García-Gallardo: «Es difícil conciliar medio rural y los ODS»

SPC
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El vicepresidente lamenta que se derriban presas para salvar «no se qué especie de pececillo» que hay en los ríos mientras la España del interior «está sedienta»

Juan García-Gallardo (2i), entre otros, antes de participar en las jornadas celebradas ayer en la Universidad de Valladolid. - Foto: Ical

«Es imposible estar en la vanguardia de la aplicación de todas las  agendas globales y luego querer hablar de desarrollo rural». El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, volvió a cargar ayer contra los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, y lamentó que es difícil «conciliar» su implantación con el avance del mundo rural. «No se puede estar en misa y repicando», continuó el número dos de la Junta con motivo de la inauguración de las Jornadas sobre 'La nueva economía social agraria', organizadas por la Universidad de Valladolid (UVa) y el Colegio de Registradores de Castilla y León. En este sentido, apuntó que, cada vez de forma más generalizada, los países de la Unión Europea reaccionan frente a la «imposición» de no utilizar determinados fertilizantes, ya que debilita la capacidad para producir alimentos.

En ese sentido, citó, según recogió la Agencia Ical, que en España se derriban presas en nombre de los objetivos de desarrollo sostenible para, por ejemplo, salvar «no se qué especie de pececillo» que hay en los ríos mientras la España del interior y de los «labradores» está sedienta y esperando agua para sus tierras, que les permita producir los alimentos. Frente a ello apostó por «diversificar» la economía en el mundo rural y así lo hace la Junta de Castilla y León en todas las áreas no solo agrarias sino también digitalización y turismo rural.

«Si queremos fijar población en los pueblos, hay que facilitar que se desarrollen allí las actividades típicas del mundo rural como la caza, la pesca, la explotación de los montes, la agricultura y la ganadería», resumió García-Gallardo, que expuso como, ante los altos costes energéticos, de los piensos y los fertilizantes, las personas del sector primario lo tienen, cada vez, más difíciles. 

Problema del que culpó a una política energética «equivocada» y a una restricción en la forma de producción de alimentos. «Estos objetivos que son enunciados de una manera totalmente bienintencionada, por lo que ha seducido a mucha gente de buen fe, pero tienen unos efectos perniciosos, según vemos en la Junta y la Consejería de Agricultura». Por último recordó que el mayor avance a niveles de innovación en la humanidad ha sido en la agricultura. «El hombre avanzó un paso de gigante cuando dejó de salir por ahí a cazar, pescar o recolectar y empezó a utilizar la tierra»