Junta y Gobierno piden a Siro «sensibilidad» con los empleados

SPC
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Fernández Carriedo asegura que hay una empresa extranjera interesada en la adquisición y Barcones emplaza a los dueños a la mesa de seguimiento

Un grupo de trabajadores se reúne ayer en las puertas de la planta venteña de Siro. - Foto: Ical

Frente común de Gobierno de España y de Castilla y León para encontrar una solución rápida al futuro de la planta de Siro en Venta de Baños (Palencia) y de sus 200 trabajadores. El anuncio de la compañía de proceder a cerrer la fábrica venteña ante la ausencia de inversores ha generado un rechazo en la administración nacional y regional, que acusan a la multinacional de tomar una decisión «unilateral» a espaldas de la mesa de seguimiento. De hecho, la Junta de Castilla y León anunció que tiene «testada» una empresa extranjera que está interesada en la adquisición de la planta, y reclamón al Grupo Cerealto Siro que la «estudie» y sea «sensible». Precisamente la ausencia de inversores –la compañía asegura que hubo contactos con hasta 60 posibles compradores– es el detonante del cierre de la factoría palentina un año después de la firma del plan de competitividad cuatripartito entre Gobierno, Junta, empresa y trabajadores. Cierre que incumpliría dicho acuerdo, tal y como señalaron ayer fuentes del Ministerio de Industria, que recordaron que en el documento figuraba el compromiso de los nuevos accionistas de no cerrar la actividad en la planta durante un periodo de dos años, por lo que restaría un año más comprometido por la empresa antes de proceder a su cierre.

El Ministerio de Industria reiteró su intención de seguir trabajando al máximo nivel para proteger a la compañía y a sus trabajadores, a pesar de reconocer que todavía «no tiene confirmación del cierre» de la planta de Siro en Venta de Baños. No obstante, emplazó con urgencia a la empresa a una reunión para seguir trabajando con «seriedad por el bien de cientos de trabajadores y la sostenibilidad de la compañía». 

En la misma línea, el consejero de Economía de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, no ocultó «la sorpresa» por esta decisión de Siro, y reconoció que pensaba que la crisis en la galletera estaba «resuelta» con la firma del plan de competitividad. «La prioridad de la Junta va a ser los trabajadores», aseveró el también portavoz autonómico, que avanzó que «que hay grupos inversores interesados», cuya oferta ya han trasladado a la empresa y al Ministerio de Industria. También ayer, el consejero de Empleo, Mariano Veganzones, se reunió con el Comité de Empresa para analizar la situación y valorar posibles soluciones.

Mucho más dura fue la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, que afirmó que «no entiende bien» la acción de Cerealto Siro Foods de «descolgarse de manera unilateral» del acuerdo sobre el plan de competitividad de sus industrias suscrito hace un año, y emplazó a la compañía a sentarse de nuevo en la mesa de seguimiento para seguir «buscando soluciones» para su planta de Venta de Baños. «Todavía queda un año para seguir buscando inversores», añadió, Barcones, que constató que Siro hizo público el anuncio de cierre sin que tuviesen conocimiento de ese paso las diferentes autoridades. «El Gobierno no ha tenido conocimiento de su anuncio antes de hacerse público», concluyó, según informa Ical.