La localidad de Liceras (Soria) inauguró hoy su nueva infraestructura de abastecimiento de agua, con emisiones cero. A partir de ahora, dispondrá de una nueva captación subterránea, un depósito regulador y el tendido de una tubería de impulsión desde el sondeo hasta el depósito, así como otra que conecta la salida del nuevo depósito hasta la tubería que abastece actualmente a la población.
La delegada territorial, Yolanda Gregorio, junto al director general de Carreteras e Infraestructuras, Jesús Puerta, acompañó al alcalde de Liceras, Timoteo Arranz, en la cita. Allí destacó que, además, cuenta "con el equipamiento necesario para el telecontrol de todo el sistema, consiguiendo así avanzar hacia una gestión eficiente y sostenible del agua". "Cumplimos así uno de los compromisos de nuestro presidente, Alfonso Fernández Mañueco, de modernizar las redes de abastecimiento en el medio rural".
La nueva infraestructura ha supuesto una inversión de 442.121 euros, correspondiente a las propias obras de abastecimiento, que ha contado con financiación de tres instituciones: la Junta de Castilla y León (a través de Somacyl) y la Diputación Provincial de Soria, que aportan un 40 por ciento cada una, y el propio Ayuntamiento de Liceras, que ha asumido el 20 por ciento restante.
De Gregorio destacó que esta inversión "es un ejemplo de colaboración y buen hacer entre Administraciones Públicas", línea en la que desean seguir trabajando. Además, la Junta ha desembolsó 16.325 euros para los trabajos previos, lo que suma un total de 458.446 euros.
Tras los replanteos y trabajos previos, las obras se iniciaron con la ejecución de un nuevo sondeo de 150 metros de profundidad, en el que se ha situado una bomba capaz de suministrar 9,4 metros cúbicos a la hora. Además, se ha construido una caseta y se ha llevado a cabo la acometida de una nueva línea eléctrica para el suministro de energía al sondeo. A continuación, se ha construyó un nuevo depósito de hormigón armado de 90 metros cúbicos de capacidad, que conllevó la edificación de una caseta y el tendido eléctrico necesario para el suministro de energía al sistema de cloración automático. Posteriormente, se ejecutó la instalación de la tubería de impulsión, desde el sondeo hasta el depósito proyectado, con una longitud de 3.100 metros, además de la conducción de una tubería, de 234 metros de longitud, que conecta el nuevo depósito a la red municipal de distribución, y se procedió al vallado de las instalaciones (depósito y caseta de sondeo).
Hasta la puesta en marcha de esta obra, Liceras contaba con tres puntos de suministro, dos de ellos abandonados y uno en uso, que proporcionaban agua de mala calidad y cuya mezcla no permitía obtener un agua adecuada. Con anterioridad a estas obras, el Gobierno regional ya encargó en 2018, por un importe cercano a los cuatro mil euros, un estudio para la definición de soluciones a la contaminación por arsénico, recogiendo distintas alternativas, y adjudicó la redacción del proyecto, por un importe de 12.525 euros.