionado, y el Aula del río Ucero, actividad promovida por la Junta. 

Las visitas guiadas a la Cueva de la Galiana Baja son organizadas por la empresa Soriaventura. Esta empresa continúa en el proyecto de la Junta de Castilla y León ‘Puntos Activos’, programa para el fomento del turismo activo y de aventura. Es la única empresa soriana -siete en toda la Comunidad- que ha sido distinguida con este marchamo de calidad. Destaca la incorporación del sistema de visita guiado de la Cueva de la Galiana como un equipamiento más del sistema de la ‘Q de Calidad’ turística del Parque Natural.

En 2019, y por último año, continuaron los trabajos del equipo de investigación de la Universidad de Zaragoza y el Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC) para la realización de los ‘Estudios Paleoclimatológicos y de dinámica actual en las simas y cavidades del Cañón del Río Lobos’, en los que colabora la empresa Soriaventura y el personal del parque y que conlleva la monitorización de la cueva con cinco estaciones que recogen datos de humedad, temperatura y otros.