Los propietarios de la casa rural afectada por los ruidos de la plantación de Nufri en La Rasa han decidido ponerla a la venta, aunque aseguran que no se rinden y que tienen tres frente judiciales abiertos. Rocío Madrigal sostiene que no lo hacen por motivos económicos, sino porque están "desmoralizados" ante la inacción de las administraciones y la falta de apoyo a negocios de la España Vaciada, algo que tanto defienden ahora en plena campaña electoral. Así, tienen litigios judiciales a nivel europeo, por falso testimonio y con el Ayuntamiento de El Burgo de Osma, que no les ha dado una solución más allá del cambio de ventanas. 

El Procurador del Común les ha dado la razón, recuerda Rocío Madrigal, ya que ha instado a la Junta de Castilla y León a hacer una evaluación de impacto ambiental que están esperando. El Ayuntamiento de El Burgo de Osma ha vuelto a reconocer que es la Junta la que tiene que determinar los ruidos. "Nos sentimos ninguneados", insiste la propietaria, recordando que la familia ya tuvo que trasladarse a vivir a Aranda de Duero y se vio obligada a cambiar la gestión del establecimiento de turismo rural por las molestias que causan los molinos frente a las bajas temperaturas. "No tenemos derecho a tener nuestra casa ni a la inviolabilidad del domicilio, derechos que se recogen en la Constitución" insiste recordando que el Procurador del Común ha dicho que las medidas correctoras no funcionan.