El fútbol femenino soriano sigue en un imparable crecimiento que va más allá de los éxitos deportivos. La liga provincial es ya una categoría consolidada, un proyecto que comenzó con cuatro equipos y muchas dudas de futuro, pero que ahora apunta a doblar la apuesta con clubes ubicados en todos los puntos del territorio soriano.
Especial mención merece el CD Golmayo Camareras. Esta entidad intentó unirse al campeonato desde su fundación, pero la falta de jugadoras impidió durante dos veranos consecutivos su fundación. «Esta vez hemos llegado a las 16 integrantes», explica con satisfacción su entrenador, Adrián Mateo. «Lo ideal sería contar con alguna más, por eso hacemos un llamamiento para que se unan al proyecto», anuncia.
Los entrenamientos ya han comenzado en un equipo que cuenta con futbolistas con experiencia en el fútbol y otras que dan su primeros pasos. Queda mucho trabajo por delante, pero el optimismo es más que evidente en el día a día. Ahora solo queda dejar que pase el tiempo.
Pretemporada. Formar el equipo era solo el inicio de un proceso arduo de trabajo. El CD Golmayo Camaretas no cuenta con experiencia en el fútbol en formato de 11 jugadoras y esa adaptación será la gran tarea del técnico. «Muchas de ellas llegan del fútbol sala y se tienen que acostumbrar a unas dimensiones y colocación en el terreno de juego muy diferentes», reconoce Adrián Mateo.
En estas primeras semanas se mezcla ese aprendizaje con la mejora física. «La preparación es muy importante», analiza. «Para poder competir necesitamos estar en un buen estado de forma para rendir todo el partido», añade el entrenador. Cuentan con las instalaciones y el material adecuado proporcionado por el propio ayuntamiento.
Muchas de las enseñanzas serán teóricas. A la juventud de las jugadoras (menores de 17 años) se suma el poco tiempo que algunas de ellas llevan dedicándose al fútbol. «Este proyecto es bonito, pero implica mucho trabajo en los primeros meses», desvela el técnico. «En algunos casos no han jugado nunca y eso requiere un trabajo diferente dependiendo del nivel», matiza.
A su vez debe combinar el entrenamiento con futbolistas que ya cuentan con una base. «En realidad lo veo como algo positivo», cuenta. «Nunca viene mal volver a repasar lo más básico, es una forma de hacer equipo», incide de nuevo Adrián.
Solo queda ponerse a jugar. «Los resultados ahora son lo de menos», aclara con sinceridad. «Para mí sería satisfactorio que el equipo tuviese un buen nivel de fútbol y que ellas quieran seguir jugando los próximos años», finaliza. Tras mucho tiempo de espera, ahora solo queda disfrutar.