Salto de la fe a lo mundano

S.Ledesma
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Algunos templos desacralizados de la provincia han encontrado una segunda y doble vida:se han salvado de la ruina y su actividad es motor turístico y económico

Salto de la fe a lo mundano - Foto: eugeniogutierrez.com

Muchos templos de la provincia han cambiado la fe por emociones más terrenales. Son los edificios desacralizados que actualmente se destinan a otros usos, con el ocio como principal atractivo para disfrutar de unas antiguas construcciones que, de otra manera, sería difícil mantener en pie o conocer su arquitectura y su patrimonio. Calcular cuántos se encuentran en esta situación en la provincia de Soria es complicado, pues la Diócesis de Osma-Soria no cuenta con un listado oficial que pueda arrojar cifras concretas. Los ejemplos son variados en la capital, como las ruinas de la iglesia de San Nicolás o los antiguos conventos de San Francisco y de La Merced; pero esto también se replica en la provincia, donde hoteles, restaurantes y zonas termales ocupan ahora el espacio que antes fue de culto religioso. 

En la antigüedad las razones más comunes que desencadenaban el exsecratio de un edificio sagrado tenían que ver con actos profanos ocurridos en su interior, como un rito sacrílego o un asesinato. Actualmente, la condición de sagrado puede ser derogada de hecho o de derecho. Así se indica en el Código de Derecho Canónico, en el canon 1212: «Los lugares sagrados pierden su dedicación o bendición si resultan destruidos en gran parte o si son reducidos permanentemente a usos profanos por decreto del Ordinario (no siempre tiene que ser el obispo) o de hecho». Las razones por las que estos templos cambian su uso de culto son muy variadas, siempre con las miras puestas en proporcionarles una segunda y doble vida: por un lado se salvan de la ruina y por el otro conforman un motor turístico y económico. Lo habitual es la venta a los municipios para que, a través de fondos de las diferentes administraciones, puedan ser rehabilitados, o a particulares para que hagan una inversión que, en la mayoría de los casos, busca esa atracción turística con el consiguiente impacto en la economía de la zona. 

Pero pasar a manos particulares no siempre ha sido la mejor opción, sobre todo si se trata de edificios con diferentes herederos. Uno de los ejemplos recientes ha sido el beaterio de San Román de Medinaceli, en manos de la sociedad Zagreb Inversiones. El complejo, formado por una iglesia y un convento, estaba incluido en la Lista Roja del Patrimonio desde el año 2020 y el ayuntamiento anunció su subasta después de que el propietario hubiera contraído una deuda tributaria que no había liquidado con el Consistorio, algo que finalmente hará. El inmueble está abandonado desde 1939 y en los años 80 se realizaron excavaciones arqueológicas con el fin de determinar su pasado judío, pero finalmente el proyecto se abandonó y la ruina lo acecha. 

En otras ocasiones, los casos de éxito se han convertido en referentes para el desarrollo de actividades más seglares. Estos son sólo algunos de los ejemplos más destacados en la provincia: 

otra oportunidadEn la capital

En la capital soriana son varios los edificios con un pasado religioso a los que se les ha dado una nueva oportunidad. Conocido como las Ruinas de San Nicolás, este templo románico construido entre los siglos XII y XIII fue recuperado gracias a varias intervenciones y actualmente se utiliza como auditorio al aire libre para conciertos y otras actividades. 

El antiguo convento de San Francisco también fue hospital, universidad, colegio universitario y ahora un hotel de cuatro estrellas. La fundación del convento se atribuye al propio San Francisco de Asís a principios del siglo XIII, pero ha sufrido numerosas modificaciones. En la parte trasera del edificio se encuentra el conocido Rincón de Bécquer, un espacio de moderno diseño que se integra en una zona aledaña peatonal. 

