Las lluvias de mayo, insuficientes para revertir la sequía

P. Velasco
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Los embalses de la cuenca del Duero se mantienen al 67,8 por ciento de su capacidad, 18 puntos por debajo de la media registrada en la última década

Embalse de Las Cogatas, en Ávila, a principios de mayo. - Foto: David Castro

Las lluvias de finales de mayo no han servido para revertir la situación de sequía que, al igual que buena parte de España, atraviesa Castilla y León. Las precipitaciones registradas de forma irregular en la Comunidad, muchas de ellas como tormentas puntuales con la descarga de un gran volumen de agua en muy poco tiempo, no pueden «disfrazar» la realidad de la cuenca del Duero tras el mes de abril «más seco» desde que hay registros y «uno de los más calurosos», y tras el segundo mes de marzo más seco en lo que va de siglo, «en un más que evidente contexto de cambio climático», como indicó la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, durante la presentación de las líneas estratégicas del Plan de Sequía 2024-2030, en la que estuvo acompañada por la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), María Jesús Lafuente, y por el jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica de la CHD, Ángel González.

La presidenta de la CHD recordó que la sequía es un «fenómeno natural no predecible» que se produce principalmente por una falta de precipitación que da lugar a un descenso temporal y significativo en los recursos hídricos «y, por tanto, forma parte de la variabilidad climática natural». Y explicó que con la revisión y mejora del Plan Especial de Sequía se espera afrontar «con mayor garantía» los problemas coyunturales derivados de unos episodios de sequías cuya frecuencia e intensidad, advirtió, «tiende a aumentar en el contexto del cambio climático que afecta a nuestro país y, por ende, a toda la cuenca del Duero».

Volumen embalsado

Fuentes de la CHD señalaron que las lluvias de la última quincena de mayo sí han permitido que la demanda del riego disminuya, pero ni este descenso ni las precipitaciones son suficientes para que la situación mejore en los embalses de la cuenca. Los embalses cuentan actualmente con una reserva de agua embalsada de 1.938,2 hectómetros cúbicos, lo que representa un 67,8 por ciento de su capacidad total. Este valor supone once puntos porcentuales menos que hace un año y 18 por debajo de la media de la última década.

Según el último informe de sequía fechado a 30 de abril, todos los sistemas de la cuenca siguen en normalidad en cuanto al indicador de sequía prolongada, mientras que el Pisuerga pasa a alerta y el Carrión y Cega entran en prealerta en cuanto a escasez, sumándose así a Bajo Duero y Torío-Bernesga. En unos días se publicará el informe mensual a fecha 31 de mayo en el que se prevé un empeoramiento del indicador de escasez en las zonas citadas.

De momento, y de cara a afrontar mejor las épocas de escasez de agua en los próximos años, el nuevo plan de sequía que elabora la CHD incluye medidas de escasez en alerta y emergencia para las cuatro masas de agua subterránea en mal estado cuantitativo y se incorpora a las medidas toda la experiencia acumulada de las sequías padecidas por la cuenca del Duero en los años 2017, 2019 y 2022.