'La Historia en Bicicleta' parte, en un nuevo vídeo documental, del río Duero y nos muestra verdaderas joyas arquitectónicas del arte románico haciendo un recorrido por las localidades sorianas de San Esteban de Gormaz, Matanza de Soria y Rejas de San Esteban. La primera parada es en San Esteban, donde la periodista Carolina Muñoz y el doctor en Geografía e Historia y licenciado en Historia del Arte Carlos Rubio muestran el sabor medieval que sigue conservando esta población que estuvo amurallada, fue cabecera de una comunidad de Villa y Tierra y está coronada por un castillo. Además es mencionada varias veces en el Cantar del Cid, como así lo destacan en las explicaciones que nos ofrecen durante su visita.

Se detienen en las iglesias de San Miguel y la Virgen del Rivero, estas dos construcciones son las más antiguas muestras del románico de toda Castilla y León, y han servido de modelo a todas las demás. Vemos en ellas elementos que se repetirán en otras iglesias como son el número impar de arcos que hay en sus pórticos, así como otra serie de curiosidades como es la planta de la iglesia de San Miguel que tiene la proporción del llamado rectángulo romano de 3x2, es decir, la misma que la de los rectángulos que inscriben los arcos romanos de la fila superior en los acueductos españoles de doble arcada, como los de Segovia, Tarragona o Mérida.

Abandonamos ya San Esteban de Gormaz para alcanzar nuestro segundo destino, Matanza de Soria. El curioso nombre de esta localidad se debe, según las crónicas del Padre Damián, a una aplastante derrota infligida a los moros por parte del rey de León, Ramiro II. En principio solo se llamaba 'Matanza', fue a partir del año 1916 cuando se le añadió 'de Soria'. Lo más notable de esta población es su pequeña y encantadora iglesia de San Juan Bautista, del siglo XII, y junto a ella Muñoz y Rubio nos relatan las aventuras y desventuras del famoso conde García Fernández.

Las raíces del Románico en 'La Historia en bicicleta' - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez. Eugenio Gutiérrez Mart

García Fernández fue el primer conde de Castilla que para serlo no necesitó la sanción de los reyes de León y que dio rango de nobleza a los campesinos que tenían dinero para mantener un caballo de guerra y así poder defender la frontera y hacer incursiones de saqueo en territorio musulmán, y que después se convertirían en una nueva clase social. Fue, precisamente en estos parajes, donde García Fernández halló la muerte en batalla contra las huestes de Almanzor.

Y ya, con un suave pedaleo llegamos a nuestra última parada, Rejas de San Esteban. Un pequeño y sorprendente pueblo, declarado Bien de Interés Cultural, y que tiene dos preciosas iglesias románicas, la iglesia de San Ginés y la de San Martín, las dos fueron restauradas en los años 80 y presentan en la actualidad un magnífico aspecto. Es interesante destacar que esta localidad, pese a ser dependiente de San Esteban de Gormaz, ha tenido, prácticamente desde sus inicios, dos barrios independientes. Y es aquí donde Muñoz y Rubio se despiden después de mostrarnos las raíces del románico en una de las zonas donde se luchó más encarnizadamente en la Edad Media.