Una de las escenas cinematográficas que más me emocionan es la final de Cinema Paradiso, la de los besos censurados. El proyeccionista fue guardando, a lo largo de los años, todos los besos de las películas que el cura del pueblo había censurado. Unió los cortes y formó una maravillosa secuencia de dos minutos con más de cincuenta besos. Ahora, en vez de un cura con sotana, es una concejala de cultura de Vox la que ha censurado la proyección de una película infantil entera, 'Lightyear', porque aparecen dos mujeres besándose. Ni siquiera hace como el cura de Cinema Paradiso, quitar el beso y permitir la proyección recortada. La de Vox, la elimina entera. Por sus santos ovarios. 
Para besos entre personas del mismo sexo, el mítico de Brézhnev y Honecker, que Dimitri Vrubel pintó en el muro de Berlín, bajo el título «Dios mío, ayúdame a sobrevivir a este amor mortal». El mandatario ruso se hizo famoso en todo el mundo por lo que llamaban 'el triple Brézhnev': un beso en la mejilla izquierda, otro en la derecha y, finalmente, en los labios. Entonces nadie se escandalizaba, si acaso se cachondeaban como cuando Fidel Castro se reunió con él y no se quitó el puro de la boca para evitar el triple ósculo. Hay otros besos, como el de Judas, más lejanos a los besos comunistas de Brézhnev, aunque muchos definen a Jesucristo como el primer líder comunista. Me pregunto si la extrema derecha arrancará alguna página de la Biblia, la que recoge ese beso traidor, el que el discípulo le dio a su Maestro para delatarle. No lo harán, porque, aunque es un beso entre dos personas del mismo sexo, lo bendicen las Sagradas Escrituras. Amén.
Como ya volvemos a estar en campaña electoral, en las próximas dos semanas nos tocará ver y recibir todo tipo de besos. ¡Cuánto besan los candidatos en campaña, pre campaña y San Juan! Los besos de Judas serán los más abundantes, porque la traición en política se ha convertido en el pan nuestro de cada día: véase al candidato de Almazán que se largó, porque se quedó sin puestecillo en la Diputación. Los que le dieron el beso de Judas están nerviositos esperando que un juzgado les permita quedarse en el Palacio Provincial otros cuatro años para seguir haciendo lo mismo que en la pasada legislatura. O sea, rien de rien. Y eso mismo, nada de nada, es lo que le da la encuesta del CIS a Soria Ya. Parece que el año y pico de legislatura en Castilla y León les pasa factura. Es probable que los sorianos se hayan dado cuenta de la importancia del voto útil, porque los que les votaron pueden pensar que tiraron sus votos a la basura. También es probable que los electores les castiguen porque no se presentaran a las municipales o porque el candidato al Congreso sea el mismo que el de la Junta. Así que, junto al merchandising tradicional, bolis y mecheros, es probable que repartan besos, muchos besos, a personas del mismo o distinto sexo.