El lobo en Soria

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Aunque solo hay censadas cuatro manadas en la provincia, se registraron trece ataques a ganado en 2020 con 47 cabezas muertas

El lobo en Soria - Foto: Reyes MartÁ­nez

Para las asociaciones ecologistas como la soriana Asden, el pasado 4 de febrero fue un día «histórico» para el lobo ibérico por su inclusión en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, tal y como propuso la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, por lo que se prohíbe su caza. Mientras, ganaderos y cazadores muestran su desacuerdo por esta decisión que, a su juicio, no contempla argumentos que garanticen un equilibrio entre la ganadería extensiva y una gestión cinegética eficaz. No obstante, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) sacó a consulta pública este martes 9 la orden y el plazo de alegaciones está abierto hasta el 26 de febrero.

Aunque la provincia de Soria pueda parecer que queda, en cierto modo, ajena a la polémica por la escasa presencia de lobo ibérico en sus montes, su aparición en momentos puntuales también se traduce en ataques al ganado. En concreto, según los datos de la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, en 2020 se produjeron trece ataques de lobo que se saldaron con 47 cabezas de ganado muertas en territorio soriano. Una incidencia testimonial si se tiene en cuenta que en el conjunto de la Comunidad autónoma se contabilizaron 2.578 ataques con 3.685 animales muertos, la mayoría en Ávila, con 1.501 siniestros causados por lobos que se cobraron 1.594 piezas. Cabe reseñar, además, que de estos ataques, 2.198 (3.049 cabezas muertas) se produjeron en terrenos al sur del río Duero y el resto, al norte del río Duero. Y, de la misma forma, es relevante indicar el incremento paulatino de este tipo de hechos en los últimos seis años, tal y como refleja el mismo informe de la Junta, teniendo en cuenta que en 2015 se produjeron 1.463 ataques, por lo que el aumento ha sido del 77%.

«El último censo es de 2013, cuando se contabilizaron cuatro manadas en Soria. Periódicamente lo actualizamos en la aplicación ‘Infolobo’, de la que se ocupa un grupo de trabajo en el que participa el responsable de Caza y Pesca, Fernando Tapia. Se informa sobre avistamientos, huellas u otros indicios. Por lo que parece seguimos teniendo unas cuatro manadas en el entorno de Soria», explica el jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta, José Antonio Lucas. Hasta 2022-2023 no se actualizará el censo, ya que se revisa cada diez años.

movilidad. Las cuatro manadas de ‘canis lupus signatus’ censadas en la provincia de Soria parece que no permanecen de forma estable en nuestro territorio, sino que se mueven en el límite de la provincia de Burgos, «por la zona de Espeja de San Marcelino y Espejón», por Montenegro de Cameros, «también por Retortillo de Soria y Montejo de Tiermes» y se ha avistado alguna manada «por Tierras Altas». «Hay algunas incursiones de las que nos van informando», matiza.

Cabe poner el acento en que el sistema de Recogida Continua de Información sobre el lobo (‘Infolobo’)procesa toda la información recogida de las labores de las patrullas de seguimiento de fauna, habiéndose recogido más de 6.000 registros de información relativa a la especie (sin incluir información de daños al ganado) en la región, entre los que destacan más de 3.000 avistamientos de lobo desde el año 2014. En el caso de Soria hay una ‘patrulla lobo’ compuesta por un agente y un celador medioambientales. «Cuando se produce un ataque van a ver si es de lobo o perro asilvestrado. Si es de lobo se identifica muy bien, tiene una forma de actuar muy característica», puntualiza el responsable de Medio Ambiente. Lo que es más difícil determinar es si el lobo procede de provincias limítrofes o no. «En un solo día pueden recorrer 40-50 kilómetros», aclara Lucas.

a favor o en contra. Juan Luis Hernández, vocal de la Asociación Soriana para la Defensa y Estudio de la Naturaleza (Asden), asegura que el paso dado es «una buena noticia», precisamente, «dada la situación delicada del lobo» en la provincia. Advierte con contundencia: «Hubo cuatro manadas en su momento, ya fue discutible entonces, pero ahora mismo no existe una manada de lobos estable en la provincia, los que llegan proceden de Burgos- Hace 20 años se podía ver algún lobo en Soria y ahora, no. ¿Cómo es posible si hay cientos de corzos? Si no hay es porque se han cazado de forma legal o ilegal».

Por ello, Hernández defiende que Soria «podría albergar varias manadas» sin que supusiera un perjuicio para la actividad ganadera, dada la «gran cabaña cinegética» que puebla nuestros montes.

La opinión del delegado provincial de la Federación de Caza de Castilla y León, José Manzano, es totalmente opuesta. A su juicio, la prohibición de la caza del lobo es «una traición al mundo rural» y, al contrario que el ecologista, asegura que en el Norte del Duero, donde esta especie ha sido cazable, la población de ‘canis lupus signatus’ ha seguido creciendo. En el caso de Soria, admite que no se sabe si los lobos avistados forman parte de manadas estables o de paso.

«Comunidades autónomas que no tienen lobo y el ecologismo radical toman esta decisión. Prima la ideología sobre las valoraciones de los técnicos que son los que se tienen que pronunciar», zanja.

En términos similares se pronuncia el presidente de Asaja Soria, Carmelo Gómez, que considera que la ganadería está «amenazada». Propone que los que han votado a favor de esta decisión «arrienden monte, críen lobos y paguen los seguros» que cubran los daños que causan, de la misma manera que el ganadero responde por sus animales. «Ahora puede que no sea un problema en Soria, pero lo será en un futuro», aventura.