Desde el siglo XX la construcción que albergó el antiguo convento de La Merced tiene funciones socio-culturales: en la iglesia se encuentra el Aula Magna Tirso de Molina como salón de actos y el resto es la sede de la Fundación Duques de Soria, que también alberga la Asociación de Hispanistas. El inmueble estuvo habitado por religiosos desde el siglo XIV, pero en el XIX tuvo que ser reedificado. 

Fundado a comienzos del siglo XIII, el convento de Santa Clara albergó a las monjas como inquilinas hasta la desamortización. Posteriormente fue cuartel militar y en 1993 Defensa entregó al Consistorio capitalino los terrenos, que se convirtieron en jardines y uno de los edificios acoge desde entonces la Escuela de Estudios de Ciencias de la Salud de Castilla y León. Actualmente se están realizando trabajos para convertir la iglesia en auditorio y sala de exposiciones y la conocida como La Casona en un centro cívico. 

El actual Instituto de Educación Secundaria Machado fue un monasterio jesuita que fue construido a partir de 1575 con piedra de la iglesia románica de San Miguel de Montenegro, contigua al edificio. El claustro, que se conserva como era en época de Antonio Machado cuando fue a dar clases en él, todavía recuerda la distribución monacal. 

cultura y gastronomíaAlmazán

El Aula Cultural San Vicente fue en tiempos una iglesia románica de mitad del siglo XII. Ahora, transformada en un aula polivalente de cultura, en ella se desarrollan exposiciones, conciertos y todo tipo de eventos con capacidad para 220 personas. Además, un convento de monjas clarisas del siglo XVI ubicado cerca del río de la villa adnamantina alberga en la actualidad un espacio de restauración y eventos. 

espacio para el relax El Burgo de Osma

La Pontificia y Real Universidad de Santa Catalina o Universidad de Osma fue fundada en 1550 por el obispo portugués Pedro Álvarez de Acosta en El Burgo de Osma. Fue clausurada en 1841. El edificio ha sido rehabilitado para albergar un complejo hotelero termal.

alojamiento Seglar y monástico

En San Esteban de Gormaz, un convento del siglo XII se ha convertido ahora en un alojamiento que combina materiales tradicionales con un diseño moderno. 

Dentro del alojamiento monástico al que se dedican algunas órdenes religiosas, sin que los templos estén desacralizados, se encuentra las hospederías, muy comunes. En Soria está, por ejemplo, la del monasterio de Santa María de Huerta. 

que no desaparezcaFalta de inversiones

Es una manera de que este patrimonio no desaparezca. En la provincia hay muchos templos en pésimas condiciones bien por la falta de interés o de inversión para su recuperación o por la acción de años de expolios y la falta de mantenimiento. Hispania Nostra, la asociación de defensa, salvaguarda y puesta en valor del patrimonio, mantiene en su lista roja una quincena de edificios de patrimonio religioso en la provincia de Soria. Son: el ya mencionado beaterio de San Román de Medinaceli, la iglesia de San Bartolomé de Sarnago, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, el monasterio de La Monjía de Fuentetoba, la iglesia de San Miguel de San Pedro Manrique, la iglesia de La Mercadera de Rioseco de Soria, la ermita de San Millán de Velilla de los Ajos, la iglesia de Alconeza (Berlanga de Duero), la ermita de San Esteban protomártir de Alcozar, la iglesia de la Natividad de La Revilla de Calatañazor, el monasterio de San Jerónimo de Espeja de Guijosa, la ermita de San Bartolomé de Villabuena, la ermita de Santa Eulalia de Villabuena, el convento de Paredes Albas de Berlanga de Duero y la iglesia de San Miguel Arcángel de despoblado de Albocabe. 

En su lista verde, en los que desaparece el riesgo de ruina que presentaban, están: la iglesia de San Pedro Apóstol de Paones (Berlanga de Duero), el monasterio cisterciense de Cántabos de Fuentelmonge, la ermita de Nuestra Señora de la Calzada de Brías y la ermita románica de San Juan Bautista de Calatañazor.