Una lección de historia a golpe de excavadora

S.Almoguera
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Un grupo de alumnos del Instituto Virgen del Espino asiste a los trabajos de localización y exhumación de la Fosa de los Ilustres

Una lección de historia a golpe de excavadora - Foto: E.G.M

El 16 de agosto de 1936, casi un mes después de iniciada la Guerra Civil (1936-1939), se recibió la orden de que fueran puestos en libertad sin cargos. Esa misma noche fueron fusilados en la capital soriana. 86 años después, la Asociación Recuerdo y Dignidad hace un segundo intento de localización de los cuerpos de Joaquín Ranz Borja, delegado de Hacienda en Soria; Nicasio Nájera Blanco, ferroviario; Anastasio Vitoria García, alcalde de Ágreda; Juan Antonio Gaya Nuño, médico y padre de Juan Antonio Gaya Nuño; Aurelio Bourgeal, jefe de Telégrafos en la oficina principal de Soria; Manuel Blanco Sampedro, reputado fotógrafo, y Jesús Chicote de Pablo, presidente del sindicato UGT en Soria. Una máquina excavadora comenzó este jueves 20 de octubre la búsqueda de la llamada Fosa de los Ilustres en el tramo de muralla medieval junto al cementerio del Espino (en las inmediaciones del actual crematorio municipal) contra cuya pared se cree que fueron asesinados por motivos de pertenencia o significación política. Casualmente, el inicio de la exhumación coincidió con la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la Ley de Memoria Histórica. «Es un deber y una obligación de este Gobierno colaborar con esta asociación», señaló el subdelegado del Gobierno en Soria, Miguel Latorre, presente en el comienzo de los trabajos de exhumación que Recuerdo y Dignidad llevó a cabo en colaboración de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Este negro capítulo de la historia española debe sanarse. «Es una página que hay que cerrar», concluyó Latorre. 

Un primer paso es que las nuevas generaciones conozcan lo que aconteció durante aquella guerra fratricida y la posterior dictadura y, a decir de Iván Aparicio, habla bien de la «salud de la democracia» española que comiencen a estudiarse en los centros de enseñanza. Por primera vez un grupo de alumnos del Instituto Virgen del Espino de la capital conoció en vivo el trabajo que Recuerdo y Dignidad realiza para localizar las fosas de fusilados y represaliados. 

La vinculación con algunos centros de Educación Secundaria es estrecha y a Recuerdo y Dignidad le pareció «estupendo» que estos estudiantes pudieran comprobar 'in situ' los trabajos de localización de fosas y exhumación. «El profesor de Historia nos pidió acudir, pero estamos abiertos a colaborar con todos los institutos con ésta y con otras actividades como conferencias o exposiciones», apuntó Aparicio.

La clase de historia práctica comenzó con unas pinceladas generales sobre qué se busca, cómo se hace y cómo eran las circunstancias en las que se producían los fusilamientos, insistió Aparicio. 

Para una familiar lejana de uno de los miembros de la llamada Fosa de los Ilustres que se acercó hasta la zona de la exhumación es una gran idea que los más jóvenes se familiaricen y sobre todo que «normalicen» este terrible episodio histórico. En su caso, hace muy poco que se enteró por la prensa de que un hermano de su abuelo es uno de los jóvenes sorianos que comparte fosa con Juan Antonio Gaya Tovar, padre del escritor y crítico de arte Gaya Nuño. Los datos biográficos recopilados no dejan lugar a dudas: era un miembro de la familia, pero sobre su vida y su dramático destino pesaba «una losa de silencio terrorífica», quizá por miedo o por protección. Nadie conocía su existencia y, de hecho, ella misma prefiere mantenerse en el anonimato. «He venido para ponerme a disposición de la asociación por si necesitan cotejar ADN o lo que sea», añadió. 

descarte. Las posibilidades de que Recuerdo y Dignidad pueda localizar la Fosa de los Ilustres son, aseguró Iván Aparicio, escasas. De hecho, la prospección junto al crematorio ya ha sido descartada al no hallarse ningún resto o indicio. Se seguirá buscando en la zona de los nichos de La Blanca, en la parte alta del Espino, tenían fundamentalmente una función de «descarte». Tras un primer intento fallido hace alrededor de un lustro, la nueva documentación reunida en archivos provinciales y militares ha permitido establecer otras posibles ubicaciones no sólo de la Fosa de los Ilustres sino también de otros fusilados. «Un documento te lleva a otro y muchas veces te sorprendes», explica Sherezade Benito, miembro del equipo de investigación de Recuerdo y Dignidad. El número de fusilados, insiste Iván Aparicio, puede ser mayor del que se cree.